Sí di un 7 a "No", tendría que dar algo menos a esta película.

Pero en verdad tiene cosas muy buenas, y al final decido darle también un siete; se lo merece la intelectual sra. Portman, se lo merece el trabajado, astuto y complejo guión, se lo merece la fílmicamente ajustada taracea de pensamientos y sentimientos de esta heroica Jacqueline.

No obstante... creo que Larraín pudo haber pasado a la historia con esta película; y no lo ha hecho.

Menos mal que existe esto de internet. Toda la película preguntándome de qué conocía yo a Miss Peregrine... y era de la batalla de Salamina.

Y si en eso estaba pensando durante la proyección puedes imaginar, estimado filmaffinitista, que este nuevo cuento barroco del sr. Burton no ha captado demasiado mi atención. Por supuesto, hay un derroche de imaginación visual, de colores y de pinturas, de sombras y de luces. Pero desde el comienzo ese semillero de héroes de la Marvel me dejó frío. Y cuando progresivamente una trama convencional -acompañada del abuso de efectos especiales- va apoderándose de la película, desconecto definitivamente.

Le doy seis puntos aunque quizás merezca siete; pero es que tratándose de Tim uno siempre espera una obra maestra -y esta no lo es.

Nuestro Pedro -maestro del melodrama- se deja conducir por su buen sentido (que lo tiene y en gran cantidad, aunque a veces lo disimule) y por los textos de Ms. Munro; controla sus pulsiones más triviales; y así nos regala una película ancha y profunda.

Hay cosas que sobran, pero pocas, La sra. Suárez (y también la sra. Ugarte) dan lo mejor de sí. La ambientación, perfecta. La dirección,tan clásica como moderna.

Tengo que felicitarte, Pedro. Pero ya ves, el buen cine no es el que produce mayor impacto mediático. Pero qué te voy a contar...

El sr. Kurzel nos da un par de horas de inmersión en la Escocia del año 1000, en el fuego y en la nieba. El sr. Fassbender nos da un recital de interpretación.

Todo ello es digno de agradecimiento. Tambien lo es la arriesgada decisión -para el público anglohablante; nosotros afortunadamente disponemos de subtítulos- de respetar el lenguaje shakespeariano. Quizás para compensar este arcaísmo, Kurzel espolvorea sus fotogramas con abundante sangre y de vez en cuando congela alguna imagen, como si se tratara de una película de chinos.

¿Y qué más? Pues que nadie llama a la puerta, que la sra. Cotillard no es una Lady Macbeth inolvidable, que está feo quemar el bosque de Birnam y que la lucha final con Macduff es larguísima, como si fuera jolibudiense.

Pero, amigo filmaffinista, esto último que digo son pequeñas impertinencias de shakespeariano aficionado. Te recomiendo sinceramente la película, a menos que seas un palomitero intransigente. Y aún así encontrarás cosas divertidas...

... y acaba aburriendo a este humilde espectador, que se pregunta perplejo cuáles habrán sido los motivos del admirado McCarthy para realizar esta película tontorrona y poner su habilidad fílmica al servicio de lo que no merecía ser filmado.

O sea, estimado filmaffinitista, que puedes visionarla, pero al final de la película quizás pienses que has perdido tu tiempo y que el sr. McCarthy ha fracasado en su incursión en los terrenos de la fantasía.