La película se deja ver por una de las interpretaciones más divertidas de Shahrukh Khan pero cojea en lo más importante: el guión.

Tras una primera parte de lo más entretenida la historia pasa a complicarse en la segunda hasta llegar a escenas donde flaquea el ritmo y las ideas (que eran tantas inicialmente...).

Lo mejor sin duda los efectos especiales y la vistosidad del film, siempre acompañado por una gran banda sonora. (a destacar la escena colorida de baile en un hotel donde suena el tema principal)

Un film con 2 partes bien diferenciadas: una inicial, excelente y con buen ritmo y otra final, más pausada que no sabe mantener el gran nivel de la primera.

A destacar sobretodo los números musicales de la primera parte donde la música y el lado cómico de Salman Khan animan la función (memorable el baile del 'pollo').

La niña protagonista llena la pantalla con su encanto y ternura y tiene química con el protagonista.

Todos ellos están acompañados por una fotografía preciosa en la que brillan los colores y texturas de la India en todo su esplendor (espectacular la entrada colorida de Khan). Dan ganas de estar ahí...

Mágica y muy entretenida pero también poco equilbrada.

Una de estas películas que acostumbran a pasar desapercibidas por el gran público y que se acaban descubriendo por el repaso de obras anteriores de actores de moda en 2017: Ryan Gosling (La la land) y Michelle Williams (Manchester frente al mar)

Real como la vida misma y con espectaculares actuaciones de sus protagonistas que mezclan una historia entre el pasado y presente.

Michelle Williams da una lección de como mostrar un personaje que no acepta su destino, impuesto por las circunstancias de su vida.

Gosling es el personaje atormentado que lucha por ser y hacer feliz porque si que ha elegido su situación: soberbia interpretación y caracterización.

La película refleja de forma natural y magistral el paso del tiempo (tanto físico y psíquico) de una relación de pareja, los celos, los desequilibrios...

La gracia está en como lo narra el director: hace sentir al espectador el dolor progresivo y desgaste que se va gestando en la pareja y que por desgracia tantas veces se da en el complejo (y a veces absurdo) mundo del amor.

Viggo Mortensen, en su mejor papel, se mete en piel de un padre que vive en la creencia de que hacer lo contrario a lo que marca la sociedad es justo lo mas adecuado para él y su familia.

El personaje encaja a la perfección con ese hieratismo que a menudo desprende su cara como actor: a veces se muestra frío e insensible en sus expresiones pero esta vez su papel lo requiere. Esa exhibición de frialdad destaca en la escena (desgarradora, escalofriante...demoledora..."fantástica" como su personaje) en la que realiza la comunicación a sus hijos que desencadena la historia.

Le ayudan en su buena actuación una familia a la altura: atención al carisma de cada uno de sus hijos (¿quizá alguno merecería un reconocimiento?) y al personaje clave de la madre.

La gran virtud del film es que defiende 3 posturas distintas (y no 2 como puede parecer) frente a como afrontar la sociedad actual ya que no se limita sólo a defender un punto de vista:

- Rebelarse ante la sociedad (padre)
- Aceptarla (abuelo)
- Rendirse ante ella (madre)

Algunos quizá no estén de acuerdo con el final que nos plantea el director pero hay que tener en cuenta que es un film independiente para sacar nuestras propias conclusiones vistas desde varios ángulos.

La principal debilidad en sí es el título de la película: despista a algunos posibles espectadores y hace que no haya tenido la repercusión y público de otras (porque creen que es otra más de superhéroes)

Recomendada para los que:

- Se han planteado el debate de si en esta sociedad en la que se avanza tan rápido nos estamos quedando sin tiempo para algunas cosas importantes: educación, cultura y reflexión.

- Se han preguntado si el proteccionismo que practican algunos padres es bueno para el desarrollo y la toma de decisiones futura de sus hijos. ¿Es el personaje principal un buen o mal padre no dando a conocer a sus hijos la sociedad que él si que ha conocido y que finalmente ha despreciado?

No aporta nada a la trascendencia que supuso un hito como llegar a la Luna.

La historia se pierde en la pena de un padre (¿y en la hazaña de lograr lanzar una pulsera en un cráter en la Luna?)

¿De verdad no se podía dar otro caracter a la historia y hacer una de ella una experiencia de una persona dispuesta a dar la vida por ese experimento que suposo un antes y después en la evolución de la humanidad?

Lo mejor del film si duda son las maniobras en el espacio rodadas con primeros planos que consiguen agobiar al espectador como a los astronautas. Pero ya hay varias en el film y al final se pierde la magia.

Ryan Gosling impasible delante de la cámara...no consigue penetrar en ningún corazón (ni el el suyo mismo). Y el final no saca las conclusiones o reflexiones que merecía este tiempo que ha pasado desde 1968.

El reto era difícil...pero el resultado no es lo que uno espera de un director interesante con trayectoria ascendente hasta hoy.