Un chaval durante una fiesta que hace con sus amigos en el sótano de una casa que había heredado, hace un ritual y libera a unos penosos bichos, (uno que salía de la taza del váter y poco mas), que se lían a morder a todo el que pillan y su padre que creo recordar era un brujo y estaba enterrado en el jardín resucita y se carga a unos cuantos cambiando de forma.
Era una tontería en su día, e imagino que no habrá soportado nada bien el paso del tiempo.
Se hicieron varias secuelas, peor que la primera que ya es decir, en una de las cuales salían enanos haciendo de bichos.

Puede que sea la producción más entretenida y chispeante de Kevin Smith (otro que a la vista de sus últimos inventos, parece o bien que esta atravesando una larga crisis artística o que tuvo la suerte de estar en el sitio justo, en la época justa, con la obra justa: Clerks) con la que más puede llegar uno a disfrutar sin necesidad de pertenecer al club de fans de este tipo, ya que resulta bastante divertida y está plagada de agradecibles intervenciones de un numeroso grupo de actores de los que en cierto modo se podría decir que en algún momento de su carrera fueron más o menos icónicos, y que contribuyen a poner en marcha esta, repito, entretenida y divertida función.
Recomendable

Entretenida y agradable comedia romántica que nos cuenta las peripecias de un tipo al que le ha dejado su novia (Luke Wilson) y se enrolla con una espectacular mujer (Natasha Henstridge), encontrándonos a partir de aquí una divertida comedia de enredos, con el mundo del perro como entorno (abundantes exteriores con deliciosos y preciosos perros, entre los que destacaría un espabilado bóxer), en la que a mi juicio sobresale, a parte de los anteriormente citados, una deliciosa Janeane Garofalo, en el papel de resabiada y desinhibida amiga.
Recomendable.

Comedia costumbrista con pretensión de sainete, en la cual te pasas todo el metraje esperando que arranque, cosa que no termina de hacer, ya que las peripecias de Bernardito, tratando de tener acceso a la fabulosa herencia de los Castiñeira, sus enfrentamientos con la rama de los Castiñeyra (con “y” griega), y las tibia denuncia social que contiene (aunque tibia, inédita en otras producciones cubanas que yo recuerde, lo cual denota que los tiempos están cambiando), pesar de tener algún que otro buen gag, llega a hacerse pesada, quedando lejos en cuanto a entretenimiento y comicidad, de Lista de espera o Guantanamera, por citar dos de las más divertidas de este director.
El guiño (deveniente de las ilusiones y proyectos de los herederos ante la supuesta morterada que están a punto de recibir), a "Bienvenido Míster Marshall", se queda en eso, simplemente un guiño, ya que lamentablemente la historia se pierde en el anteriormente citado retrato costumbrista.
Pasable.

De visión obligatoria para los aficionados a las antiguas películas de karate (así es como las llamábamos antes de que surgiera el fundamentalista y estricto grupo de expertos en impronunciables técnicas de lucha, que se tiran a degüello ante los que, donde ellos ven sublimes y trascendentes obras maestras, los humildes degustadores de mamporrazos solo vemos intrascendentes y entretenidos divertimentos), por aquello de ser la última película de Bruce Lee y salir Kareem Abdul-Jabbar en plan karateka, ya que la historia deja mucho que desear y el melenillas rision ese que se buscaron para acabar la película ante la muerte de Bruce Lee, es patético.