La obra decepcionará a los que esperen ver una de acción, tiroteos, explosiones, persecuciones frenéticas, esto no es ‘Blade Runner’, a mí lo que me queda es una del género de cine negro en el futuro, con un protagonista que bien podría haberlo hecho Bogart, con diálogos que se te quedaran, un monólogo final para la historia, es un paraíso para los amantes de citas cinematográficas (Spoiler), ello gracias al extraordinario guión escrito por Hampton Fancher en primera instancia pero que Ridley decidió cambiar parte del escrito, pero este se negó, por ello contrató a David Webb Peoples (‘Doce Monos’ y ‘Sin perdón’), y se perfiló la narración, el resultado como buena muestra de este género hace una deprimente radiografía de la condición humano, cada vez mas deshumanizada, es un trabajo de basto calado. Con todo lo bueno dicho hay pequeños detalles que me chirrían, que además me duelen pues no creo hubiera sido problema subsanarlos y que no sean demasiado pueriles (Spoiler). Recomendable a los amantes de cine, a los icono fílmicos, a las obras de gran profundidad dramática. Fuerza y honor!!!

Spoiler:

Lo que me chirría del film, es la facilidad con que los replicantes entran en contacto con los poderosos que desean matar, resulta demasiado simplista, no parecen tener medidas de seguridad, es como si al realizador no le importaran estos detalles, como si no deseara que la historia se perdiera en tramos de acción y lo sacrificará a favor de la síntesis.

Citas para la Historia:

Deckard: <No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir.>
Tyrell: <Nuestro lema es 'más humanos que los humanos’>
Roy Batty:<Chew, ojalá pudieses ver lo que hago con tus ojos.>
Deckard: <Me han dejado plantado otras veces, pero nunca cuando estaba siendo tan amable.>
Tyrell: < La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo. Y tú has brillado con mucha intensidad, Roy.>
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Roy Batty:<He visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión...He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser...Todos esos momentos se perderán... en el tiempo, como lágrimas...en la lluvia...Es hora, de morir"
En la versión original esta frase decía: "Attack ships on fire", es decir, "Naves de ataque en llamas", o "Naves de ataque ardiendo". La traducción al español (al menos en Europa) es incorrecta, pero la frase y por ende el resto del monólogo se ha quedado ya como uno de los más famosos de la historia del cine.

Admiramos una coreografía extraordinaria como es la de un infinito banco de peces que se mueven en espiral asemejándose a un tornado, vemos inmensas ballenas jugando en la superficie, saltando y dando golpes con sus enormes aletas, tornamos al cruel pero necesario ciclo de la vida en una brutal escena en la que un tiburón caza a una foca, así como una Orca busca atrapar también focas cerca de la orilla, se desplaza dejando sobre la superficie su tenebrosa aleta, preludio de muerte, nuevo giro en este marino relato, pasamos a ver exóticos animales acuáticos, saltamos a la playa, en la que unas tortugas reciennacidas se ven en la obligación de hacer una desesperada carrera de supervivencia para llegar al mar, pues unas aves intentan que sean su alimento, hasta que aparece al mayor destructor de este armónico ecosistema, ‘El humano’, que en su despiadado afán consumista no repara en todo el daño que provoca, escenificado en varias escenas, una de ellas desgarradora, es la de unos pescadores devolviendo al mar a un tiburón aún vivo, pero sin aletas, con lo que cae hasta el fondo, donde se mueve y desangra en una irremediable agónica muerte, así como somos testigos de la devastadora contaminación a la que se abocan los mares, el halo de esperanza viene dado por unos que bucean entrañablemente junto a ballenas, también vemos a otro que bucea al lado de un inmenso tiburón blanco, se pone el vello de punta, el epilogo es uno de los niños que al principio miraba el mar, esta vez viendo un grandioso acuario, para después este niño contemplar la Tierra desde un mirador en el espacio, metáfora de lo que puede pasar si no salvaguardamos el planeta. El resultado del conjunto una descomunal postal que intenta hacernos ver lo que tenemos y a la vez lo que nos estamos arriesgando a perder. Fuerza y honor!!!