Como me sucede en muchas ocasiones he vuelto a ver una película que en su primer visionado me defraudó y decido darle otro oportunidad. PASSENGERS me pareció un deja vu aburrido, previsible y decepcionante y ayer volví a verla encontrándome con una de las mejores películas de 2016. Salí maravillado de esta historia de amor tan bonita y llena de valores con un guión extraordinario, una dirección más que meritoria, un diseño de producción y unos efectos especiales de premio y un plantel de actores de primera línea.
Chris Pratt está muy bien como Jimmy...impresionante. Su gestualidad con esa facilidad para la inocencia pícara convierte al personaje en alguien cercano al que se puede comprender y aceptar. Es uno de los actores más reclamados por los directores de casting de hoy y se entienden porqué.
Jennifer Lawrence me parecía sobrevalorada y me costaba ir a ver una película con ella de protagonista y su creación de Aurora, sin embargo, me ha parecido de lo mejor que he visto en actuaciones femeninas en este tipo de cine.
No vi Gravity...ni tengo intención de verla. No admiro el 2001 de Kubrick, de hecho no he podido verla integra por aburrimiento y ni hablar de las NAVES MISTERIOSAS que aburrían a las ovejas. Pues aquí, en PASSENGERS, con algunos lugares comunes a las tres mencionadas Morten Tyldum nos ofrece un extraordinario divertimento con el que pasar dos horas de gran espectáculo lleno de sentimientos edificantes.
Muy recomendable.

Bella, intensa, bien dirigida y bien interpretada. Recuerda la atmósfera del gran Spielberg en sus ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE pero le añade más filosofía, más compromiso, más mensaje y más acción. No es mejor que la perfecta película del maestro pero está en la misma línea en cuanto a calidad.
La historia, quizás, no daba para mucho pero el talentoso trabajo de Villenueve y, sobre todo, la interpretación de Amy Adams ofrecen un espectáculo de primera clase. Ciencia ficción de las que se ven pocas. No podemos olvidar tampoco la deuda con Kubrick del que también bebe el director.
Muy recomendable y una película de culto de las que dentro de 10 años veremos en las listas de las mejores del género...sin duda.

Hacer cine religioso en España es una verdadera aventura que solo se entiende desde la Fe más auténtica. El mundo no quiere tener conciencia porque te enfrenta a esa verdad de que si suceden cosas terribles es porque el egoísmo y la falta de amor son los culpables de que las personas se hayan cauterizado y hayan relativizado todo.
Ver que hay, ha habido y habrá seres extraordinarios que por el amor De Dios y el amor al prójimo se entreguen como esta Soledad Torres Acosta no es nada cómodo para los que pasan delante del dolor y la necesidad ájenos y miran a otro lado. Esa pequeña porción de conciencia que nos queda nos atiza y nos pone delante de una disyuntiva incómoda.
Pablo Moreno nos ofrece una película bella no apta para ateos ni para egoístas. Una historia real sobre la fundación de las Siervas de Maria y la extraordinaria mujer que se entregó a esa maravillosa labor de dar visibilidad y soluciones a los más necesitados. El reparto artístico se involucra y logra una película de pequeño presupuesto y de gran corazón. Quizás sea predicar en el desierto pero es, sin duda, una predicación que es necesaria.
Sería bueno que al menos los cristianos apoyasen este tipo de cine con valores porque si no no tendrán derecho a quejarse del tipo de cine que se hace.

El "Home schooling" es algo que muchos padres querrían hacer para proteger a sus hijos de la "corrupción" del mundo y del sistema. Apartarse del mundo con tus seres queridos para protegerles de la contaminación, de la maldad, de las doctrinas peligrosas es un sueño sobre todo para personas con gran espiritualidad o con unos firmes valores morales.
En este caso el Captain Fantastic y su prole han crecido protegidos por la manada y en lugar de estar asilvestrados están perfectamente preparados física e intelectualmente como muy pocos niños, adolescentes y jóvenes pueden presumir en ningún país del mundo.
Vigo Mortensen y todo el reparto están perfectos con especial mención a un extraordinario Frank Langella que hace un papel sobrio en su línea interpretativa de los últimos años.
Causará escándalo en muchos, admiración en otros y sorpresa en todos. Matt Ross nos ofrece una película con una carga poética de primera magnitud que emociona, divierte y entretiene a partes iguales sin caer en maniqueísmo ni en adoctrinamiento. Excelentes la fotografía y la música.
Muy recomendable.

Salían de la sala una pareja de algo más de 50 años quejándose de que era diferente al TIBURÓN de Spielberg...y él le decía que, sin embargo, le había gustado. El resto de los expectadores salíamos, creo yo, satisfechos.
INFIERNO AZUL es una película con su propia personalidad que no tiene nada que envidiar a una de las grandes obras del genio de Hollywood. Las comparaciones son odiosas y es necesario que se vea esta película de Collet Serra sin prejuicios.
Blake Lively está estupenda en un papel difícil y lleno de matices que borda. Ella y ese tiburón que está siempre presente aunque no aparezca en plano creando una angustia que va de la roca a la boya pasando por esa otra gran secundaria que es la gaviota. Óscar Jaenada está correcto en un personaje sin ningún atractivo...y el resto es la magia del cine en manos de un brillante artesano que no es Spielberg pero que tampoco aspira a serlo y eso le hace traernos una película muy digna en un verano de cosecha pobre en lo cinematográfico.
Buena película para refrescarnos a base de agua y sustos.