Empezar la proyección de la película con dos “señoras” en la fila de atrás que una vez finalizados los trailers seguían poniendo verde a todo perro pichi del pueblo y teniendo que pedir que se callaran dos veces seguidas, no es nada estimulante si queremos meternos en la historia que se nos está contando desde el principio.

A pesar del incidente, que una vez pasado las dos mujeres dejaron sus comentarios para la hora del café, que me trastocó un poco, he de decir que estamos ante una comedia dramática británica que intenta mostrar con tono cómico, aderezado de unas gotas de humor negro, dos terribles hechos que ocurren en el seno de una misma familia, por un lado el inminente divorcio de la pareja protagonista y por otro el diagnóstico de una terrible enfermedad al abuelo.

La familia compuesta por un padre y una madre, que están a punto de divorciarse, con dos hijas y un hijo, algo aturdidos debido a la situación de sus padres, se embarca en un viaje a Escocia para celebrar con el resto de la familia y el extravagante abuelo, que sufre un cáncer terminal, el 75 cumpleaños de este último. Una vez allí la premisa de la familia será la de actuar como si todo iría viento en popa para así no alterar al delicado abuelo, pero ya se sabe que los niños no son los mejores socios para mantener algo en secreto. Lo que provocará situaciones límite muy divertidas.

Ante todo hay que destacar el trío de niños protagonista, para mí lo mejor de la película. Tres ingeniosos criaturas que congenian a la perfección con el cansado abuelo y que arrebatan los papeles protagonistas al resto del elenco actoral. También quería subrayar que las tierras altas de Escocia es un espacio realmente increíble para contar cualquier historia.

En definitiva un producto “british” con todos sus ingredientes que en los 95 minutos en que trascurre la historia te arrancará más de una sonrisa, eso sí, si ningún maleducado espectador te lo impide..

Agradable y emotiva visión de un hecho apenas recordado y que acaeció en mitad de la década de los años 80, en el que unos mineros de un pueblo del sur de Gales se ven sorprendentemente apoyados por un grupo de gais y lesbianas procedentes de Londres, en la huelga que estos mantuvieron cuando gobernaba la llamada “Dama de hierro”, Margaret Thatcher.

Esta nueva incursión en el cine social, que tan bien sabe reflejar el cine británico, retrata un duro drama pero pasado por el filtro del sentido del humor. Dos comunidades aparentemente muy distintas entre sí, por un lado los mineros anclados en sus arraigados valores tradicionales de trabajo, familia y amistad, y por otro, el de los homosexuales abiertos a cualquier nuevo tipo de experiencia, incluso la mayoría ha roto sus lazos familiares y que lo único que pretenden es ayudar a la gente de ese pueblo, se entremezclan para conseguir un bien común, derrotar la represión que impera en la convulsa Gran Bretaña de los años 80.

Los prejuicios, las tradiciones y la cultura del hermético pueblo harán poner trabas desde un principio a la cuestionada convivencia, cosa que no amedrantará a los voluntariosos gais y lesbianas que a base de orgullo, buenas intenciones, alegría y amor, poco a poco se irán ganando los hondos corazones de los reprimidos mineros.

El reparto actoral es magnífico, una mezcla de juventud y veteranía que encuentra el equilibrio perfecto en las interpretaciones. También cabe destacar la fantástica selección de canciones ochenteras que harán que nuestros cuerpos las acompasen de manera inconsciente durante la proyección, y con la que nos sumergiremos en las entrañas del movido Londres de esa época.

En definitiva una conmovedora cinta que te hará arrancar más de una sonrisa entre alguna lagrimilla que otra, y que sobre todas las cosas transmite un mensaje positivo y esperanzador, el cual se agradece en estos momentos de conflictos, fanatismos, egos y guerras.

Estamos ante el relato real de cómo un caprichoso multimillonario John E. Du Pont, interpretado por un sorprendente Steve Carrell, quiere formar el equipo más fuerte de lucha libre que jamás haya conocido los Estados Unidos, y así ganar la medalla en los Juegos Olímpicos de Seúl 88 para los americanos. Para ello cuenta con los hermanos Schultz, Mark interpretado por Chaining Tatum y Dave por Mark Ruffalo, quienes ya consiguieron la medalla de oro en Los Angeles 84.

La película se centra en las relaciones entre los hermanos Schultz y la que cada uno de ellos tuvo con el “señor” Du Pont. Mark es un muchacho que nunca ha llevado la iniciativa y siempre ha estado respaldado por el apoyo incondicional de su hermano, lo cual le hace ser un tipo triste sin muchas metas en la vida. Por otro lado está Dave, siempre dispuesto ayudar a los demás y que le encanta el deporte que practica, enseñarlo, compartirlo, y que mientras tanto saca adelante a su familia. Y por encima de ellos está el señor Du Pont, un extravagante personaje que ha heredado una increíble fortuna y que vive en una lujosa mansión, un tipo que vive bajo el yugo de su protectora y anciana madre, un hombre débil y que nunca ha tenido iniciativa propia en la vida y al que las relaciones personales le han brillado por su ausencia.

La película recrea bastante bien la época en la que está basada, con tonos pasteles, sin mucho artificio. Cabe destacar por encima de todo el fenomenal trabajo realizado por los tres actores principales, los cuales te hacen adentrarte en la historia que se cuenta hasta el final. Quizás la película pueda resultar algo lenta, pero lo que el director ha querido transmitirnos es la compleja personalidad de los integrantes de la historia y cómo se van transformando a medida que se van conociendo.

Yo creo que es una buena propuesta para conocer otro episodio más de la “cara B” que tiene los Estados Unidos. El falso patriotismo, hacer las cosas en nombre de su país cuando realmente las hacen por su propio ego; el poder del dinero, el cual es efímero ya que lo que prevalece al final son las personas; la envidia. Y todo ello rematado siempre con las armas de fuego, tan queridas por los americanos de pro, y que hacen filmar este tipo de películas. Bienvenido al país de las contradicciones..

Estamos ante una película sorprendente, puede llevar a error tildarla como una película de terror, yo creo que va más allá de las películas de monstruos, sangre, vísceras y grandes sustos.

De lo que trata la cinta no es de todos esos elementos que etiquetan a ese tipo de películas, productos para pasar el rato, meter un par de chillos y zamparte las palomitas y absorber los refrescos con el correspondiente ambiente ruidoso dentro del cine.. No, lo que aquí trata la opera prima de su directora es de los miedos y fantasmas que todos podemos cargar a lo largo de nuestras vidas, y las maneras de enfrentarnos a ellos para que no nos destruyan. Si lo pensamos fríamente un terror mucho más cercano y del que nos podamos identificar..

Yo creo que la película merece la pena, pero sobre todo para verla con la mente abierta para que nos deje sorprender y mantener alejadas las etiquetas de las cintas de miedo y terror. El trabajo de los actores es impecable, tanto la sufrida madre como el cambiante hijo..

En definitiva estamos ante una película que metaforiza los "monstruos" que arrastramos todos en nuestras vidas y que nos condiciona nuestra forma de ser. Una película muy recomendable..

La enésima transformación de Johnny Deep en la pantalla se corresponda al personaje de Whitey Bulger, un violento gánster que campó a sus anchas por las calles de Boston durante los años 70 sin que nadie le metiera mano.

John Connolly es un agente del FBI que quiere acabar a toda costa con la mafia italiana instalada en Boston, para ello convencerá al intimidante Whitey Bulger, un gánster de origen irlandés que acaba de salir de la cárcel y que se crió en el mismo barrio que él, para crear una alianza que termine con el enemigo común de ambos.

A partir de ahí Bulger, hermano de un poderoso senador de Massachussets, tendrá vía libre para conseguir todo lo que se proponga bajo el amparo del FBI, generando una reguero de crimen y violencia a su paso que le llevará a convertirse en uno de los más poderosos y temidos mafiosos de la zona.

Un thriller basado en hechos y personajes reales, que tiene en su estética setentera y en el trabajo de sus actores sus principales armas, cabe destacar la descomunal e inquietante actuación de un caracterizado e irreconocible Johnny Deep.

Sin embargo, la película se queda un poco difuminada, queriendo tocar muchas teclas sin establecer mucha conexión entre ellas, con personajes que aparecen y desaparecen sin dejar mucho calado en la historia.

En definitiva, una buena película que apunta más alto de lo que alcanza, pero que su mezcla de Crimen, Ley y Poder entretiene y hace ver que la corrupción y los chantajes no son patrimonio único y exclusivo de estos tiempos. Gracias por volver Johnny Deep..!!

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