Haz click aquí para copiar la URL
Francia Francia · Hendaia
Críticas de Klaketa
<< 1 2 3 4 5
Críticas 23
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
24 de mayo de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de asistir a una cinta que te transmite de una manera tan auténtica, tan real, tan lúcida y tan limpia, el dolor inmisericorde que podemos llegar a producirnos mutuamente los seres humanos, es difícil evitar que el corazón no se te encoja.

Ha sido precisamente el tesón por buscar la coproducción, la impecable labor artística, la enorme lucidez y la extraordinaria sensibilidad de su directora, residente por cierto muy cerquita del barrio de Sarajevo en el que discurre la acción, lo que ha permitido que este magnífico retrato de las posguerra en los Balcanes haya podido alcanzar nuestra pantallas, desde una Bosnia donde hacer cine es un auténtico milagro.

Siempre habrá quien diga que el Oso de Oro a la mejor película de la Berlinale que se llevó este trabajo no responde a sus méritos artísticos sino al eco desgarrador de la historia que se nos cuenta o al obligado tributo purgatorio que conllevan las secuelas de estas tragedias.

Yo sin embargo aplaudo esta película en todos sus sentidos. Porque hace falta muchísimo arte para contar una tragedia tan cruenta de una manera tan exquisita y delicada, dejando entrever todo el dolor que corroe el alma de esas mujeres que sufrieron una de las peores torturas a las que se puede someter a un ser humano, la de ser humillado, vejado, violado, y, por si esto fuera poco, condenado a engendrar y amar esa vida que su enemigo ha sembrado inicuamente sin otro propósito que el de producir odio, odio que será muy difícil de borrar en muchas generaciones.

Después de las tragedias siempre se buscan cabezas de turco, chivos expiatorios de los desmanes colectivos. Podremos juzgar y condenar a Karadzic, a Milosevic, a Izetbegovic, y al sumsumcorda, pero esto no nos redimirá de nuestras responsabilidades, que siempre son personales e intransferibles. Porque ellos no violaron a las más de 20.000 mujeres que fueron brutalmente torturadas y preñadas por el odio. Ellos no torturaron y asesinaron a 100.000 personas. Fueron personas como tú y como yo, con nombres y apellidos, que bien pudieran haber tomado otra actitud y no lo hicieron.Cada cual es responsable de sus actos, y no valen medias tintas.

En ese sentido, si alguna vez el arte estuvo obligado a comprometerse sin condiciones con la realidad, ésta ha sido una de esas ocasiones. Y hemos tenido la suerte de descubrir y contar para tal menester con una directora, Jasmila Žbani&#263;, de esas que me fascinan, que saben contar sin decir, que saben transmitir todo lo esencial sin hurgar en la herida, que saben mantener en alto la antorcha de la esperanza en el pozo más oscuro de las miserias humanas. Y en esa ardua labor ha contado con dos actrices, Mirjana Karanovi&#263;, habitual de Kusturica, y la novel Luna Mijovi&#263;, en los papeles de madre e hija respectivamente, que tal es la autenticidad que transmiten que te parece estar presenciado un documental.

En definitiva, una película imprescindible por su particular tratamiento.
Klaketa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
24 de mayo de 2007
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me regalaron las entradas y aún así me salió caro. Dos horas dedicadas a la destrucción de un personaje. ¡Menudo mamarracho de spiderman! No quiero ni pensar lo que puedan opinar los seguidores del comic porque esta cinta sobrepasa lo insultante. Sólo rescataría alguna escena de acción que, a mi juicio, vuelve a estar sobreacelerada. A decir verdad, no logro a terminar de entender esa fijación de los infógrafos por la velocidad extrema. En cualquier caso os podéis ahorrar el tiempo y el dinero.
Klaketa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Nömadak Tx
Documental
España2006
7,5
225
Documental
8
24 de mayo de 2007
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando oigo el sonido de este singular idiófono percutido que es la txalaparta, algo atávico parece activarse muy dentro de mí. Esa vibración ancestral que evoca el galope del caballo, ese batir libre de la madera contra la madera, ese diálogo entre lo masculino y lo femenino, entre lo permanente y lo mutable, esa unión entre lo posible y lo imposible en un intercambio de llenos y vacíos, esa alquimia que culmina en el matrimonio de los opuestos como si de un intenso orgasmo se tratara, esos juegos rítimicos primigenios me llevan sin remisión a territorios desconocidos para mi razón.

Y es que en la txalaparta se produce un diálogo de contrarios que se encuentran en el espacio que te da el otro interlocutor, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, sin límites, pero con el respeto al espacio del otro sin cuya participación nada es posible.

Partiendo pues de la mano de estas premisas que son fundamento de este mágico instrumento asociado tradicionalmente a la fiesta y a la celebración, y reconvertido en los últimos años en un medio de expresión que parece congeniar por su propia naturaleza intrínseca con todo aquello que quiere manifestarse espontáneo y sin condicionamientos ni papeles pautados, los autores de este documento nos trasportan a un viaje de color y sonido. El realizador, Raúl de la Fuente, nos hablaba de una partitura, de una canción, pero es un auténtico relato ilustrado con música e imágenes, un cuento con colorines en el sentido más amplio de la palabra.

En este viaje abierto que nos sugiere la txalaparta como telón de fondo permanente, Arcaitz Martínez e Igor Otxoa nos acompañan en una visita veloz pero profunda a diferentes culturas, donde apenas sirven las palabras porque el espíritu universal del ser humano se manifiesta puro por encima de los idiomas y de las diferencias. Ya se trate de adivasis, samis, mongoles o beréberes, el encuentro es posible porque hay muy poco que nos separa y mucho sin embargo que nos une. Y ahí está la música para poner voz al alma colectiva en una fantástica fusión de sonidos y esperanzas.

En definitiva, un trabajo muy meritorio, máxime en las situaciones de precariedad de medios y condiciones extremas de temperatura en la que se grabaron algunas escenas. La música y la imagen, tratadas de manera muy notable, relegan a la palabra a un segundo plano, y lo de menos son los idiomas que salpican el documental porque lejos de dificultar la comprensión hablan más allá de sus significados concretos.

Los 5 o 7 minutos finales son sencillamente apoteósicos; dan sentido por si solos a toda la cinta. Ponen la guinda al pastel con una espléndida traca final de fuego, luz y color. En definitiva, una propuesta de cine diferente, sugerente, serena, hecha a tempo del batir del corazón vasco, que sin ser una obra maestra de nada, nos ofrece una serie de atractivos nada usuales, entre los que destacaría la autenticidad, la sencillez y la belleza.
Klaketa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow