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Críticas de Néstor Juez
Críticas 879
Críticas ordenadas por utilidad
7
21 de octubre de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
De unos pocos años a esta parte se viene constatando entre la crítica y el circuito de festivales un resurgir del cine iberoamericano. A nombres ya legendarios como los de Campanella, Salles, Meirelles, Cuarón, Iñárritu, Aristarain o Bielinsky, se han unido nombres como Martel o Reygadas, y en los últimos años realizadores como Amat Escalante. Pero si hay una cinematografía especialmente beneficiada por este resurgir es la chilena. Principalmente, por el éxito de Pablo Larraín, que con No, El club, Neruda y Jackie encadenó cuatro peliculones. Y el otro nombre del cine chileno a apuntar es el de Sebastián Lelio. Tras recibir halagos en 2013 con Gloria, y antes de estrenarse en Hollywood con Disobedience, ha tocado el olimpo de la crítica durante el año 2017 con el filme que nos ocupa: el drama transgénero Una mujer fantástica, integrante de la Sección Oficial del último Berlinale, dónde fue premiado con el galardón a Mejor Guión y con el Premio Teddy a Mejor Película. Pese a haber sido programada en la sección Horizontes Latinos del último Festival de San Sebastián, no pude asistir a ningún pase, por lo que conforme se estrenó en España me abalancé a las salas de los Renoir para saborear con atención uno de los platos fuertes del año, dispuesto a valorarlo no en base a su leyenda sino cómo film en sí mismo. Y una vez visto encomiendo, más allá de la calidad intrínseca del filme, a todo el mundo a verlo, pues se hacen pocas propuestas de este tipo y valentía, y es socialmente necesario, y es conveniente apoyar el cine de Latinoamérica, sobre todo si está filmado con este buen gusto. Si bien la película no aporta nada revolucionario en su guión, ni va más allá de lo que su premisa plantea, la ejecución del relato es tan preciosista y delicada que es imposible no seguirla con goce.
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Néstor Juez
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7
9 de octubre de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y a las 19:00 vi en el Principal la última del día, otro plato de cine patrio en Sección oficial, esta vez compitiendo: el drama social La vida y nada más, dirigida por el español residente y formado en Estados Unidos Antonio Méndez Esparza, que sitúa su relato en América, protagonizado por amateurs norteamericanos angloparlantes. Regina es una mujer afroamericana joven y madre soltera, que vaga de un trabajo precario a otro y luchando para salir adelante y cuidar con dignidad de sus dos hijos. El mayor, Andrew, de 14 años, es mozo callado y conflictivo, que amenaza con seguir la turbia senda de delincuencia del padre y cuya relación con su madre ni podría ser peor. Ingredientes para un cóctel que sólo puede desencadenar en tragedia.
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Néstor Juez
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La tortuga roja
Francia2016
7,1
9.027
Animación
7
15 de enero de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Servidor siempre ha admirado las películas de Hayao Miyazaki, y posteriormente he ampliado el espectro a la totalidad de la producción del Studio Ghibli, apreciando mucho también peliculones de Isao Takahata como El cuento de la Princesa Kaguya. Me entristeció enormemente la noticia de su cese, pero con suerte siguen contribuyendo al cine de animación artesanal coproduciendo obras como la que nos ocupa. De nacionalidad francesa y dirigida por el holandés Michael Dudok de Wit, la presumiblemente próxima nominada al óscar a mejor película animada se presentó en Cannes y se me escapó entre las perlas de San Sebastián de este año, hasta ser preestrenada la noche del 12 de enero. Recapitulando el 2016, llegan ya en 2017 otras de las grandes promesas de la cosecha. Y tal vez por las expectativas levantadas por los medios, la sensación general al haber concluido la proyección de La tortuga roja fue de decepción. Nos hallamos ante una película animada e inteligente, que apuesta por la poesía audiovisual y métodos arcaicos y anómalos para narrar su hermosa historia, pero viniendo tras el nombre de la responsable de tantas grandes películas queda evidenciado que no nos hallamos ante la obra maestra que tantos alaban.
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Néstor Juez
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5
31 de enero de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las estrellas siguen avivando el fuego de los relatos incluso tiempo después del perecimiento de sus personas físicas. No hay mejor lugar que la gran pantalla para ensanchar su mitología y enriquecer su leyenda. Ya llevamos más de un siglo de séptimo arte, y pese a los recelos de tantos las películas biográficas vinieron para quedarse. Especialmente en plena temporada de premios americanos, es inevitable cada invierno encontrarnos con varias películas de estas características. Y la protagonista de la película de la que vengo a hablaros hoy es uno de los más grandes astros del Hollywood clásico. Es Judy, retrato de la tormentosa vida de Garland con Renée Zellweger en el papel principal. Un vehículo de lucimiento que se da por sentado que le brindará un nuevo Óscar. Una película que a punto estuvo de estrenarse en diciembre, pero cuya llegada a salas ha tenido que esperar un mes. Pero Vértice Cine nos la trae en muchas pantallas por toda España, y nos brindó la oportunidad de cubrir su estreno. Ha pasado más de un mes desde el visionado, pero llegó el momento de compartir mi análisis. En cuanto a excusa para ver una gran interpretación, es innegable que el filme hace justicia con su reclamo. Un astro en el núcleo de una película con elementos de estimación pero muy olvidable, que no se sustenta por sí sola sin la fuerza de su interpretación protagónica, siendo por ello un motivo insuficiente por mi parte para recomendarla.
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Néstor Juez
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6
11 de diciembre de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
CRÍTICA DE LAS TRES PARTES DE "LA FLOR"
Y los días 26, 27 y 28 de noviembre a las 18:30, 16:30 y 17:30 se vio el mastodonte del festival: La flor, ambiciosa y peculiar película de 14 horas de Mariano Llinás. Película en tres partes, compuesta por seis historias. Cuatro que empiezan y no acaban, una que acaba y empieza y una que cierra toda la película sin haber comenzado. Seis duraciones, seis géneros, diferentes personajes. Una conexión: las mismas cuatro actrices. Tres sesiones, una con un intervalo de 15 minutos y las otras dos con dos intervalos cada una. 40 minutos de créditos finales. Un desafío fílmico sin precedentes en nuestro acervo. Un cuaderno de bitácora fílmico, un diario de referencias, pensamientos e ideas en forma fílmica. Una propuesta ultranarrativa. Un gran chiste, largometraje de surrealismo y mordaz humor presente en todo instante. Un juego planteado como un desafío, como así nos lo introduce el propio Llinás en interpelaciones a cámara insertadas en algún momento de cada una de las 3 partes. Cámaras oscuras, cine mudo. Musical, terror de serie B. Espías, metaficción de investigación. Rusia, París, Vietnam, Bulgaria. Argentina, por supuesto. Literatura, Casanova, música, romances. Clasicismo en su forma, sobre todo en su banda sonora, cercana al suspense de las películas de los años 40. Voz en off que enriquece el discurso visual, y poso reflexivo y filosófico que dota de interés los sucesos. Una película realmente entretenido que se ve mucho más a gusto de lo que se podría imaginar. Pero es iluso no percibir que lo valioso es el dispositivo, la estructura, las costuras, no en sí lo narrado. Ninguno de los relatos llegan a términos claros, ni hay razonamiento alguno a la presencia de ciertos elementos o su relación con otros, es arbitrariedad hija de la experimentación de su padre. Y en el plano visual la película es rematadamente pobre, deducimos consecuencia de los pobres medios de producción y de que, parece evidente, la refinación estética no se encontraba entre las obsesiones de Llinás. Aún con esto, al César lo que es del César, estamos ante una obra monuméntica. Única en su especie y con un lugar predominante en el panorama cinematográfico del año. Servidor la disfrutó, y es sin duda un visionado recomendable para los más cafeteros. Pero su interés es relativo para todos los demás.
Néstor Juez
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