Tres horas de ver crecer la hierba. Hacia las dos horas de truñometraje la gente ha empezado a salir de la sala escopeteada, y sinceramente, me he quedado con la esperanza de que pasara alguna cosa pero no. El final es una maniobra barata con ínfulas de vuelta de tuerca, tan fallido como el resto del bodrio éste, infumable de principio a fin.

Me produce curiosidad saber si todos los que han premiado esta película, así como quienes escriben las críticas que la ponen por las nubes con puntuaciones de 9 y 10, realmente han conseguido ver la película entera o sólo han dado estás votaciones por quedar bien, por ir de intelectuales y de profundos.

Hacedme caso, no la veáis.

Decepción es lo que sentí después de ver esta película, injustificablemente encumbrada, en la que lo único salvable es la presencia del gran Sutherland. La cinta es espesa, lenta, previsible, aburrida...

Las sesiones de psicoanálisis de la protagonista no aportan nada, los diálogos son insubstanciales, la relación romántica entre la chica y el detective, además de previsible, es desangelada, los personajes que deberían dar fuerza a la supuesta intriga del film (desde casi el principio de la historia se prevé quién es el "malo") aparecen fugazmente o son nombrados de pasada, sin quedar muy clara su importancia en la trama. En general no se profundiza en ninguno de los temas que trata, se exponen de una forma muy superficial, no hay nada en esta película que enganche, interese o simplemente entretenga.

Añadir a todo esto la excesiva oscuridad de la cinta.

Infumable...

Oz convierte con éxito en comedia musical el film de ciencia ficción dirigido por Roger Corman.

Una planta venida del espacio, antropófaga y cachonda mental, atormenta a un pobre y acomplejado florista de extrarradio (Rick Moranis) obligándole a proporcionarle víctimas para sus almuerzos, a cambio de este "favor" la planta dota al chaval de éxito en los negocios y en el amor.

Lo mejor de la película:
- La voz de Audrey II (la planta)
- La visita del paciente masoquista (Bill Murray) al sádico dentista (Steve Martin); tronchante. Y la canción del dentista:
"Cuando yo era joven, sólo un niño malo,
mi madre se daba cuenta de las cosas graciosas que hacía,
como disparar a perritos con una pistola de balines.
Envenenaba a los peces, y cuando terminaba,
encontraba un gatito y le pegaba en la cabeza.
Entonces es cuando mi madre dijo...
Hijo mío, creo que algún día
encontrarás la forma de realizar tus instintos.
¡Serás un dentista!
Tienes talento para causar daño a las cosas.
Hijo, sé dentista;
la gente te pagará para que seas inhumano.
Tu temperamento no es adecuado para el sacerdocio,
y la enseñanza te sería aún menos apropiada.
¡Hijo, sé dentista!
¡Serás un éxito!"

Absolutamente recomendable.

Breve sinopsis (no se desvela ningún spoiler): Dos adolescentes, Patricia y su prima, son atacadas por un asesino cuando regresan de una fiesta por la noche. Patricia, afortunadamente, consigue escapar con vida. El inspector de policía asignado al caso empieza a desconfiar del testimonio de Patricia cuando la chica cambia la primera versión que dio por otra en la que acusa a su hermano del asesinato de su prima. A partir de aquí se inician las pesquisas del inspector y el desarrollo de la película.

Típica película policiaca, sin ser espectacular consigue ser interesante, con un final bien resuelto e interpretaciones correctas, destacando Sutherland. Recomendable para pasar un rato entretenido.

En los primeros segundos de metraje de este bodrio, Bergman, intercala un fotograma con un pene erecto (acompañado de un silbidito jocoso) y ya nos da una idea del tipo de tomadura de pelo que será el resto... Bergman se carcajea una vez más de los espectadores y, como siempre, hay una legión de zombis que han aprendido que a Bergman se le pone un 10 haga lo que haga... No me queda muy claro si con la imagen del pene solamente se cachondea del personal o si nos está mandando a tomar por c... por imbéciles y por aplaudir algo que, él mejor que nadie, sabe que es infumable. Qué gran verdad eso de que más vale caer en gracia que ser gracioso.

Le doy un sufi por las actrices, con el material que había no se les puede pedir más.