Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Ivan_Rumar
<< 1 3 4 5 10 57 >>
Críticas 285
Críticas ordenadas por utilidad
8
9 de marzo de 2014
36 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Stockholm" es la viva imagen de que puede hacerse buen cine en España. Que hay talento y que, bien canalizado, puede dar obras tan notables como esta. ¿Cuál es la sinopsis de "Stockholm? Pues chico conoce a chica en una fiesta y decide pasar la noche con ella. Y ya está. No voy a revelar nada más. De hecho, os animo a que no continuéis leyendo hasta que no la hayáis visto. Avisados quedáis. Hay spoilers a mansalva.

Lo que puede parecer un esquema trilladísimo de chico conoce a chica acaba convirtiéndose en un análisis muy lúcido de las juventudes hedonistas que pueblan la ciudad. Él (Javier Pereira) se pone la máscara de chico simpático, espontáneo, gracioso, pagado de sí mismo, y con ella todas sus armas de seductor y ligón empedernido que ha ido perfeccionando con el tiempo. A ella (Aura Garrido) no le gusta esa máscara, pero anhela que alguien la quiera y, qué cojones, el chico es muy gracioso y está bueno. Sabe que puede encontrar algo debajo de la máscara que no le va a gustar, pero él insiste e insiste y ella se deja conquistar por la máscara. Aunque hayan diferentes momentos durante la noche donde ella pueda atisbar qué se esconde detrás de la máscara, como cuando él se encuentra a un tipo que le increpa en el 24 horas, o cuando parece que pierde los papeles después de que ella se largue de su casa. E incluso en el prólogo cuando conversa con su amigo. Aun así, ella necesita cariño y amor. Y cede. Al día siguiente, el chico se ha quitado la máscara. Ya no es ni simpático ni espontáneo ni gracioso ni atento y ella descubre lo que se temía, que debajo la máscara solo hay un capullo. Un capullo especialista en usar y tirar a la gente cuando ya no necesita de "sus servicios". Con lo que no cuenta es que la chica ha pasado por una depresión y que haber jugado con ella le costará caro. Ella descubre que nunca la querrán, que solo es una chica de usar y tirar, y se sentirá mal por ello. Se siente mal porque en el fondo le atrae que la traten de ese modo. No sabemos nada de su pasado, pero podríamos apostar que ya ha pasado por ello y la han herido a menudo. Es un síndrome de Estocolmo en toda regla, pero a escala doméstica; ella desarrolla un fuerte vínculo afectivo con el maltratador, pese a que él la trata fatal.

"Stockholm" son las consecuencias de tratar a las personas como si fueran objetos de usar y tirar; "Stockholm" es el retrato de los ligones nocturnos, muy espontáneos y guays, de esos que parecen que han nacido para ligar, que les gusta disfrutar del placer inmediato a toda costa, inconscientes de la realidad individual de cada persona. Y no les importa mentir y fingir quién no son para conseguirlo. Es de los que hieren con sus actos y les importa un comino las consecuencias. Aquí está interpretado por un chico, pero bien podría haberlo interpretado una chica y hubiésemos tenido el mismo resultado. Y ella es el retrato de esas personas frágiles que necesitan todo lo contrario de lo que les proporcionan estos chicos y que, sin embargo, caen en sus redes y se dejan tentar. Aunque eso suponga sentirse como una mierda al día siguiente. Y, aunque parezca difícil, este papel podría haber sido interpretado por un chico y el resultado volvería a ser el mismo. No tardamos en involucrarnos en el relato porque reconocemos esas personalidades, porque hemos visto o hemos sufrido -o hemos provocado- situaciones como esa. Porque reconocemos en ellos a nuestra amiga a la que siempre le están destrozando el corazón o a ese amigo chulito que parece que se ha criado en una discoteca. O porque quizás nos reconocemos, aunque sea un poquito, a nosotros mismos en uno u otro papel.

Sorogoyen apuesta por estructurar la película en dos partes muy diferenciadas para intensificar ese contraste; no solo los personajes son los que cambian de la noche a la mañana, sino toda la ambientación y el tono general de la obra. Y es un gran acierto. ¿Puntos en contra? Que durante la primera parte los diálogos suenan forzados, que el guion es demasiado autoconsciente de sí mismo y que Pereira está algo limitado y sobreactúa bastante, sobre todo durante la primera parte. Por suerte, Aura Garrido está ahí para hacer un papelón que nada tiene que envidiar al de otras actrices de más renombre.

"Stockholm" es una peli muy próxima, que conecta con una realidad que fácilmente hemos visto o experimentado. Se vale de un buen guion para transmitir un tema muy potente, aunque a veces, en boca de los personajes, los diálogos resulten algo forzados. Pero es una película muy recomendable y que se presta a hondas reflexiones.
Ivan_Rumar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
22 de noviembre de 2014
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
El año pasado vi un reportaje la mar de interesante sobre la manipulación de los medios informativos y la coartación de la libertad de expresión; en él se hablaba de cómo los medios de comunicación manipulan a los ciudadanos y se citaban muchos ejemplos para ilustrar cómo había ido evolucionando todo con el tiempo. Se hablaba de neuromárketing, de las tertulias estériles que tan de moda están ahora por aquí y que ya hace años que en USA son el pan de cada día, pobladas de "expertos" capaces de hablar tanto de macroeconomía como de cambio climático, pasando por casos dónde se había llegado a silenciar periodistas para que no se hablara de lo que no convenía hablar. De todos ellos, hubo una historia que me llegó al alma y fue la de Gary Webb y su intento por destapar uno de los escándalos más graves -y silenciados- de la historia norteamericana. Tamaña fue mi sorpresa al ver que esa historia sería llevada al cine este año y que contaba con un buen reparto, garantía de que cómo mínimo iban a tomarse la historia en serio. Y así ha sido.

Gary Webb (Jeremy Renner) es un periodista que trabaja para el San José Mercury News, un periódico de impacto medio, y goza de una reputación fundamentada en su rigor periodístico. Un buen día, la novia de un tipo que va a ser acusado de tráfico de drogas (Paz Vega) se pone en contacto con él y le ofrece una serie de documentos que relacionan la CIA con la venta de drogas en los barrios más empobrecidos de la ciudad, a cambio de que investigue el caso de su marido. Esto solo será el principio de una trama que relacionará la CIA con la financiación de la Contra nicaragüense y con la distribución de crack entre las comunidades negras de los suburbios de ciudades como Los Ángeles.

En películas de este calibre hay dos cosas que hay que tener en cuenta para saber si es un buen film denuncia:

A) Que funcione, obviamente, como denuncia. Que la crítica sea clara, que el director se moje, que no sea algo demasiado obvio y simplista y que no se le vea el plumero al director, haciendo ver que quiere denunciar algo pero que en realidad solo sea una excusa para meternos con calzador una historia de las de siempre que no hay quien se la crea (como ocurre con "Diamantes de sangre" (2006), por poner un ejemplo). "Matar al mensajero" cumple a grandes rasgos con todas esas premisas y consigue fundamentar una crítica hacia la CIA y el gobierno estadounidense muy interesante, pero, por encima de todo, se erige como una crítica excelente a los medios de comunicación, la libertad de prensa y los poderes fácticos que hay detrás de los grandes periódicos y canales de televisión y que son los que verdaderamente deciden qué es lo que interesa que salga a la luz y lo que no. Es doblemente interesante porque esto ocurre hoy en día y porque nos dejamos arrastrar cada vez más por los intereses de los medios de comunicación. Como aviso a navegantes funciona a la perfección.

Aunque también es cierto que "Matar al mensajero" no acaba poniendo toda la carne en el asador durante su último tercio, como si Cuesta se hubiera arrepentido de haber llegado tan lejos, pero la idea está clara y, a través de unas líneas de texto al final de la misma, Cuesta resume todo aquello que no se atrevió a grabar y que, de haber sido así, habría redondeado una propuesta que de por sí ya cumple y con creces.

y

B) Que funcione a nivel argumental. Es decir, que haya una base sólida que vehicule la denuncia social, de manera que no estemos viendo solo un documental. En este aspecto, también cumple. El ritmo es el adecuado, sin caer en ningún momento en escenas aburridas o de elevada complejidad o en concesiones típicas del género, como añadir escenas de acción porque sí, por ejemplo. Los pasos que sigue Webb son graduales y, pista a pista, se va desenredando una intriga propia de un thriller puro y duro de los de antes, de calidad, sin, a la vez, dárselo mascado al espectador, para que ponga de su parte; para acabar convirtiéndose en un relato sobre el hundimiento de una persona que no hacía otra cosa que arrojar luz sobre un hecho que debería haber sido de dominio público.

Sin embargo, Cuesta adereza toda la investigación con escenas familiares, muy vistas, con el objetivo de añadir un punto melodramático a la historia y realzar el calvario de Webb y todo lo que se está jugando y que acaban siendo un añadido que no acaba de funcionar del todo, por simplista y porque el espectador ya es suficientemente inteligente como para deducir por si solo que la investigación de Webb repercutirá sobre su familia y porque rebaja la credibilidad de la historia. Por suerte, esas escenas no resultan molestas, por lo interesantes que son las demás tramas.

"Matar al mensajero" también cumple en muchos otros aspectos: el reparto es estelar, amén de un grandioso Jeremy Renner, y las breves intervenciones de los secundarios son de lujo; la BSO es correcta y el apartado técnico raya a buen nivel.

En conclusión, un buen film denuncia para adentrarnos en una historia muy interesante y de la que se pueden extraer muchos temas por los que deberíamos reflexionar. Porque Webb se merece reconocimiento, por poco que sea, y porque es una injusticia que hay que mantener viva. Porque, como película, funciona a la perfección, siendo un thriller bien construido poblado de personajes interesantes y un reparto bien escogido. Los dos únicos fallos, salvables, radican en que podría haber llegado más lejos aún y en el empeño de Cuesta de meternos una subtrama melodramática con calzador. Aun así, muy recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ivan_Rumar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
17 de septiembre de 2017
47 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy fan de Bigelow como el que más. En tierra hostil me fascinó. La noche más oscura, también. No he visto nada de lo anterior, así que poco puedo opinar al respecto. Detroit me ha gustado. Menos que esas dos, pero me ha gustado. Esperaba mucho más, cierto. Pero ha cumplido. Ha arrojado luz sobre un episodio de la historia norteamericana que desconocía. He salido indignado, pero ni mucho menos lo que esperaba. No he salido tan cabreado, emocionado ni lloroso que cuando fui a ver Selma o acabé American Crime Story (muchísimo mejores que esta). Los actores están impecables; la fotografía, increíble. Pero más allá de todo eso, me extenderé en las 4 cosillas que no me convencen de esta película:

1) No está bien estructurada. Tenemos un inicio caótico donde uno cree que la película va a abarcar todos los disturbios acaecidos en la ciudad. Hay cambios de escena continuos, la cámara se bambolea de un lado para otro sin saber muy bien dónde quiere Bigelow centrar el objetivo ni qué contar. Luego sobreviene un segundo acto que va a lo concreto de sopetón (los hechos ocurridos en el motel Algiers), alargado en exceso y extenuante en la recreación de la violencia y la humillación (algo de lo que ya adolecía 12 años de esclavitud, de alargarse demasiado en el sufrimiento y la tortura. A veces menos es más). Un segundo acto que ocurre un poco por sorpresa, sin que uno sepa que la película tuviera como objetivo centrarse en ese caso tan concreto, olvidando la panorámica general por la que había apostado en la primera media hora de metraje, hasta el punto de que uno empieza a pensar que el título de la película está algo equivocado. Y luego tenemos un tercer acto apresurado, que se centra demasiado en unos personajes concretos y olvida o no dibuja todo lo bien que debería a los demás, quedándome con las ganas de saber más de lo que ocurrió después del incidente del motel y de los disturbios en general. Qué ocurrió a nivel político, a nivel policial, a nivel de la calle. Todo eso, en Detroit, no está. Hubiese sido más certero haberla titulado Motel Algiers.

2) El mensaje de fondo, el de la brutalidad policial, es demasiado evidente y hasta cierto punto demasiado reiterativo (como ocurría en 12 años de esclavitud, por ejemplo). Es necesaria, es indignante, arroja luz sobre un hecho del que yo, al menos, no había oído hablar. Pero acaba olvidando por un momento que las cosas no son tan blanco y negro como las retrata, que hay matices. No se centra en ningún momento en los negros que participaron en los disturbios, en el papel que jugaron, ni los saca en pantalla tanto para lo bueno como para lo malo. A partir de lo del motel, se olvida del contexto deliberadamente.

3) Es algo fría. Debería haber salido emocionado, con la piel de gallina, rabioso. Y esto no ha ocurrido. Quizás es que Bigelow no ha sabido calcular bien los tiempos (véase punto anterior), o no ha sabido encajar bien sobre quién recaía la acción. Quizás porque no conocía nada del background de los protagonistas. Quizás porque es demasiado obvia.

4) Y, finalmente, si no he acabado mareado durante esa primera media hora ha sido de milagro. Qué manera más parkinsoniana de mover la cámara, qué manera de saltar de plano en plano cada cinco segundos, qué manera de no centrarse en nada y escarbar aquí y allá sin detenerse un segundo. Suerte que durante el segundo acto se relaja la cosa (el movimiento de cámara, que no el espectador).

En este sentido, Selma y American Crime Story, por poner dos ejemplos recientes, son mucho más satisfactorias tanto como radiografías de un momento como poliédricas al abordarlo, no escatimando repartir palos a todo el mundo. Van más allá, intentando sacar conclusiones y entender la mentalidad americana. Además, los realizadores saben imprimir un sello emotivo que esta no es capaz. En Detroit todo es supuestamente indignante, claro, pero de un modo demasiado obvio. Como dice cierto crítico, es un relato despojado de todo trasfondo y absolutamente deshistorizado. Me olvidaré de ella y volveré a revisionar The Wire, que eso sí es realidad intravenosa.

@Cinergicos
Ivan_Rumar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
15 de septiembre de 2019
44 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vayamos al grano y de paso maticemos: ¿Es Sordo una película mala, tanto que merezca tan baja puntuación? Sí y no. No es el 3 que le cascarías a, por ejemplo, la enésima comedia romántica de turno. Pero sí es una película con tantos fallos que, sumándolos, no te deja otra alternativa que valorarla de dicho modo.

Primero, porque la labor tras las cámaras se nota, y mucho, que es la de un primerizo. Hay planos y secuencias muy bien rodados (como la primera aparición de la chica del parche), y otras que no tanto (el episodio de la chica de la cabaña, al inicio de la película, o la persecución a caballo que no logra transmitir ninguna tensión. Para ver lo que haría un maestro, véase la persecución a caballo que tiene lugar en El renacido). El guion va dando tumbos como si no supiera donde ir. Hay ratos donde es acertado, los menos, e improvisado, injustificado y absurdo, los más. Los personajes, otro tanto. Están pobremente dibujados, tanto, que uno no acaba por creerse según qué situaciones: véase el personaje de Imanol Arias, con el que uno no acaba de involucrarse porque, simple y llanamente, ni tiene los suficientes minutos en pantalla ni le meten en escenas especialmente relevantes. Otro tanto, el protagonista, Sordo, que se pasa media película o bien gritando de dolor o bien arrastrándose por el suelo, pero sin participar directamente de todo lo que ocurre ante sus ojos, de manera que uno no acaba de creerse ese descenso a los infiernos tan exagerado (y sobreactuado). Algún que otro crítico alaba las interpretaciones, pero nada más lejos de la realidad: a excepción de Imanol Arias, los demás van desde la sobreactuación más sonrojante hasta lo meramente correcto.

Sorprende (irónicamente, se entiende) la valoración tan exageradamente entusiasta que hacen casi todos los críticos de esta película: se inclinan, demasiado, hacia un buenismo que me hace sospechar. ¿De qué? Échenle imaginación.

PD. Para ver un buen western dirigido por un patrio, vean Blackthorn.
Ivan_Rumar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
7 de mayo de 2016
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo a Hillcoat lo tuve en un pedestal durante un tiempo por la gran adaptación que hizo de la novela de McCarthy, La carretera, y entonces pensé que sería un director al que tenía que seguirle la pista. Cuando vi La propuesta, su primera película, se me cayó el mundo encima: era flojísima, con un guion que hacía aguas se mirase por dónde se mirase, y con giros argumentales a cuál más inverosímil. Pensé que al ser su primera película y habiendo rodado luego La carretera no tendría de qué preocuparme. Luego vino Sin ley (Lawless) y, aunque correcta, era una película fallida; entretenía, pero no era nada del otro jueves. Ahí me di cuenta que Hillcoat era un buen director cuando le daban un buen guion y que eso solo había ocurrido una vez. Y con Triple 9 ocurre más o menos lo mismo que en Sin ley (Lawless): se queda en película correcta, pero que podría haber dado mucho más de sí si se hubiesen pulido mejor los tiempos y al guion le hubieran dado unas cuantas vueltas más.

Porque los fallos de Triple 9 tienen que ver con un guionista que a partir de la mitad no sabe por dónde tirar y recurre a tópicos del género que alejan el film de ser una propuesta más o menos realista como parecía dejar entrever al principio. La película arranca bien con el atraco y con las posteriores consecuencias, para luego deshincharse progresivamente hasta un final de esos cogidos con pinzas. Hay personajes que uno no sabe muy bien qué pintan, los hay que se comportan de un modo impropio solo para hacer avanzar a trompicones la historia (véase zona spoiler) y hay situaciones que podrían haberse abordado de otra manera; estos puntos negativos son suficientes para empañar algunas escenas bien rodadas y tensas, una primera hora entretenida y la presencia de un reparto estelar dónde destacaría a un notable Chiwetel Ejiofor, con el personaje más trabajado e interesante de todos. Te gustaría creerte que lo que ves es real por lo conseguida que está la atmósfera que recrea Hillcoat y lo buenas que son las actuaciones, pero nada más lejos de la realidad: todo acaba teniendo un tufillo a película del montón, a realismo de baratillo.

En fin. Creo que me estoy quedando ya sin argumentos para continuar interesándome en el trabajo de Hillcoat. La próxima vez, solo cuando salga en DVD.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ivan_Rumar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 10 57 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow