Otra bestialidad del cine japonés, esta vez de la mano de Go Ohara en su tercer film. La película no dista mucho de otras cintas como ''Vampire girl VS Frankenstein girl'' o ''Tokyo Gore Police''. Hay sangre a borbotones, muertes y mutilaciones variadas y en cantidad. Sin embargo, tiene una trama bastante definida, una clásica historia de vendetta al más puro estilo ''Kill Bill'' (a la que hace pequeños guiños, desde mi humilde visión).

Yuki es una joven que busca venganza después de presenciar el asesinato de su madre el día de su cumpleaños. Ayudada por su padre, y convertida en una gothic lolita (estilo muy popular entre las jóvenes niponas) no descansará hasta que los culpables paguen su deuda.

Sus puntos fuertes son las geniales peleas de lucha bien coreografiadas (que su director es un profesional de esto, chico) que se extienden durante minutos y minutos. Hay personajes ''malvados'' para todos los gustos: desde el más patético al más chulo y prepotente (Las ''similitudes'' entre Miss Elle y Elle Driver son cuasi paródicas). Aunque aparecen en su justa medida sin excesos ni conversaciones filosóficas innecesarias (al puro estilo vengo a matar, no a hacer amigos). Los efectos especiales excelentes, como en casi todo el cine asiático.

Destacar algo negativo como tal quizás sea el final resuelto de forma predecible pero extraño (pero como bien se sabe, en una bestialidad de este tipo todo vale), y el personaje del padre, la cosa más absurda que me he echado a la cara en muchos años. Sin papel ni relevancia, sólo está ahí para que Yuki hable algo en vez de matar indiscriminadamente.

Destacable: todas las escenas de lucha, pero en especial el segundo round con Miss Elle
Olvidable: el papel del padre y un final predecible (aunque raro).

En resumen una frikada japonesa digna de ver, que no cae en la absurdez de ''Mutant girl Squad'' y que se acerca peligrosamente al nivel de ''Tokyo Gore Police''; y aunque Rina Akiyama está estupendamente fría, no llega al nivel de impasibilidad de Eihi Shiina.

La sexta película del genial y nunca conformista John Waters, rodada en B/N, dista mucho de otros grandes clásicos de este hombre, como pueden ser Pink Flamingos o Female Trouble. No existe tanta ''locura'', ''escatología'' y caos, pero asoman detalles que sirven para asentar las bases de sus películas mas irreverentes.

No existe una trama realmente definida, sino que se asemeja más a una especie de break en la vida de esta caravana de la perversión, formada por drogadictos, homosexuales y demás freaks sin relevancia. A continuación se expone un argumento clásico del cine: mujer engañada por su novio que busca venganza. Sin más.

Las excentricidades de Lady Divine, David Lochary (genial) y el resto de ''dreamlanders'' se asoman tímidamente en esta cinta, con momentos puntuales muy bizarros. Con una imagen muy casera y poca preocupación por la técnica, la película no aporta mucho más que satisfacer una ''insana'' curiosidad por los comienzos de este genio incomprendido y sus ''partenaires'' en la extraña Baltimore.

Una cosa que no varía, y se mantiene genial, es la BSO. Magnífica como siempre.

Destacable: la actuación de David Lochary, para mí, de las más realistas de su filmografía.

Olvidable: el papel ''extraño'' de Mink Stole, no por mal interpretado sino por inconexo con la película. Quizás en otro tipo de ''Waters-film'' encajara mejor. Y el desaprovechamiento de Mary Vivian Pearce, genial en Pink Flamingos.

Falsamente engañada por la palabra ''remake'' en las numerosas reseñas que he leído de esta película, me embarqué con la sana curiosidad de saber si era posible ''hacer un remake de cualquier cinta Troma'' y sobrevivir en el intento. Los 10 primeros minutos me indicaron que no, que me habían vendido la moto y los remakes de Troma son un imposible.

Pero esos mismos 10 minutos de intenso caos y aparente tranquilidad, presentación de personajes y conexión entre ellos me engancharon con fuerza. Es necesario ver la película sin pensar en la cinta de Lloyd Kaufman Tanto Rebecca De Mornay como Jamie King se salen literalmente en sus papeles, sobre todo la primera, que hace que la niñera Peyton Flanders quede como Mary Poppins al lado de esta ''abnegada, cariñosa e inflexible'' madre.

Puntos muy graciosos, personajes reales y creíbles (aunque quizás sobrara alguno de ellos), sorpresas argumentales en cantidad, cierta ración de sangre ''in crescendo'' durante toda la película (pero apta para ''estómagos sensibles) , violencia sin tapujos y semi-sorpresivo final, hacen que tenga ganas de tatuarme ''amor de madre'' en el brazo.

Sin embargo, a veces (pocas) me encontré pensando ''gilipollas, mátalo!!'', ya que ciertos personajes caen en los tópicos de este tipo de cintas (pego al psicópata y corro cúal pollo sin cabeza). Otro dato a tener en cuenta son pequeños detalles relevantes que aparecen como por arte de magia, en plan ''oh! idea!''. Necesitamos una explicación, Darren.

Aun así, recomendabilísima para amantes del gore light

Película independiente al más puro estilo TROMA, con mucha sangre, eyaculaciones, desmembramientos y ''asesinamientos'' varios. Con una historia inicial clásica (vertido en el agua que transforma a los humanos, en este caso a los varones) mucho ''gamberrismo'', actores de andar por casa, escenas hilarantes y personajes rarísimos (el protagonista-director Drew Bolduc como el anti-heroe Phil O'Ginny se sale, por su aire despistado, algo tonto y cobarde, tan alejado de los clásicos).
Me ha encantado esta obra por su bajo presupuesto, por sus buenos efectos especiales, por sus historias palalelas a cual más absurda, aunque reconozcámoslo cerrado todo con un final bastante flojo, con cierto aire a segunda parte (ojalá) que encandilará a los amantes del Gore y demás ''frikadas''.
En cierto modo, me recordó a los comienzos de Peter Jackson, con Braindead (sin llegar a tal nivel de genialidad) y Bad Taste. La recomiendo encarecidamente, y si os gusta, en su web tienen varias opciones para comprarla (yo lo he hecho). ¡Apoyemos a las jóvenes promesas del Gore!

Lo mejor: Los 15 primeros minutos. Una vorágine sangrienta de caos y destrucción
Lo menos bueno: el final abierto y flojo, que tira un poco a lento

Cuando le dí al play de mi reproductor me esperaba una película cargada de gore y escenas sangrientas sin mayor gloria que la de entretenerme un domingo. Pobre ilusa de mí. Esta cinta es una de las películas más complejas y cargada de emociones que he visto en mucho tiempo.

Una ''urbanita'' amargada se toma unas vacaciones obligadas en su pueblo de la infancia, donde se reencuentra con Bok-nam, su compañera de juegos. Ésta vive una dificil existencia con un marido (y todo un pueblo) en su contra. La llegada de su amiga le da esperanzas de poder marcharse, y llevarse a su hija con ella. Bok-nam todavía tiene cierta esperanza en el ser humano... Pobre ilusa. Los acontecimientos se precipitan hacia el ¿merecido? ¿evidente? ¿deseado? final como el agua que cae sobre las patatas. La maldad se ve castigada y no se deja entrever ni una minima esperanza en nuestra raza (¿o quizás si?).

Me ha encantado el trabajo de las protagonistas femeninas, la fotografía es espectacular y la historia se reserva pequeñas sorpresas durante los 115 minutos de cinta, donde el mal sabor de boca y el sentimiento de que las personas estamos desalmadas se va haciendo patente. Recomiendo verla.