Mi favorita. En esta crítica me será imposible ser imparcial u objetivo, porque no hay película con la que disfrute más viendo cine que “Unbreakable”. Es como una perla sucia y carente de valor a los ojos de la gente, solamente porque no se fijan suficientemente en ella. Casualmente, yo lo hice, y cada año la vuelvo a ver, descubriendo nuevos colores, nuevas formas, nuevos enfoques.
M.Night Shyamalan ya poseía tanto el interés de la crítica como el agrado del público conseguido básicamente en la grandísima “The Sixth Tense”, estrenada el año anterior. Se situaba en una difícil situación en la que se bifurcaban dos probables caminos: rodar “The Sixth Tense: Part 2” o “The Sixth Tense: Origin” asegurándose el llenar su bolsillo cómodamente, decepcionando seguramente a un puñado de espectadores y críticos; o seguir con sus propias ideas.
La elección correcta, como bien sabemos, es la segunda y Shyamalan no dudó. Aun así, dentro del segundo camino hay infinidad de variantes posibles. Él escogió la más difícil, “Unbreakable”. El porqué es simple: un thriller con toques fantásticos (dedicado al cómic), frío y distante en la superficie sólo huele a trabajo muy arriesgado, a poco que ganar y mucho que perder.
Afortunadamente, él es un maestro, y ya se vislumbra en las primeras escenas (dentro del tren, el hospital…). Procura un movimiento lento de cámara dando mucha importancia a los diálogos y a las facciones y (aparentemente pocas) reacciones visibles en los personajes. El guión está bordado concienzudamente, junto con la música y fotografía, que encajan a la perfección. Todos ellos, una amplificación del mensaje.
Es de las películas que más sentimientos aflora sin ser sentimental, y más real me parece sin ser realista. Es un modo de hablar de lo humanamente posible dentro de posibilidades insospechadas, del bien y el mal sin hipérboles innecesarias. De la inquietud, como la que tuvo el director para empezar una obra de tal calibre. Gracias.