Mala, mala con avaricia. Absurda, pesada, de narración lenta y a base de tirones; una sucesión de parches narrativos e incoherencias argumentales. Redundante en donde no debe, y omisa en donde debería no serlo. El final nunca llega, se estira, no sabe acabar, quiere contar demasiado, sin tener nada que decir. Excesiva en todo. Demasiado dialogo hueco, demasiado ruido visual y sonoro; hasta la música, a ratos, llega a molestar. En la próxima entrega, tanta destrucción acabará con el mundo. Literal.

Sórdida, ordinaria, sin guion. Reiterativamente soez, plantea todo un metraje a base de chistes bajos y repetitivos hasta la extenuación. Quiere burlarse del género superheroico, pero no lo hace para criticarlo, sino para empacharse de todas las miserias posibles: amoralidad, pornografía y violencia sin sentido. Alaban que ha roto la cuarta pared, ¿Y?, eso no la hace grande.

P.D. Hay padres que deberían informarse un poco antes de llevar a sus pequeños a ver una película de clasificación adulta. Y ya de paso, también, los taquilleros podrían informar de algo. Mi sala estaba repleta de padres con hijos pequeños. Algunos pocos valientes empezaron a salir de la sala a cuentagotas.