En relación al boxeo es de las mejores, incluyendo Toro Salvaje y Rocky entre otras. Las interpretaciones de los actores y actrices son sublimes, sobre todo la de los dos hermanos. Fué la primera nominación a un Oscar para el gran Kirk Douglas.
La historia de alguien que no es nadie y se convierte en un dios de la noche a la mañana es de todos conocidos, pero aquí es tratado de una forma trágica y bella a la vez. La pelea final es real y dura a la vez. Y su soliloquio final aún mejor.
Es un deporte muy duro éste del boxeo, pero creo que hay pocos que hayan dejado tantas joyas como ésta en el séptimo arte.
Un campeón es siempre un campeón.

Película que está más cerca del suspenso que del aprobado. Una historia vaga, bastante intrascendente y ya vista muchas veces a lo largo de esto llamado cine. Nuestro protagonista, Michael Cera, es un amago de actor. De la nueva remesa de actores americanos, todos están cortados bajo el mismo patrón y actúan menos que una piedra.
La música es lo más reseñable de esta historia, y con eso está todo dicho.
Miradla y borradla pronto de vuestros recuerdos.
Y gracias por leerme.

En poca más de 90 minutos (lo que dura un partido de fútbol, por ejemplo) esta pequeña maravilla que apenas conocía me hizo pensar, sufrir y casi llorar por dos presos fugados con las grandiosas interpretaciones de dos grandes de esto llamado cine: Tony Curtis (nominado al Oscar por este papel) y Sidney Poitier.
El guión está plagado de grandes frases, mejores réplicas y trata de temas tan universales como el compañerismo, la amistad y la soledad hasta temas tan en boga (y tristemente muy actual), el racismo.
Esta película también deja ratos cómicos y muestra que el sistema penitenciario es injusto, es decir, que la justicia no es igual para todos (¿Verdad, Cristina?)
Bueno, y poco más que decir, miradla y ya me comentareis.
¡Y que viva el cine!

En mi humilde opinión una buena película de terror (en el término clásico) debe ser algo más que matanzas estúpidas, sangre a raudales e historias sin sentido que solo nos llevan a vislumbrar muertes por aquí y más muertes por allá.
Esta delicada y mortífera película sueca (mucho nivel en los últimos tiempos para nuestros amigos nórdicos) es una delicia de principio a fin. Muy bien estructurada, muy bien llevada a cabo. Con buenos sustos, una historia muy bien contada, y como colofón, una amistad/amor entre nuestros dos niños protagonistas y su manera perfecta de ver el mundo.
Un acierto en todos los sentidos.

Clásico atemporal, maravillosamente bien filmado, muy bien contado.
Faye Dunaway y Warren Beatty están espectaculares y muy creíbles en sus respectivos papeles. El, un soñador y ladrón de bancos. Y ella, una persona muy desarraigada, más soñadora que su compañero de fatigas, y bastante desequilibrada. Un cocktail digno de este duro y a la vez humano drama.
Una película con una esencia propia y una historia única.