No hay duda de que estamos ante una de las obras mayores de Michael Mann. Haciendo valer su increible talento para mover la cámara y manejar el ritmo como nadie, el director nos presenta un film inusual, lleno de suspense, intriga, dosis de humor y sorpresas. Cada plano del film, desde el fascinante retrato de L.A, o los primeros planos en el taxi, dejan helado al espectador. Mención aparte merece la escena de la discoteca rodada con gran maestría, casi a la altura del famoso tiroteo de Heat. Y la música, acongojante como en toda película de Mann.

Este magnífico ejercicio narrativo nunca visto llega a eclipsar al que es sin embargo un guión de diálogos mil veces vistos, metidos con calzador, y extremadamente tópicos, con excepción de algunos pocos. Afortunadamente el guión si es efectivo a la hora de perfilar a los personajes y desarrollar gran parte de la trama. Este fue posteriormente re-escrito por Frank Darabont y finalmente por el propio Mann.
Tom Cruise hace el papel de su vida... Jamie Foxx magnífico, y no podemos olvidar la corta pero inolvidable aparición del narco colombiano encarnado por Javier Bardem.
Aunque aquí hay opiniones muy diversas, a mi juicio, los 30 últimos minutos del metraje, aunque los diálogos mediocres que nunca dejaron de ser forzados ya se dejan ver claramente porque son los que ahora hacen avanzar la acción, son un insuperable ejercicio de suspense.
Por detrás de El Dilema y Heat, ya que estas tenían además mejor guión, pero perfecta técnicamente.
Mi puntuación:8'1

Stalker, la segunda obra maestra que consiguió Tarkovsky , nos traslada a La Zona, un lugar completamente de origen desconocido. Unos piensan que se trata de un lugar provocado por un meteorito que cayó hace años, otros la zona de aterrizaje de una cultura extraterrestre.
Lo curioso de La Zona, y lo que llama la atención de los curiosos, es el lugar llamado "la habitación", donde al parecer, se cumplen los deseos más profundos.
Los "stalkers" son los encargados de guiar a las personas que lo deseen por los peligros de La Zona, que son muchos, hasta llegar a la habitación. Estas personas son gente desdichada, en este caso, un escritor y un científico, cada uno con sus intereses personales, que buscan sobretodo encontrarse a sí mismos, saber si son buenas personas, la felicidad perdida...
La perfección técnica de la obra, la capacidad del director para transportarnos realmente a los lugares que se muestran, la extrema belleza de las imágenes, las interpretaciones magistrales de sus intérpretes, convierten al film en una obra maestra más allá de las posibles explicaciones que se hagan del argumento. Como ya haría en otras obras de su filmografía como Solaris, Andrei usa magistralmente los tonos sepia, con el color en las escenas de La Zona.
Tarkovsky nos muestra aquí su gran madurez artística, a través de un estilo único, donde deja de lado los cánones del cine contemporáneo, para involucrarnos y envolvernos en el viaje a lo desconocido.
A pesar de ser una obra maestra, se puede nombrar como incoveniente, las limitaciones a la hora de mostrar de forma metafórica a un dios personal, que existe en un lugar concreto, en vez de mostrar al dios de Spinoza o Einstein.
Mi puntuación: 9’3

Una peli que vi por recomendación de un primo mío.....si.......no os preocupeis,ya lo asesiné.
El caso es que es curioso como en Inglaterra, los buenos humoristas se ponen a hacer películas y les sale La Vida De Brian o El Sentido De La Vida...en Italia se ponen y les sale La Vida Es Bella.....y aquí en España, se pone un prestigioso humorista y le sale esto.....gracias Juan, por hacer que te odiemos.
En cualquier caso, merece la pena verla por la presencia de un señor que hace más gracia callado que sus compatriotas contando chistes...el gran José Luis Cortés.
Mi puntuación:1'3

Estamos ante uno de esos trabajos cuya sola posibilidad de haberse realizado y poder disfrutarse es ya un logro en sí mismo. “Las Niñas de Oro” trata de mostrar la mitad oculta y a veces silenciada de la historia del conjunto español de gimnasia rítmica bicampeón del mundo y campeón olímpico en Atlanta ‘96. Un equipo que no solo logró un hito en la gimnasia rítmica española, si no que marcó a varias generaciones, algunos niños, que aquel verano veíamos la televisión y soñábamos en ser como ellas. Sin ningún apoyo institucional, el presentador de televisión Carlos Beltrán (“Escuela del deporte”, “El sueño olímpico”) logró conseguir los medios económicos para hacer realidad el proyecto de reunir en Ávila a las siete componentes de aquel equipo en el 10º aniversario del oro olímpico y registrar dicho reencuentro. Las dificultades no acabaron ahí, pues la escasez de interés por parte de festivales y televisiones en mostrar el documental debido quizás en gran parte a su temática crítica con numerosos estamentos, llevaron a que fuera guardado en un cajón durante varios años, hasta que en 2013 se decidió liberarlo a través de YouTube. Usando como hilo los testimonios abiertos y sinceros de las gimnastas, y sin hacer uso de voz en off pero no rehuyendo excesivamente las convenciones del género, el documental logra hallar su propia idiosincrasia, focalizar siempre su discurso, hacer reflexionar, conseguir un in crescendo emocional y conmover, sin necesidad de recurrir al sentimentalismo que tanto puede tentar ante un material así.

Sin embargo, no se trata únicamente de la historia de cómo aquel equipo llegó a la cima de la rítmica mundial, si no que denuncia y retrata la deshumanización de parte de la sociedad ante sus iconos. Hechos como que el patrocinador del equipo las usara como vallas publicitarias en el podio olímpico aprovechando su desconocimiento, o que la Federación pretendiera birlarles parte del dinero que les debía, son solo algunos ejemplos. Una vez se alejaron los focos, muchas de ellas tuvieron problemas tras su retirada debido al abandono por parte de los organismos que las usaron para su beneficio y que hicieron el papel de su familia durante años, los cuales ni siquiera trataron de aprovechar después el bagaje de experiencias y conocimientos que se unió a su excepcional talento. Junto al libro “Lágrimas por una medalla” de Tania Lamarca, una de las componentes de aquel conjunto, este documental constituye un testimonio clave sobre el valor de la amistad, el trabajo en equipo, el esfuerzo, la perseverancia, el amor por lo que se hace… sobre lo que hay que dejar por el camino si queremos obtener aquello por lo que luchamos y sobre lo que también obtenemos durante ese recorrido. Y a la vez supone un haz de luz que deja en evidencia las prácticas que llevan a una sociedad a perder esos valores y a retroalimentarse mediante el abandono y olvido de los que deben ser sus referentes. En definitiva, un merecido reconocimiento y homenaje a siete brillantes heroínas que dedicaron parte de su vida a su mayor sueño y al de todo un país, y que atesoran además un legado incalculable para las siguientes generaciones.

Con El Mundo Perdido, Steven Spielberg logró hacer una secuela más que aceptable de Parque Jurásico. Esta entrega cuenta con más acción y efectos especiales que su antecesora. Sin embargo, el guión baja el nivel de forma considerable, y los detalles no se cuidan tanto como en la primera parte.
El director logra crear un film frenético, con un buen ritmo que no decae en ningún momento con pequeñas dosis de humor bien incrustadas en el film.
Los dinosaurios recreados por ordenador pese a que están algo mas desarrollados, pierden total verosimilitud por su actitud y comportamiento, adoptando a veces la forma de actores de comedia, como en el caso de los velocirraptores, a los que Spielberg traiciona. El balanceo gimnástico de la hija de Ian totalmente prescindible. Si bien en la primera parte de la saga se criticó y con razón, el escaso papel de la problemática de la ingeniería genética en el film, en esta segunda parte, Spielberg, a parte de dirigir persecuciones y tiros, cede parte de la historia a desarrollar un buen mensaje ecológico, sobre si el ser humano debe interactuar con los dinosaurios de la isla, reflejado todo esto en el papel de John Hammond, que, como dice Malcolm en el film, ha pasado rápidamente de ser un empresario a ser un ecologista.
El final alargado del film, un claro homenaje a clásicos del género como El Mundo Perdido, Godzilla o King Kong.
Jeff Goldblum, refleja correctamente en su papel el cambio de personalidad del rockero matemático de Jurassic Park, a una persona más comedida y responsable. Julianne Moore notable, como siempre.
John Williams nos vuelve a deleitar con una banda sonora memorable, correctamente encuadrada dentro del film.
No es Parque Jurásico, obviamente, pero al menos mejora con creces la tercera parte de la saga, totalmente detestable, incoherente, absurda, con aire de telefilme americano y con ninguna credibilidad.
Un Spielberg normalito,también es preferible a un Emmerich inspirado, o sea que no nos quejemos.
Mi puntuación:6