OPINIÓN PERSONAL: "El monje" me parece una película que se deja ver, pero que, a la vez, no aporta nada. Supongo que esperaba mucho más de este film teniendo en cuenta que su director, Dominik Moll, me sorprendió muy gratamente con la sorprendente historia de "Harry, un amigo que os quiere", extraño thriller “familiar”, que, como mínimo, te dejaba algo desconcentrado y descolocado, pero con la sensación final de haber visto una buena película, a la vez que diferente. No puedo negar que el film de “El monje” tiene una fotografía impecable y que consigue recoger parte del ambiente gótico de la novela de Matthew Gregory Lewis (que algunos consideran la primera novela gótica), con imágenes vagamente inquietantes, bellas e, incluso, oníricas… pero la historia no llega a engancharme, ni de lejos, como lo pudo hacer el libro o, en su momento, una película de ambientación muy parecida, aunque de trama totalmente distinta, como “El nombre de la rosa”, basada, a su vez, en otra novela, mucho más cercana a nosotros en el tiempo, escrita por Umberto Eco, que sí era capaz de lograr esa atmósfera gótica totalmente fría, lúgubre e inquietante capaz de tenernos en vilo en nuestros asientos. Así, pues, creo que “El monje” es una película que se deja ver, pero, desde luego, no engancha ni fascina. Aunque ésa es, sólo, una opinión de un servidor.

Justicia Justiciera III... Lo he puntuado con un 8, y no porque sea realmente buena, porque no lo es. Pero sí es francamente divertida, siempre que a uno le gusten el gore, el exceso, la imaginación algo retorcida y las ideas que pueden surgir a partir de los bajos presupuestos. La verdad es que este cortometraje de 15 minutos es una bizarrada que no dudo que algunas personas podrían considerar de mal gusto, pero, reconozcámoslo, si entramos dentro de ese término que algunos llaman "suspensión de la realidad", la película es algo hilarante, paródico y desquiciadamente divertido que va a más a cada minuto que pasa. Podemos ver homenajes de todo tipo a lo largo de la película, pero lo mejor de todo es su falta de correción política. No haré comentarios que puedan generar spoilers, pero si uno disfrutó de cortometrajes como "Brutal Relax", "Fist of Jesus", "Kung Fury", "Justicia Justiciera III, KungFu Karate Annihilator" es lo que estaba esperando desde hacía tiempo.

La típica película para ver sólo en casa un día aburrido, o para pasar el rato, sólo o con los amigotes, mientras uno cena, sin más. No aporta nada nuevo, ni hace una revisión al género, ni nos regala con guiños y homenajes a películas o series B de temática similar. Sigue un patrón clásico sin añadir ninguna novedad. Pero en todo caso, las he visto peores. Entiendo que esta película pueda parecer un despropósito y una porquería a algunos, pues no es nada del otro mundo, pero, desde luego, no prometían nada del otro mundo y no lo dan, cosa que, por lo contrario, si sucede con otras tantas películas: o sea, prometen una gran película, y a la hora de la verdad no te dan nada. Ya sólo por eso les doy un punto de los cinco que les he dado. Esta cinta se hizo sólo para entretener unos minutos, sin más pretensiones, y eso hace. No hay grandes actores, no hay acción a raudales, no hay grandes diálogos, ni puede presumir de tener efectos especiales de gran calidad, aunque, ¡sí, sí, efectos especiales los tiene!, hoy en día, ¿quién no dispone de unos efectos especiales mínimos? Es, simplemente, una película modesta de bajo presupuesto, de serie B, diría yo, si actualmente las películas de hoy pudieran tener ese tufillo de serie B de antaño (que se debía, muchas veces, a unos efectos especiales cutres y no digitales, precisamente). Bien es cierto que con lo poco que tenían, podían haber hecho una película más graciosa, con diálogos más humorísticos y vivos (recuerdo aquella clásica película de "Temblores", que también ocurría en un desierto, aunque los bichos eran distintos, donde todo lo que no tenía en efectos especiales le sobraba en dosis de humor), pero no se puede pedir todo.

Una película para los amantes del género zombi sin complejos que es mejor no analizar demasiado profundamente en lo que respeta al argumento, o descubriremos que pierde agua por todos lados.

Y es que, aún teniendo en cuenta la suspensión de la realidad propia de los amantes del género zombi, que permite que aceptemos fácilmente que los muertos pueden levantarse de sus tumbas (o de cualquier otra muerte aparente) sólo para devorar a los vivos a causa de cualquier mínima excusa, ya sean un virus, una radiación o un gas totalmente desconocidos, o bien vudú, posesión demoníaca, control de los cuerpos muertos por entidades o fuerzas extraterrestres, o causas tan hilarantes como la mordedura de un mono-rata de Sumatra, muchas cosas quedan pendientes y en el aire en este film que no resultan del todo coherentes y, por tanto, no nos permiten que éste pueda ser entendido de manera lógica, como sí lo pueden ser otras películas de zombis mucho más absurdas y gamberras.

Valores como igualdad, derecho, verdad y justicia son pisoteados a diario en medio de una clase social y política corruptos. Y sin embargo, siempre habrá gente idealista dispuesta a luchar por esas causas. "Caballero sin espada" es una película cuyo contenido aún es totalmente vigente hoy en día -y quizás hoy más que nunca-, y que expone su mensaje y crítica con una claridad absoluta. Puede que el film peque de idealismo, patriotismo y cierta ingenuidad (lo mismo que su personaje protagonista), pero sin duda eso no hace su mensaje sea menos válido, al contrario, le da más valor al comprobar que no ha perdido su actualidad para nada. Es, sin duda alguna, una de esas películas que invitan al debate una vez vistas, y que nos hace pensar hasta que punto no sería aconsejable que en ciertos círculos su visionado fuera obligado, especialmente entre los políticos y la prensa, pues el retrato que se hace de éstos es bastante fiel a la realidad. Una de esas películas ante la cual me quito el sombrero.