Película exageradamente ingenua, quizás torpemente pretenciosa. Tiene virtudes, sobre todo técnicas, pero que no son capaces de soportar un guión y unos personajes inmaduros. Más pormenorizadamente, el montaje y el uso de la cámara son más que correctos, e imprimen un sello propio al film (dentro de que efectivamente tampoco descubre nada nuevo). En este sentido, entonces, Elena Martin emprende su aventura como directora con unas formas bien consolidadas, donde no se podría decir que le falte talento o visión. Sin embargo, el guión está verde como él solo, lo cual sorprende porque las formas bien merecerían un respaldo, como poco, más elaborado. Personajes imberbes, y situaciones ramplonas que no profundizan, hacen que el sostén técnico sea insuficiente para que el film en su conjunto acabe siquiera destacando. ¿Es consciente el presentar un film inmaduro sobre una protagonista inmadura? ¿Ingenuidad o pretensión? Definitivamente pasable.

"Érase una vez en... Hollywood" me pareció un muermo, aburridísima. Salvo los 15 minutos finales, donde, además de destacar la acción, cobra sentido el guión y confieso que casi llega a conmoverme la buena intención de Tarantino (si bien me parece una falta de acierto que tengas que tragarte más de dos horas para ello). En cuanto a interpretaciones, la de Di Caprio bastante buena, pero ¿Brad Pitt?. No hay lugar a dudas que Quentin quiere darle la película a su par de amigos, porque ahí casting no ha habido ninguno: solo en todo Hollywood debe haber 15.000 actores mejores para ese papel. Y no solo eso, es que Brad Pitt no hace absolutamente nada. El contrapeso al film lo dan los aspectos técnicos, nada nuevo, Tarantino sabe hacer muy buenos rodajes y todo está muy bien montado, aunque ello no acabe por sostener un guión nítidamente autocomplaciente. Finalmente, "Érase una vez en..." es lo más flojo de Tarantino, que tal vez merezca la pena ver con la intención de observar buen cine técnico, pero avisado quedas de que vas a aburrirte un montón.

James Bond no es “mi taza de te”. Es una saga amplísima de las cuales tengo sólo vistas dos más aparte de esta Goldfinger (Skyfall y Casino Royale), y es una mercancía que no me dice nada en absoluto, aunque de las tres esta sin embargo es la que más auténtica he percibido. Valorarla en el contexto de su saga y de su época es lo que creo que tiene más sentido, y por ello entiendo que es la mejor Bond según las valoraciones globales, pero lo cierto es que para una película de ese corte, acción y espionaje, no me parece que merezca mucho la pena hoy día, como trama creo que no aporta nada y muchas escenas y detalles del guión son licencias que el espectador asumirá porque es James Bond, el superhéroe de la época. Algunas cuestiones de realización son interesantes o curiosas (el plano aéreo sobre Miami, la tensión del rayo láser) aunque son más las ocasiones en que me chirrían cuestiones negativas (demasiado tiempo de silencios en ciertas secuencias de acción, algunas interpretaciones poco creíbles también en secuencias de tensión). Un producto para entretener hecho correctamente para el momento. Un 6.

Gratísimo descubrimiento esta película, que, con precisa sencillez, con una mirada parsimoniosa y con una trama cuasi costumbrista, consigue tratar nítidamente la ilusión, la desesperanza, el miedo, la frustración, el desencanto, la amistad. Sin aspavientos, y con una cadencia lenta pero no aburrida, el director se centra en los sentimientos de dos personajes solitarios, cada uno en su propio sentido, y consigue con holgura transmitir con potencia sus intenciones, merced a ese uso tranquilo de la cámara y a las dos buenas interpretaciones de los protagonistas. Imprescindible retomar estos clásicos y recuperar aquella mirada sosegada y contundentemente transmisora de sensaciones.

Los niños lobo es "otra" película de animación japonesa más que alcanza el notable. Otra que no va a destacar por la técnica ni sorprenderte por su fantasía, pero va a poder gustarte por lo original de su guión, cargado de alma y de mensaje. Estupenda alegoría sobre los instintos y la cultura, guiada por un relato sobre la maternidad en situaciones de soledad muy bien hilado.