Cuando le dí al play de mi reproductor me esperaba una película cargada de gore y escenas sangrientas sin mayor gloria que la de entretenerme un domingo. Pobre ilusa de mí. Esta cinta es una de las películas más complejas y cargada de emociones que he visto en mucho tiempo.

Una ''urbanita'' amargada se toma unas vacaciones obligadas en su pueblo de la infancia, donde se reencuentra con Bok-nam, su compañera de juegos. Ésta vive una dificil existencia con un marido (y todo un pueblo) en su contra. La llegada de su amiga le da esperanzas de poder marcharse, y llevarse a su hija con ella. Bok-nam todavía tiene cierta esperanza en el ser humano... Pobre ilusa. Los acontecimientos se precipitan hacia el ¿merecido? ¿evidente? ¿deseado? final como el agua que cae sobre las patatas. La maldad se ve castigada y no se deja entrever ni una minima esperanza en nuestra raza (¿o quizás si?).

Me ha encantado el trabajo de las protagonistas femeninas, la fotografía es espectacular y la historia se reserva pequeñas sorpresas durante los 115 minutos de cinta, donde el mal sabor de boca y el sentimiento de que las personas estamos desalmadas se va haciendo patente. Recomiendo verla.