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España España · Valladolid
Críticas de BGIL77
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
10
23 de junio de 2007
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Las cosas más importantes de la vida son más ligeras que el aire"

Un escritor obsesionado por la pérdida de su esposa. Un joven que cambia de identidad para cada persona que conoce. Una mujer con una hija en apuros. Un hombre que fotografía todos los días la misma esquina.
Historias inconexas que, por el más puro azar, se unen unas a otras como en una historia sin fin, en torno a un estanco de Brooklyn. Una película que nos habla de la levedad de la existencia, y produce la mágica sensación de ser humo, y flotar.

Un guión maestro de la mano del genial creador de historias Paul Auster (por cierto, su segundo nombre es Benjamin, como el nombre del personaje de William Hurt) y dirigida con mimo por Wayne Wang, además de maravillosamente interpretada por un elenco de actores que funcionan a la perfección en esta película, podríamos decir, coral.

Sin embargo, lo fantástico de la película no es todo eso. Es algo más. Es la sensación que te deja de que esas historias, estructuradas en torno a una tienda en una esquina de Brooklyn, podrían pasar perfectamente con las personas que van al kiosco del final de tu calle. Eso es lo especial, que te sientes parte de la historia.
BGIL77
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10
24 de junio de 2007
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de atracadores perseguidos por unos cazarrecompensas de la peor calaña. Unos hombres atrapados en una revolución que no entienden ni comparten. Dos antiguos amigos obligados a enfrentarse a muerte. Un canto a la amistad, entonado por hombres solitarios. Un trago por el final de una era. Un réquiem por el Salvaje Oeste.

Una película impactante, lírica de principio a fin, que, a través de la historia de unos hombres acorralados y vencidos, nos cuenta otra acerca del ocaso de una forma de entender la vida y la muerte, a lo largo de dos horas y media plagadas de disparos, persecuciones, arena, rifles, polvo, recuerdos, desarraigo y tequila, mucho tequila.

Para mí, el mejor western de la historia, y una de las muestras de los últimos coletazos de un género, que en su agonía, golpeó más fuerte que nunca a través del genio de uno de los apóstoles de la violencia, el mítico sam Peckinpah. Después de esta ya sólo nos quedaría "Pat Garret y Billy the Kid", del mismo Peckinpah, otro canto al final del Far West.

"Grupo Salvaje" se ha convertido con el paso de los años en una auténtica película de culto, en la que se puede apreciar un homenaje a la amistad, ese tipo de amistad que sólo se pueden profesar entre los cowboys y forajidos, fruto del compañerismo y la camaradería. Sin embargo, Peckinpah (que nunca volvería a estar al mismo nivel) siempre afirmó que la cinta trataba de hombres solos. Y es verdad. Pero también lo otro. Esa es la magia de la película, su interna contradicción, una película sobre la amistad protagonizada por hombres solos, unos atracadores a los que el espectador toma cariño perseguidos por unos cazarrecompensas odiosos, la historia del final del oeste a través de los ojos de unos hombres incapaces de aceptar el final y de vivir de otra manera.

A todo esto colaboran las interpretaciones de William Holden, bastante viejo por aquella época, y Robert Ryan, que interpreta al jefe de los cazarrecompensas, atacado por problemas de conciencia, pues lo que él quiere es unirse a ellos. Además de las actuaciones de secundarios de la talla de Ernest Borgnine, y otros asiduos de Peckinpah, como Warren Oates (que brilló en "Mayor Dundee") y Ben Johnson.

Un soberbio homenaje al western. Un intenso poema sobre hombres demasiado viejos y cansados. Un último trago por una era. ¡Salud, amigos!
BGIL77
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6
11 de julio de 2007
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recorriendo el continente, de un extremo a otro, cruzando el Mississippi, fumando marihuana en "the mean old Frisco", que diría Eric Clapton, bebiendo en un bar de mala muerte de Nueva Orleans y acostándose con prostitutas del peo antro de Ciudad de México. Así fue la vida de Neal Cassady, el mítico "beatnik", que definió realmente el espíritu de la llamada Generación Beat, ese grupo de escritores que a mediados de los cincuenta comenzaron a revolucionar no sólo el panorama literario (aunque esto está sujeto a mucha controversia, y es otro tema del que habría que hablar más en extensión en otra parte) sino también la forma de entender la vida. Neal Cassady, amigo del eterno Jack Kerouac (su obra "En el camino" es ya una novela de culto) de Allen Ginsberg y del archiconocido William Burroughs.
Basándose en una carta de Cassady a Kerouac (una de tantas, pues a pesar de escribir tan sólo una obra en toda su vida, "El primer tercio", fue un prolífico escritor de cartas, algunas de hasta 6.000 palabras) Stephen Kay hace un magnífico retrato de la época y de los sentimientos que llevaron a Cassady y Kerouac a lanzarse "al camino". Unos sentimientos de soledad y desarraigo, el ser conscientes de que son diferentes, de que lo que vale a los demás para ellos no es suficiente, de rechazo hacia la vida con mujer, hijos y jardín, que les empujan a vivir de forma distinta, dejándose llevar por sus impulsos, ajenos a todo lo establecido, unos sentimientos que se reflejan perfectamente en la vida en la carretera, y que tienen su exponente máximo en la película en la escena en la que suena "Blanca Navidad", Louis Armstrong, con un Thomas Jane efundado en su gastado abrigo, como un naúfrago en una isla ajena al sentimiento de alegría generalizado.
Además, la cinta contiene interesantes guiños hacia los conocedores de Cassady y su mundo: la afirmación de que llegó a robar 500 coches, como afirma en una de sus cartas, o la historia de la carrera que su amigo, que no es otro que Allen Ginsberg (interpretado por un entonces desconocido Adrien Brody) anota pacientemente en una mesa de pino, hecho que tuvo lugar realmente así. Quizás el gran fallo sea que no se rodara toda en blanco y negro, como las escenas del principio y del final y la ya citada imagen navideña.
Un filme imprescindible para todo aficionado a la literatura beat o a cualquiera que quiera adentrarse en el mundo de estos extraños personajes que lograron hacer de su vida la mejor de sus obras.
BGIL77
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8
12 de agosto de 2008
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Mamet nos ofrece una brillante incursión en el mundo militar, concretamente, en el de las Operaciones Especiales (escenario que parece gustarle y ha usado para la serie "The Unit"), y nos presenta a Scott (Val Kilmer), un oficial de dicho cuerpo al que le encargan una misión que, ya lo adivinamos todos (no sólo porque la película sea de Mamet sino porque estas historias son así), es más complicada de lo que parece en un principio.

Una chica ha desaparecido. Es la hija de un pez gordo y hay que encontrarla antes de que la prensa se entere. Y Scott es el hombre elegido para ello. A partir de ahí, y como estamos acostumbrados, Mamet nos lleva de la mano de un sólido guión (quizá no tan brillante como en anteriores ocasiones, pero muy digno de su autor) plagado de los giros que son una de sus marcas, a través de una historia que es mucho más de lo que pretende. Porque "Spartan" es algo más que un thriller que, en mi opinión, se mueve con fluidez, donde las escenas de acción, aunque escasas, son muy correctas y mucho más realistas que lo que estamos acostumbrados.
Se trata de una profunda reflexión sobre los soldados, esos hombres anónimos que libran y ganan las guerras, hombres que se dejan la piel y que nunca aparecen en los libros de historia. Ellos cumplen con su deber, esa palabra que hoy en día parece haber perdido todo el significado y, como dice el personaje de Kilmer: "Voy a donde me mandan y al llegar, hago lo que me dicen". Sin cuestionar ni las órdenas ni a los hombres que las dan. "Pardiez. Éramos soldados", como diría Reverte.
BGIL77
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9
16 de agosto de 2008
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ciudad. Miles de almas vagando por sus calles. La vida en unos minutos y las sirenas aullando en mitad de la noche. Eso es "Saved", una serie que bebe de las fuentes de "Al límite", de Scorsese.

La serie nos presenta a Wyatt Cole, un personaje turbio con problemas con el juego que trabaja como paramédico en Portland, Oregón. Cole, hijo de un prestigioso médico y ex-estudiante de medicina, recorre las calles en la ambulancia junto a su compañero, un hombre que perdió a su familia por sus problemas con el alcohol y que lucha por recuperar a su hijo. Además, la compañera de facultad y exnovia de Cole ahora ejerce la medicina en el servicio de urgencias del hospital donde nuestros protagonistas llevan a sus pacientes (hospital del que es jefe el padre de Cole), y mantiene una relación con el Dr. Lanier, médico del mismo hospital.

Las interpretaciones no pueden ser calificadas de brillantes, y no cuenta con actores famosos, pero sí son lo bastante buenas como para que nos preocupe el futuro de los personajes y la dirección no destaca demasiado, aunque sí logra momentos de verdadera emoción.

En resumen, una serie que nos devuelve a la parrilla televisiva a un hombre corriente, después de la invasión de "House" e imitadores ("Shark" y demás) para demostrarnos una vez más que las historias más interesantes son las que ocurren todos los días ante nuestros propios ojos, aderezada con la mejor banda sonora que he tenido el placer de escuchr en una serie, donde ya en el primer capítulo nos encontramos a The Doors, Jimmy Hendrix, The Police o Johnny Cash.
BGIL77
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