¡¡qué peli más bonita por favor!! Y mira que yo más bien pensaba que no me gustaban las pelis así, antiguas, actuadas con entonación de teatro. Tuve la suerte de verla en pantalla grande en el cine Chantal de la Filmoteca Popular de Madrid (lugar que recomiendo muchísimo a todxs lxs amantes del cine), y fue una hora de coro de risas y oooes, una empatía que trasciende época y formato. Porque la historia que cuenta esta película es importante, mucho. Y luego, accesoriamente, la emoción (y la extrañeza) que produce ver el retrato vivo de ese Madrid no tan antiguo, el vértigo del abismo de este mundo moderno que Fernando finalmente no ha podido evitar.

Ver algo con los ojos y sentirlo en el tacto y en la boca. Pesa, empalaga, densa, densísisma, calor de carne humana, textura de miel o de brea. Absoluta perfección de planos, de gestos, de tiempos, de colores, de coreografías. Es muerte pero es sexo. Sexo en todas las cosas que no son sexo. Vida básica animal latiendo en la vida humana más sofisticada de telas, cuberterías, peinados y modales. Tuve la suerte de verla en pantalla grande (hay un maravilloso cine en Santa Engracia (Madrid), que repone películas antiguas los lunes). Salí removida, con la sensación de haberla vistso con el estómago.

Pues a ver la fotografía es muy bonita, y los actores también, y yo creo que por eso muchos la ponen de obra maestra. Hay un montón de planos de reflejos en espejos, encuadres que dicen lo que tienen que decir, momentos de silencio perfectos, ni muy largos ni muy cortos, todo así muy fluido y por eso digo que es una peli agradable. Que a mí personalmente me parece malilla porque, es que, ¿en qué momento se ve que ellos se amen? ¡Si es que les va fatal desde el principio! (Aunque es verdad que lo de encontrar historias de amor verdadero o mínimamente realistas en el cine está difícil). Yo al principio pensaba que sería una peli más coral y más compleja pero a mitad de la cinta destilan la historia y ya todo se reduce a dos amantes con personalidades bastante planas, la verdad. Y luego ese final... Yo no sé... para mí un poquito sacado de tono (del tono general de la película y de lo que ha sido la relación de estos dos).

Lo que sí me gustó mucho es el hilillo argumental que hay entorno al folclore / metáfora de la identidad de los personajes, que sobre todo sufre ella. Muuuy interesante la transformación (primero uso partidista, luego adaptación a la cultura francesa de acogida, luego ya totalmente enajenada en el show pseudo-latino final) de la música a lo largo de la película. La pena es que esto se quede como en un segundo plano. Pero bueno, ahí está, y está muy bien. A mí que me fijo mucho en esos temas me dijo más del contexto político que otros hechos más evidentes que suceden.

Yo le voy a poner un 6 para bajarle un poco los humos, que me la habían pintado como "nuevo clásico atemporal" y cosas así y no es para tanto, pero vamos que sí la recomiendo, está bien.

Da como cosa poner un 10. Nade pone dieces. Te reservas, racaneas, reservas el 10 a lo divino. Yo voy a guiarme por la descripción que hace filmaffinity de ese 10: excelente. Victoria no es perfecta, pero es excelente. Si los argumentos increíbles de las típicas pelis de acción de Hollywood estuvieran actuados y dirigidos con naturalidad, o si consiguiéramos creernos que la realidad supera a la ficción, Victoria podría ser un documental. Me rompió la cabeza porque era a la vez eso y no: extremadamente ficción, extremadamente la vida.

Yo ni siquiera había leído que fuera un plano secuencia, ni me fijé. Quizás si sabes eso de antemano te condiciona a estar atenta y ver los fallos. Yo tuve la suerte de encontrármela sin saber nada y desde luego que me surtió el efecto que se espera de los planos secuencia: es como un paseo. Un paseo sin más, con todas las conversaciones y escenas menores que se dan en un paseo, y un paseo de película de acción, con todos los giros fantásticos pensados para hacerte mantener la atención.

Me tuvo varios días atrapada, viviendo mi propio plano secuencia como si a la vuelta de la esquina fuera a ocurrir cualquier cosa.