La trama gira en torno a una investigación criminal. Formalmente es una película convencional. Sin embargo, el desenlace es bastante inusual e inesperado. Además, los elementos culturales indios pueden resultar llamativos y confusos.

Un acusado y su abogada plantean y construyen diferentes versiones de la misma historia con el fin de escoger el relato más coherente para la defensa. Por momentos, esas versiones actuadas se alejan tanto del narrador que el espectador puede perder la referencia. Si uno no presta la suficiente atención puede que, después del twist final, tenga que volver a verla para comprender todo lo que ha visto. Lo más decepcionante, la actuación de Mario Casas, inverosímil, inexpresiva, plana.

RESUMEN: El documental no muestra que los afroamericanos sean encarcelados sin motivo, simplemente lo presupone en base a que en el pasado hubo racismo y el encarcelamiento masivo es un gran negocio para algunos. Habría sido interesante indagar en ello, en vez de rodar esta patraña.

CRÍTICA: He entendido el negocio en torno al encarcelamiento, la dureza del sistema judicial (del que se beneficia dicho negocio) y la dificultad de rehabilitación y reintegración social de los presos. Además, quién tiene dinero puede evitar la cárcel.

Sin embargo, me parece maniqueo el juicio que hace el documental sobre la situación de la población reclusa. Utilizan el trato que recibe un inocente que está preventivamente en prisión (y que no debería estar), ¿pero cuán representativo es un caso así entre la población reclusa? No sacan casos de personas problemáticas que han cometido delitos graves. ¿Las prisiones están repletas de inocentes?

Pero también se habla de racismo. ¿Dónde está el racismo? Quien es encarcelado es porque decide cometer un delito. Parece que en la cárcel sólo hubiera latinos y afroamericanos inocentes. Este documental sí que es profundamente RACISTA. Y la manipulación de las grabaciones es vergonzante. Se sirven de la lucha por los derechos civiles y de los pasados ataques raciales para dotar de base a un supuesto racismo sistémico sin la menor argumentación.

Este documental NO es un retrato de lo que la sociedad sueca ha generado a través de su cultura y sus políticas sociales, sino una reflexión sobre el individualismo y un intento de exaltar el crecimiento del mismo entre la sociedad sueca.

El estado del bienestar, la cultura del respeto a hacia el desarrollo personal y quizás un carácter menos sociable de su gente en comparación con otras culturas probablemente ha sido un buen caldo de cultivo para acelerar el individualismo gracias a la suma de factores recientes como el mayor uso de las redes sociales y los dispositivos móviles, la sobre-inmigración (y el rechazo que esta genera), la aceptación social del divorcio, los avances en fertilización o el propio culto al desarrollo personal (que se extiende por todos los países occidentales).

El origen del individualismo se halla en multitud de factores presentes, en mayor o menor medida, en todo el mundo, pero que quizás han venido a confluir en Suecia y han acrecentado el individualismo, especialmente entre determinadas edades y en determinadas zonas.

El documental trata la autoinseminación, empobrecimiento de la socialización y las relaciones familiares, el materialismo y la comodidad el estado del bienestar. Es altamente sensacionalista, poco riguroso y confuso, pero también muy interesante.

¿Hay un sentimiento de soledad e infelicidad más generalizado entre la sociedad sueca? El documental sugiere pero no concluye.

Las deformidades que presenta el protagonista son tan excesivas que a veces no puedo ver sino a un actor maquillado. Y eso a pesar de que el aspecto es bastante fidedigno y las interpretaciones son buenas. Me ha parecido una película bien rodada.
El argumento es cruel; en la película únicamente se compadece de él la gente de clase alta que se sorprende de que un monstruo sea educado. Me parece que es una visión parcial e innecesariamente elitista de lo que, según he leído, fue la historia real, pues también tuvo un buen trato de gente de su entorno.
En el metraje no se profundiza mucho en cómo había sido la vida de Merrick, ni en las cuestiones médicas de su enfermedad, cosas que habrían ayudado a humanizar al personaje. Creo que la película aspira a hacernos sentir el dolor que la sociedad inflige a un humano por el hecho de estar escondido tras un montón de tumores. Sin embargo, creo que no logra más que hacer que nos encariñemos de un monstruo extraordinario.