Aunando turismo y viaje espiritual a la india, esta película nos introduce en el laberinto interno del ser humano. Los miedos y las alegrías que tienen una delgada línea fronteriza.

No puedo decir que sea de las mejores películas que he visto hasta ahora. Pero es obvio, que el director le ha sabido dar ese sentido espiritual a las dos horas y pico de duración que tiene este largometraje.

La actuación de Julia Roberts, acepta un notable alto, y en la breve intervención del amigo Bardem, su papel es muy discreto. Demasiado diría yo. Es más, no sé por qué eligieron a él para este papel, cuando hay infinidad de miles de actores que le vendría mucho mejor este papel.

Con lo rudo y pose de machote que tiene, los papeles de enamorado a Bardem, no le pegan nada. Quizás me influencie su gran actuación en Jamón Jamón.

No he podido evitar leer algunos comentarios. Como no quiero repetir lo mismo que habéis escrito todos, prefiero dirigirme a esta película con tono más que irónico.

Darle mérito a quien, al Rey? Sí, un tipo elegido democráticamente... Bueno, creo que éstos oscars no pasarán a la historia, porque no se han premiado los trabajos que más merecimiento tienen.

La comunión holliwoodense con las altas esferas de influencia capitalista y social, no es que esté a las claras mostrándonos la benevolencia de ese sector, si no que acaban de bajar el listón del "séptimo arte¿?". Señores, tener visión crítica en las películas incluye un análisis del mundo del cine actual. Esa revisión pasa por las palabras de Alex de la Iglesia, que manifestó públicamente, la necesidad de que la ciudadanía vea cine gratis. Esto implica, que la industria del cine debería ser un derecho casi. Es decir, que el cine debería estar más que subvencionado por el estado y organismos privados de grandes capitales. Si no, sería imposible poder ejercer la profesión.

Dicho esto, opino que este año los oscars, han sido una auténtica decepción.