Jamás hubiera concebido semejante bodrio. Diría que es la peor película que he visionado en la vida si no fuera porque no me fío de mi memoria. No la veas, y si la ves o la has visto haz el favor y no se la recomiendes ni a tu peor enemigo. Fin del comunicado.

Cuando vi el trailer de Sexykiller, pensé que se trataría de una casposa imitación de Kill Bill en plan cañí. Pero no, se acerca más al desalmado Dexter que a Beatrix Kido. Un Dexter superfashion y con exceso de confianza. No se me ocurren dos adjetivos mejores para describir a este personaje que: letal y putón.

Sí, todo es absurdo, pero para bien; es decir, de pronto salen zombies y tal, pero es una de esas situaciones tan geniales como incoherentes. El humor a veces flojea, pero hay algunos momentos realmente cómicos, y en general se puede afirmar que al menos la peli provoca una sonrisota (y no cáncer, como algún indignator anti-todoloespañol pudiera decir). Una pena que en algunas escenas del final, se nota ese "quiero y no puedo, pero casi" (ese 7 que no pudo ser), esa falta de contundencia que distingue una gran escena de una memorable.

Es del tipo de terror psicológico. Sí, hay vísceras, amputaciones, sangre y muchas caras feas, pero eso no vale un duro. El verdadero terror en una película de estas características está en la desolación del escenario, la desesperación de los protagonistas ante una situación que se les escapa de las manos, y no puede ir sino a peor; lo importante es transmitir la impotencia y el horror que sufren los personajes. Y quizá éste es para mí, el único punto fuerte de esta obra que pudo ser bastante mejor.

Hay algo que falla aquí, es el perfil de los personajes. Está el valiente, el cabezota, el cobarde y el cachas misterioso. De vez en cuando agradecería encontrarme con personalidades más variadas y realistas, con reacciones y comportamientos más humanos. Para terminar, el punto más negativo de la película, es la mala calidad de animación y el estilo de dibujo escogido. Me hace gracia además, cuando mezclan escenarios 3D con planos cutres 2D de los personajes.

Independientemente de todo esto, la película se deja ver. Pasé un rato entretenido, con lo cual me conformo.

Propaganda goburnamental para la sensibilización del ciudadano que nos colaron en Renfe. Película fallida y profudamente lamentable que parece escrita y dirigida por un niño de 10 al que le han cargado con la tediosa tarea en el colegio. Guión estúpido y avergonzante. Al abuelo, todo el mundo lo llama abuelo, incluso el director del centro que solo sale una vez, manera poco ineficaz de identificar inequivocamente a un individuo en una residencia de ancianos. Dicho abuelo, es presentado como un payaso de feria, que pretede despertar ternuras y llantos, casi como si nos obligase la seriedad de la temática a adoptar dicha postura sin ningún mérito. El humor chabacano e insulso hacía arquear cejas e intercambiar miradas de desaprobación entre la gente del tren, que miraba perpleja, posiblemente la peor película de su vida. El tema de los condones es repetido constantemente con la esperanza de provocar simpatías y solo provoca vergüenza ajena. La señora cuidadora es un personaje base, presente en cientos de películas, estereoripo machacado de señora vulgar, mundana y resuelta, que se pretende entrañable de antemano, "viuda y sin compromiso" vete a tomar por saco. El señor Andrés igual o peor.

Se trata de una película con la intención de emocionar solo con lo superficial del argumento, sin personajes con fondo, con una moraleja obvia y prescindible. Hablando claro, esta película es pura mierda, y cada escena apesta, de verdad ha conseguido enfadarme como solo pocas.

Lo que más me jode en esta vida, es la gente que vive del sector artístico con la creatividad y el talento de un botijo. Y da igual que alguien me diga que las otras películas de este director fueron buenas, ésta merece el cese inmediato de su carrera.

"Como Dios" fue muy mala, pero "Sigo como Dios" fue aún peor, he tenido que subirle a un 2 a la primera, y ponerle un 1 a la segunda para mantener una justa proporción de mediocridad.

He aquí una pequeña reseña de lo que te podrás encontrar en este producto:
Tenemos a Steve Carell haciendo de padre de familia que pronto se enfrenta al explotadísimo dilema de: prometo hacer algo con mi familia pero me surge de pronto un compromiso en el trabajo que no puedo eludir; familia mosqueada y caritas de decepción, papa ya te vale.
Tenemos a Morgan Freeman haciendo de Dios again, con pantalón y camisa blancos, sin ropajes raros ni cosas extravagantes, que se vea que aquí la cosa es humilde y modernucha, como hacen los políticos. A pesar de ser omnipotente, no puede dejar de aburrirse, así que decide humillar a Steve Carell obligándole a construir un arca para fines turbios.

Para mayor risión, nuestro prota se empieza a transformar en Noé, vestido y look incluídos, como si fuera necesario ir de esa guisa para construir un arca, en fin.

Pero lo más triste de todo es que el arca sólo se hizo para sobrevivir a la rotura de una presa, y que para ello tuvieran que acudir animales de todas partes del mundo, ¿qué carajo le importará a un elefante africano que vive a miles de kilómetros?¿qué más le da a un pájaro? en fin, peli de las tristes.