Horas después de haber visto la película me está ocurriendo como con Verónica, también de Paco Plaza, que me encantó pero a la que, a medida que pasaba el tiempo, le iba encontrado muchísimas cosas.
Cierto, esta es una película de venganzas pero que supera a todas las que haya podido ver -incluida la excelente Tarde para la ira- y marca una sideral diferencia con las películas americanas del mismo tipo.
Puede parecer previsible y clásica según la vas viendo pero... qué va, qué va -y no puedo decir más.
El nivel medio de las interpretaciones resulta poco menos que extraordinario. Luis Tósar puede parecer que interpreta a Luis Tosar pero no, crea un profundo personaje roto. Los dos hijos del narco lo bordan también pero sobre todo Enriq Auquer te lo crees cada instante que actúa. Y el propio viejo saca adelante un difícil papel, en una película de primeros planos tremendos.
Del final no puedo decir mucho, por razones obvias, pero garantizo que nadie saldrá exactamente igual que entró

Podemos matizar muchas cosas, buscarle las vueltas, criticar detalles... pero esta película no te deja apartar la vista de la pantalla, te mantiene hundido en la butaca o echado para delante -según la situación- expectante ante lo que va a ocurrir y te mete el miedo en el cuerpo, un miedo que no se va fácilmente por lo que representa lo que pasa. Y para eso se va al cine.
Me podría fijar en detalles si me hubiera quedado tiempo o atención pero todo estaba concentrado en esta película absorbente y que te apabulla, en un formato original y difícil de desarrollar, con lo que te cuenta y todo lo que hay detrás.

Aunque repetidos, esta película tenía mimbres para ser una buena película pero junta demasiadas cosas, las amontona y va dando trazos deslavazados de una historia y ello pese a que tiene buen ritmo. ¿Problema de montaje, de no saber del todo lo que se quiere decir?
Me he quedado muy bien sin saber qué quería contar la historia, cuál era su moraleja.
Saoirse Ronan, gracias a su físico, retrocede en el tiempo para hacer un personaje de menor edad y mantiene su crecimiento como actriz junto a otras interpretaciones notables.

La narración de la película nos introduce en la historia y la recorre de manera vivaz con diversos flash-backs... hasta que entra en una narración plana que se va alargando, donde paso poco o nada y la película parece detenerse. Y así hasta casi el final, con las escenas por las callejuelas de un pueblo italiano -aunque sea echa en falta un buen ritmo.
Sorprende el personaje que interpreta Mark Walberg. Salvo su intervención final parece estar de adorno casi toda la película.
Hay algunas frases y comentarios muy agudos y la parte técnica es impecable.
En general la película resulta en gran parte de su metraje aburrida y parecen haberse desperdiciado muchos medios

Lo mejor de esta película se lo lleva la parte técnica: los escenarios, los planos, el color. Todo es soberbio de manera que te mete por completo en una historia y un mundo que narrativamente no está igualmente desarrollado. Va a una marcha menos en cuanto a ritmo y profundidad de los personajes y los diálogos.
Muy destacable la interpretación de un casi irreconocible Fabrice Luchini como Fouché y la hechura que da Vicient Cassel al personaje de Vidocq. Impresionante los escenarios del canal en la persecución de Anette y los subterráneos de la parte final.
Podría haber dado más de sí esta película pero, por su construcción y buena realización, no deja de ser un peliculón de época, a la manera realista que por fin se hacen estas películas -o casi- que convierte la visita al cine en un tiempo muy bien empleado