Esta película es otro de los salvoconductos que ha perpetrado Robert Englund para seguir dando que hablar en el cine Underground . La película se deja ver, aunque las comparaciones con la Suspiria de Argento son inevitables. Como toda película de serie B tiene una trama bastante básica que según va pasando el metraje va haciendo aguas. El filme merece un simple aprobado pero le pongo un siete que explico en el spoiler a continuación .

Buenas sensaciones... hasta la mitad de la pelicula. La dra. (Rachel Weisz) pierde toda su credibilidad al desencadenarse el "enamoramiento" con nuestro héroe y los malos malísimos se sacan de la manga un superhombre manipulado genéticamente que ya hubiesen querido en Soldado Universal.

La historia cuenta la típica vuelta a los orígenes de un fracasado que dejó atras su pueblo hace diez años. Según va experimentando situaciones rocambolescas el hombre comienza a reencontrarse consigo mismo y cultivar cosas positivas y todo gira hacia un argumento totalmente predecible. Típico argumento de "Yo era una persona perdida y ahora en mis raíces he encontrado la luz". Todo esto aderezado con un sucedáneo de humor negro con gags repetidos hasta la extenuación ("me voy de putas" "engordaste") que no provocan ni media sonrisa. A medida que la ñoñería se va apoderando de la historia se hacen más patentes las apariciones de la banda sonora que no hace sino confundir y dejar más en evidencia la deriva del guión. Sinceramente discrepo totalmente de la crítica que ve frescura en un desarrollo cursi y muy manido.

La verdad que más que al género de terror yo la clasificaría dentro del horror... Eso es exactamente lo que se siente al aguantar esta bazofia hasta el final. Finalmente llegas a la conclusión de que nunca hubo lugar a que esto tuviera algún sentido. Película mala, malísima, el resto es enredar sobre un argumento que no merece la pena ni comentar.

Llevo 15 minutos mirando atónito a la tv y ha conseguido al mismo tiempo: aburrirme solemnemente, crearme una enorme vergüenza ajena de ver un intento de chiste infantil alargado hasta la arcada y unas ganas inaguantables de cogerme un avión rumbo a Turquía para conocer al elenco de esta serie bate de béisbol en mano. Yo al menos tenía el mando para acabar con esa agonía pero no pude evitar compadecerme de los pobres dobladores al castellano que por obligación hayan tenido que sufrir este engendro en toda su extensión.