Trepidante nueva entrega del agente 007, tras un intermedio de seis años en los que la franquicia se daba por muerta, que supone una vuelta de tuerca con lo típicos clichés del agente y de la saga en general, lo reconozco, pero realmente espectaculares, bien hechos, con sentido de la emoción y del suspense y que no te dejan ni un minuto de respiro.
Pero además de un buen guión tuvieron la inmensa suerte de contar al fin con un actor lleno de carisma y buen hacer que supo mezclar lo mejor de Bond y sus mejores cualidades propias: el irlandés Pierce Brosnan, que, pese a que en ocasiones lo supera incluso, logró ser para mí el segundo mejor James Bond tras Sean Connery.

Mark Pellington aprovechó, por suerte, todo lo que la película podía dar de sí en este perfecto entramado cinematográfico, que pese a que lo que más destaque sea su tremendo desenlace, el resto es también muy a tener en cuenta: los efectos, la impactante música, la trama bien aramada y muy intrigante, que incluso en sus puntos muertos logra seguir enganchando, el duelo actoral entre Jeff Bridges y Tim Robbins, que es de los mejores y mejor bien resueltos de los que recuerdo...

En definitiva, una película que, pese a que en un principio no te llame la atención, debe visionarse para dejar fascinarte por ella y para sobrecogerte con un frío y realista final, un final sorprendente, impactante y aterrador, que no lograrás predecir ni queriendo, que termina de redondear una gran película.

Pierce Brosnan nos dice adiós, pero de la mejor manera posible: estando a la misma altura que la excelentísima Goldeneye con esta adrenalítica última aventura de 007, que logra borrar el infausto recuerdo de la anterior y logra incluso imprimir acción e intriga con giros inesperados a la vez, algo un poco inédito en la saga.
Además, Pierce logra que su Bond evolucione y resulte perfecto y todo el conjunto resulta sobresaliente, sobre todo la acción, que es la más espectacular de la saga, realmente emocionante.
Gracias por esta pedazo de despedida, Pierce, y gracias por tu genial James Bond.

Pierce Brosnan sigue siendo el segundo mejor James Bond en su segunda aventura, que resulta algo decepcionante si la comparas con Goldeneye, pues si tiene acción de la mejor y más que suficientemente buena como para mantenerte entretenido dos horas, al guión le falta la inteligencia de la anterior de Brosnan, sólo se preocupa por mejorar la tensión de las secuencias de acción cada vez más y el intelecto y la preocupación por ofrecer momentos y personajes convincentes quedan en segundo plano.
Pero por ello no deja de ser un estupendo entretenimiento.

Esta serie me ha enganchado desde el primer día hasta el último, provocándome una emoción y un torrente de emociones que pocas veces he experimentado.
Las actuaciones, sobre todo Kiefer Sutherland, son fenomenales y los guiones son de lo mejor.
He logrado ver la séptima subtitulada y es de lo muy mejor, no de la serie, sino de la televisión en general.
En definitiva, una serie de visión obligada.

Temporada:
1ª: 10.
2ª: 10.
3ª: 10.
4ª: 10
5ª: 10.
6ª: 9,5.
Redemption: 10.
7ª: 10.

Por favor, engánchensen a esta maravilla.