Si algo me llamo siempre la atención de Batman desde la inolvidable adaptación del Maestro Tim Burton, fue que Batman no es un súper heroe, el no trepa por las paredes, ni te congela con su aliento, tampoco puede volar, y sobre todo no es indestructible. Bruce Wayne y su alter ego son personas del mundo real, que se valen de los avances de la tecnología para detener el crimen. Y esta película aunque ficción sigue siendo, muestra como un superhéroe puede parecernos real no por los efectos visuales, sino por la espectacular trama y desarrollo tan inteligente que tiene este film. Christopher Nolan nos muestra como es realmente el Hombre Murciélago. Sin duda alguna para la gente que respeta el autentico Batman, como la que le gustan los buenos thrillers disfrutara muchísimo de este Renacer del Señor de la Noche.

Qué decir ante un clásico como este, no solo del genero de la animación sino todo un clásico de la historia del cine. Porque para apreciar esta película no basta con entretenerse con su familiar y genuino contenido sino entender a que época pertenece y comprender el avance que resulto ser para aquel entonces. Encontrar unas animaciones y decorados detalladísimos, aun hoy en día, por el 1937 no era difícil sino prácticamente imposible. Con un colorido sin igual, con una estupenda banda sonora y con una historia sencilla pero cautivadora, amena e inmortal.

Porque todos los/as amantes de Pixar o de los recientes largometrajes (llamados algunos clásicos sin serlo) de la factoría Disney deben reconocer que, hoy existe La Bella y La Bestia, El Rey León, Toy Story, Wall-E o Up entre muchos otros gracias a que un hombre invirtió todo su fortuna y lo más importante, su ilusión y esfuerzo en crear el verdadero clásico, el que demostró al publico que pequeños y mayores pueden disfrutar una hora y media de dibujos animados; y que a veces esos dibujitos llegan más al corazón que la mayoría de la películas de acción real.

El Clásico de Clásicos Disney envejece de maravilla y podrá seguir cautivando a las próximas generaciones sin ningún problema. Todo porque contiene la esencia, el espíritu Disney en su máxima expresión.

12 de Julio de 2006.
Nunca olvidare el estreno de esta peli, el Más emotivo que he visto en mi corta vida.
Nada más empezaron los créditos iniciales las mas de “1000” personas vestidas la mayoría con la camiseta de la “S” empezaron a gritar, silbar y aplaudir al mismo tiempo que la fanfarria de Superman se oía de fondo a todo volumen; en ese momento me encogí con los pelos de punta en mi asiento, una experiencia como dicen de CINE. Empezaba el regreso; “Bryan Singer” ha hecho una magnífica secuela a la altura de la original de “Donner” y ayudada gracias a los avances. “Brandon Routh” la clava es la viva imagen del maravilloso “Reeve” la imagen viva del superhéroe en el cine. El sentimentalismo, la acción, la emoción, los personajes, la gran música todo vuelve. Destaco también la gran actuación de “Mr. Spacey” el cual se sumerge de lleno en su papel. El resto pura magia, un autentico HOMENAJE al clásico del cine que nos enamoro a tantos. La continuación directa que se merecía después de una segunda parte regular y dos secuelas deprimentes. Después de más de 20 años sin el autentico Superman este gran regreso no se mantendrá desgraciadamente, no debido a la regular recaudación sino a las voces crecientes de reinicio. Me hubiera encantado una secuela más o dos, pero esta peli ya es parte de la historia del hombre de acero y eso nadie lo puede evitar. Confiemos ahora en “Nolan” y “Snyder” a ver que se les ocurre.

Esta es un mal ejemplo de secuela, una película llena de situaciones pésimamente tontas como lo es la pura adolescencia, algo que quiere reflejar a través de unas ardillas que pierden mucho el encanto de su buena primera entrega, un quiero pero no puedo exagerado .Un domingo si estas aburrido y no sabes que hacer, píllatela donde puedas y ponte a verla con los peques de la casa o de la familia, es el único método para disfrutar de esta “película”.

Así es, atenerse al contenido original hubiera supuesto, aun y todo rellenando las lagunas narrativas que tiene el relato, un autentico espectáculo tanto visual como dramático. Uno que podría haber sacado verdadero jugo a semejante elenco de actores y que además contendría muchas lineas subliminales en que reflexionar.

Pero lo que este fantástico (de vez en cuando) director y su equipo de guionistas ha elaborado es un plato tan insípido que ni siquiera sus breves dosis de coherencia digital consiguen otorgarle al conjunto un equilibrio decente. Una auténtica tomadura de pelo, donde las haya, que lejos del criterio religioso que pueda tener o no cada uno, deja un sentimiénto de aburrimiento y desinterés tan apabullantes como su intención de maravillar.

Algunos se quejan de los millones que se gastan, o de como se los gastan, tipos como Bay, Spielberg, Cameron y un largo etc. Pues he aquí y de manos del admirado Aronofsky otro ejemplo de blockbuster supermillonario y bacuo donde los haya.

Para terminar, y a modo de reflexión divina os diré que:

"Dejo en vuestras manos escoger el bien o el mal, osease, no ir a ver Noé o sí hacerlo".