Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de David Mudarra
<< 1 2 3 4 10 12 >>
Críticas 59
Críticas ordenadas por utilidad
7
21 de mayo de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pienso que lo estaba deseando. John Frankenheimer, uno de los mejores realizadores de la llamada “generación de la televisión” estaba esperando el momento propicio para pegarle una sonora bofetada a la sociedad americana de finales de los setenta. Y es que su trayectoria asi lo dice. Desde críticas directas a la guerra fría hasta películas donde se ponían en entredicho las buenas intenciones de los políticos. Así fue allanando el camino hasta el estreno de ésta, para muchos, su mejor obra.
La peli desmonta, en casi noventa minutos, muchos de los íconos sagrados para el cine estadounidense. No se libran ni el final feliz, ni el héroe inmaculado, en una peli donde todos sus personajes carecen de la más mínima moralidad. Y lo hace desde el principio al presentar en pantalla a su propio público, los habitantes de la América profunda. Sus rostros inexpresivos acompañan a los créditos (tanto al principio como al final) y se convierten en testigos de excepción de la historia pero también forman parte de la particular denuncia del director hacía el resto de los espectadores. Estos planos me recuerdan mucho a los que usó John Boorman en otro clásico legendario “Delivarance” (1972).
A simple vista, esta peli podría parecer un western. No solo por su protagonista (Gregory Peck), un sheriff de un pequeño pueblo de Tennesse. Si no por la excelente banda sonora (compuesta por Johny Cash). Las canciones del “Rey del country” conducen perfectamente la estructura lineal de la peli. El realizador, utiliza con eficacia la misma técnica que Fritz Lang en “Encubridora” (Rancho Notorious 1952) o King Vidor en “La pradera sin ley” (Man Without Star, 1955).
Pero no os engañéis. Esta película rezuma cine negro por los cuatro costados. Y es que la honestidad del sheriff dura minutos. Los que tarda el bueno de Peck en ver a Tuesday Weld. El realizador coloca en ese preciso instante al protagonista en medio de una crisis provocada por una mujer mucho más joven que él, casi una adolescente. Una “Lolita” que lo situara al otro lado de la ley. Si he de ser sincero no culpo al sheriff para nada ya que la chica en cuestión esta muy bien. Con un rostro permanentemente iluminado y una sonrisa sensual, muy pocos se resistirían.
La elección de Gregory Peck como representante de la ley que cae en el deshonor y la humillación es muy acertada. Nadie podría imaginar al por entonces galán en tan insultante situación. Cierto es que el director le avisa de lo inconveniente de esa relación cuando repite de forma recurrente planos y contraplanos de distintos niveles (el que avisa no es traidor) y generalmente, alternando con contrapicados para Peck y para Weld queriendo subrayar la pertenencia de ambos a diferentes mundos.
La propuesta de Frankenheimer se adecua perfectamente al momento por el que atravesaba Estados Unidos. La figura desmitificada, del hasta entonces intachable Peck, puede simbolizar la falta de credibilidad que tenia la administración estadounidense en 1970 con una guerra del Vietnam que nadie quería. De echo (y hay que estar muy atentos para poder verlo) el director inserta de forma subliminal propaganda del ejercito americano.
Esta película hay que verla con los ojos de los espectadores americanos de principios de los setenta. Para ellos y para sus dirigentes la concebio Frankenheimer.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Zeitgeist: The Movie
Documental
Estados Unidos2007
7,4
22.057
Documental
9
16 de mayo de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece ser, aunque no lo investigue mucho, un documental hecho sin fines de lucro que circula por Internet. Si bien el asunto empieza flojo, con un mensaje anticuado de “te vamos a decir toda la verdad” y sigue anunciando como una tremenda revelación algo tan obvio como “Dios no existe, te lo vamos a probar (como si fuera lo más fácil del mundo vamos)” y mete todo eso con imágenes ochenteras de una estética, cuanto menos, cuestionable. Si tenéis paciencia Zeitgeist se pone de pu... madre.
La primera parte hace una historización del cristianismo, la segunda, rearma los atentados de las Torres Gemelas con muchas pruebas a favor de la hipótesis de que fueron los Estados Unidos los que organizaron el ataque. Y la tercera y última parte es la que se proyecta hacía el futuro en la que saca conclusiones atroces a partir, entre otras cosas, de este atentado y otros productos en los Estados Unidos y el sistema bancario mundial.
Si a este final desolador y desesperante sumamos la imaginación de la catástrofe como armazón general del filme, la peli genera un poco de paranoia.
Ha sido producido por Peter Joseph para inspirar a que la gente comience a mirar el mundo desde una perspectiva más crítica y entienda que las cosas no son como la mayoría se cree. La información que nos da es fruto de la investigación de un largo año. Tanto la investigación como las fuentes básicas usadas y referidas en el filme asi como la trascripción interactiva se incluye en la web oficial.
Después de esto nuestro trabajo es conseguir hacer o gestar una revolución pues ese es el mensaje del filme. Revelaos, creed en vosotros mismos, mientras creáis en ellos seréis suyos. Sed libres.
Esta revolución cultural e ideológica ya se vio antes en una serie de películas con las que este documental se siente íntimamente unido:
1) “Alguien voló sobre el nido del cuco”. Esta peli de Milos Forman (1975) era una visión deprimente que denunciaba la jaula de pensamiento único en la que vive el hombre de la que es imposible escapar y termina convirtiéndose en un sonámbulo más.
2) “Safe”. Esta peli desconocida y rodada en 1995 por Todd Haynes plantea la muerte del hombre por alergia al mundo corrompido y sus habitantes.
3) “El club de la lucha”. Rodada en 1999. es la obra maestra de David Fincher y un llamamiento a la desobediencia civil y al terrorismo en busca de un giro radical que de verdad nos convierta en humanos.
4) “Matriz”. Rodada el mismo año que la anterior por los hermanos Wachowski, detrás de ella existe una denuncia definitiva del control que ejercen las corporaciones, el gobierno y los medios de comunicación en nuestra mente manteniéndonos incubando huevos y sin acabar de ponerlos.
5) “Wall-e” (2008). Tras la demostración de la constante estupidez del hombre, la táctica cambia de formato en busca del homosapiens y lo intenta con la animación digital. Esta peli se convierte en una obra maestra desde su estreno pero el ser humano continua con su ceguera.
6) “A ciegas” (2008). Saramago, por desgracia, solo hay uno, pero la obra del hombre más sabio del mundo cala hondo y de esa simiente nacerá la ansiada revolución que devore el dinero y a la madre que lo parió.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
23 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Youji Himuro es un asesino que trabaja en un grupo policial fuera de toda legalidad posible. Viendo que quieren asesinar a su jefe, este decide irse de viaje de novios con su nueva mujer e hijo. La mafia no les dejara en paz.
Takashi Mike es un director japones que tiene un mundo propio, el cual, siempre sabe moldear y mostrar en sus filmes, que dependiendo del género, todos llevan ese toque Takashi. Criticado y alabado a partes iguales, el realizador es un tipo que no deja indiferente a nadie con su ya extensa filmografia, donde hay de todo y para todos (desde cine familiar hasta cine de terror pasando por el western o la comedia) pero sin perder ese punto de vista tan gamberro y personal. Adicto a todo aquello que no sea la simpleza en sus historias, estas componen todo un canto a la libertad creativa del realizador que nunca se presta a caer en lo que el público quiere buscar en ellas, pues lo que él hace es un cine que primero debe gustarle a él. Luego el público decide si lo acepta o no. La violencia siempre esta presente en sus pelis y es directa o indirectamente la base de las mismas y el motivo de tener un buen número de seguidores tanto dentro como fuera de las fronteras niponas. Aunque también el como cuenta sus historias fuera de todo orden lógico o dándole un tono aún más surrealista que embellece su forma de hacer cine, cosa que a muchos aficionados les apasiona. Su cine muchas veces es ofensivo, muy violento y oscuro pero no carente de un firme trasfondo que da validez a las bizarras imágenes que este realizador sabe mostrar como nadie.
“Waru” rodada en el año 2006, hasta donde yo se es de las más desconocidas de su filmografía. Por lo menos fuera de Japón. Claramente salida de la serie B y basada en un manga de Hisao Maki poco o nada relevante en occidente. Su realizador con un presupuesto reducido y contando con una estructura simple sobre una historia que intenta no ser tan seria y acercándose a terminar siendo una parodia sobre el subgénero de gangsters y venganzas. Takashi consigue crear un filme curioso aunque no esta a la altura de lo que se espera de él. Pero no defrauda en absoluto. Todo lo que se suele ver en su cine esta presente pero no ahonda tanto en ello como era de esperar, terminando por ser un producto interesante con ciertos momentos pero sin la suficiente garra que tienen otros filmes suyos.
Sho Aikawa, uno de sus actores fetiches, es el principal protagonista de esta peli. Ha sido visto en pelis como “Zebraman”, “Like a dragon”, “Sun scarred”, “Gozu” o la trilogía “Dead or alive”. Un actor con carisma y presencia que llena la pantalla.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
21 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es lo que podríamos llamar un “retrato generacional” de los chavales de extrarradio (lo entrecomillo porque las cosas son muy relativas). Juani es una chica atrevida y deslenguada que vive en un barrio de los suburbios de algún lugar de España junto a sus amigos y a su novio Jonah. Juani curra de cajera mientras espera una oportunidad para ser actriz aunque el posesivo de su novio no quiere dejarla ir a Madrid a hacer un casting. Entre medias, se entretiene con el tuning y la ruta del bacalao (o lo que Bigas Luna entiende por ella). La repentina ruptura con Jonah llevará a Juani a rebelarse e intentar conseguir su sueño en la capital donde descubre que no todo es tan fácil como ella espera.
Si algo me sorprendió de esta película es que tiene dos partes bien diferenciadas, tanto que parecen universos diferentes. La primera parte es la que se basa en los jóvenes del suburbio y su cultura (tuning, carreras, bacalao, hip hop, graffitis, tatuajes, lentejuelas...) un batiburrillo de cosas tan explotadas hoy en día que no aporta nada nuevo bajo el sol. Parece que los productores hayan visto la saga “Fast and The Furious y quisieran haber hecho una versión castiza que le guste a los jóvenes. Pues sin querer ponerme clasista solo hay una clase de jóvenes que se sienta identificada con lo que nos muestra la peli y todos sabemos quienes son. Son esos que llegan tarde al cine, se sientan siempre en las últimas filas y hacen todo el rato comentarios estúpidos en voz alta enfrentándose con quien intente hacerles callar. Pues si Bigas pretende llenar la sala con esta clase de muchachos que se prepare para perder al resto de espectadores. Aún así no estoy convencido de que nuestros Jonathanes y Jessicas quedasen del todo satisfechos pues la acción no es gran cosa (hay una surrealista carreras de novias con sus parejas atadas al capo del coche pero las imágenes reales se sustituyen por las de un videojuego). Y la música tampoco destaca, aunque el hip hop es decente el realizador se empeña en resucitar el bacalao cada vez que puede. Eso sí, hay sexo y gente “guapa” (aunque que mal le sientan los primeros planos a Dani Martín).
La segunda parte de la peli es aquella en la que la Juani y su amiga Vane llegan a Madrid y que cambia de tono por completo. Después de haberse dado un buen atracón consumista a los pretty woman Juani se lía la manta a la cabeza para poder conseguir su sueño. Y aquí viene la sorpresa. La peli no es el cuento de hadas macarra que parecía. Tras el subidón de adrenalina llega el realismo. La Juani lo tiene difícil para encontrar curro pues conoce la cola del paro, los trabajos basura, le piden inglés, conoce a los directores pretenciosos, al publicista chuleador, el futbolista putero. Y es aquí donde se nos revela la verdadera Juani despojada ya de toda su agresividad bravucona y vulgar. En su determinación por llegar hasta el final pero también en sus principios y dignidad, en que no esta dispuesta a cualquier cosa y que, al contrario que su amiga Vane que solo soñaba con ponerse tetas y sacarles partido, es alguien por quien se puede sentir ternura y simpatía y que desde luego es mejor que el mundo que la rodea.
Verónica Echegui, es todo un descubrimiento, con una belleza particular que me recuerda, salvando las distancias, a Natalie Portman. Aunque al igual que el resto de los personajes sufre el síndrome Al salir de clase. Parece que los guionistas se hayan metido con una grabadora en una discoteca y luego lo han remezclado todo para que intente sonar juvenil. Por eso perlas como “tú a mi no me comes la cabeza” o “tú a mi me comes el coño” suena todo lo impostado que se pueda imaginar. Solo en la segunda parte, una vez despojada de la artificialidad que exige la primera Juani, resulta conmovedora. Dani Martín, aunque cumple sobradamente bien como el capullo de Jonah (un autentico niño grande bobalicón) canta mejor que actúa eso desde luego. El resto de actores ni destacan ni tienen ocasión de hacerlo.
Tal vez esta sea una de las películas menos personales de Bigas Luna, la más declaradamente comercial. Este director siempre ha sido un buen fotografiador de ese mundo de extrarradio. De todos modos diré para acabar que la telepromoción que hace esta película me parece vergonzosa. No solo de la propia película (la Juani sueña en sus delirios epilépticos con la página web de la peli. Sí, así, literal). Sino de todo tipo de marcas e incluso de unos grandes almacenes madrileños que son prácticamente el marco de la película.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
21 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone, después de su gran éxito con “Platón”, se traslada a otra selva, pero en esta ocasión a la de cemento, donde los agentes de bolsa venden, engañan, espían y ganan millones sin ningún tipo de miramiento ético y en la línea de la legalidad. Basado en lo que seguramente escucho de su padre, un conocido agente de bolsa, el filme de Stone se planta de forma ruda frente a los poderes ocultos que manejan la economía mundial poniendo de nuevo el dedo en la yaga como ya lo hiciera con la intervención norteamericana en Vietnam con su trilogía de “Platón”, “Nacido el 4 de julio” o “Desde el cielo a la tierras”. O simplemente tocar uno de los temas más sensibles para los norteamericanos como la muerte de JFK o ridiculizar a Bus en la cinta “W”. Su cine se basa en esto, afrontar historias y temas polémicos, de alcance social o histórico, que queden en la retina del público. Esta vez, los ladrones de guante blanco que operan en las sombras y que sin ningún criterio pueden borrar de la faz de la tierra a una empresa y sus trabajadores con las consabidas consecuencias. Bud Fox (Martín Sheen) es un joven agente de bolsa que intenta abrirse camino en Wall Street. Son tantas sus ansias de manejar grandes cuentas que cae en las redes de Gordon Gekko (Michael Douglas), quien le contrata como agente y le desafía a que traiga novedades y, si es preciso, incluso hacer espionaje a sus oponentes. Gekko representa el éxito, el atrevimiento y el lujo y la diversión. Bud cae rendido involucrándose y perdiendo su visión de quien era hasta entonces. Cuando Gekko le encarga una operación muy atractiva, infringe las reglas más elementales de la ética. Bud deberá decidir el camino que quiere seguir, la ética o el dinero fácil.
El principal mérito que tiene Stone en esta cinta es conseguir con una trama tan compleja un thriller con esas antiguas computadoras que, por aquel entonces, nos parecían impresionantes y que más de veinte años después nos parecen juguetes. Michael Douglas consigue una actuación que le valió un Oscar y un Globo de Oro en 1987 y que marco un antes y un después. Stone impone su cariz polémico a esta cinta que tiene como secundarios notables como Martín Sheen (que hace de humilde padre de Charlie Sheen), Daryl Hannah, el inglés Terence Stamp (rival de Gekko) y Hal Holbrook.
Hay que reconocer el coraje de Stone de saltar desde la política, a la guerra y a la ferocidad económica, temas que nunca quedan ajenos y que realmente importan y que muy pocos manejan o entienden. La cámara se pasea por la bolsa raudamente, una gran edición de equipo, donde los agentes reales registrados brindan un ambiente único donde Sheen se manifiesta con la inseguridad de un principiante. Hay una secuela llevada a cabo 23 años después centrada en los vaivenes económicos y regulación de los mercados actuales con el mismo tiburón de las finanzas Gekko pero recomendaría visionar primero este filme.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow