Luhrmann abandona el musical moderno para realizar un western romántico. La cinta es un collage de diferentes películas, se coge un poco de “Río Rojo”, una pizca de “Memorias de África” y otro tanto de “Lo que el viento se llevó” y tenemos una nueva épica historia llamada Australia.

Aunque el film es más que correcto, no aporta la frescura de los anteriores trabajos de Baz Luhrmann. El director trata de aproximarnos a la cinematográficamente poco tratada situación de Australia en la mitad del siglo XX, un “far-west” con aborígenes marginados y muchos prejuicios. Lo consigue, pero se queda simplemente en eso.

El guión no justifica las casi tres horas de metraje, ese intento de aproximarse de nuevo a “Lo que el viento se llevó”, con su larga duración.

Nicole Kidman realiza una gran actuación, demostrándonos una vez más que puede adaptarse a cualquier tipo de papel, no como Hugh Jackman que le queda mucho mejor su rol de héroe y tipo duro que no el de romántico galán.

Como conclusión, estamos ante una película, que aunque consigue su objetivo, no pasará a ser un clásico. Siete años de descanso entre Moulin Rouge y Australia no han servido para realizar una grandiosa obra, como es su predecesora.

Ching Siu Tung, el director de la fantástica 'Una historia china de fantasmas' y coreógrafo de películas como 'Hero' o 'Shaolin Soccer', se hunde al más bajo nivel en este patético film de acción y artes marciales, protagonizado por un gordo Steven Seagal.

Aunque ya nos podíamos esperar un nefasto film del intérprete de títulos como 'Venganza ciega', 'Alerta máxima' o 'Buscando justicia'; se puede tener la esperanza de encontrar algo de calidad si esta la dirige el realizador chino Ching Siu Tung.

No se engañen, estamos ante una patraña de película con el original guión de un ex-agente de la CIA, al que le secuestran la hija un grupo terrorista tailandés. Evidentemente a partir de aquí todo son patadas y tiros para rescatar a su hija; pero no es Steven Seagal el que propina esas patadas, porque el chaval está para el arrastre, fofo y gordo no es capaz ni de dar el más simple de los saltos y es doblado en todas las escenas de lucha.

Hablando de las escenas de lucha, estas son patéticas, nada dignas de Ching Siu Tung, ninguno de los actores sabe hacer lo que se supone que se debe hacer en un film de estas características.

Total, ni se les ocurra ver el film de un buen director que supongo se habrá dado un golpe en la cabeza para participar en esta farsa.

Robert Rodríguez es un entusiasta de los cómics, y en Sin City se hace evidente, ha trasladado magistralmente éste a la pantalla, se nota la colaboración directa de Frank Miller. Ver Sin City es como estar leyendo el cómic y que de repente cobre vida.

Es un gran acierto rodar en blanco y negro (como en el cómic) para dar ese ambiente decadente a la ciudad y conseguir unos personajes atormentados y los toques de color para resaltar escenas, como por ejemplo la belleza de las mujeres, simplemente genial.

La interpretación es correcta, con un resurgir de Mickey Rourke sorprendente, demostrando que sabe hacer algo mas que ser un tipo duro. Benicio del Toro lo borda, como ya nos tiene acostumbrados, Bruce Willis en un papel hecho a su medida y así el resto de personajes haciendo un trabajo correcto.

Muchos dirán que es una simple película de acción, que hay mucha violencia, que los personajes parecen inmortales o que el movimiento de la cámara es muy simple. Pero es que de eso se trata, es un cómic.

¿Como puede ser que el maestro de la Sci-Fi y de las historias de marcianos haya hecho una película tan vacía?
Seguramente es debido a que está acostumbrado a unos hombrecillos verdes más amigables, amigos de Elliot, que nos invitan a tener con ellos un encuentro en otra fase, o que exploran nuestro mundo en busca de Inteligencia Artificial.
Steven sabe manejar la cámara como ninguno, la primera hora de metraje visualmente (no solo por los efectos especiales) es espléndida y transmite al espectador la tensión necesaria para hundirse en la butaca. Pero una vez los extraterrestres salen a escena el director va dando tumbos hasta el final del film. Salvando algunas escenas realmente dramáticas y muy duras "con vendas en los ojos" la película es muy floja y con un guión, aunque el final ya lo conocíamos, pobre y mal resuelto.
Tom Cruise está correcto en su papel de padre salvador, aunque es eclipsado por la pequeña futura star de Hollywood Dakota Fanning, un placer verla actuar y Tim Robbins en su papel desquiciado está en su justa medida, aunque se podría haber aprovechado más.
En conclusión una película muy floja y nada digna de un director que normalmente sabe hacer las cosas bien.