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Voto de David Mudarra:
3
Drama Juani es una adolescente del extrarradio que, además de tener problemas en su casa, tiene un novio muy celoso e indeciso con el que discute constantemente. Pero llega un momento en que la situación se le hace insoportable y decide dejarlo para poder hacer todo lo que no ha hecho mientras ha estado con él. Lo primero que se propone es triunfar como actriz. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es lo que podríamos llamar un “retrato generacional” de los chavales de extrarradio (lo entrecomillo porque las cosas son muy relativas). Juani es una chica atrevida y deslenguada que vive en un barrio de los suburbios de algún lugar de España junto a sus amigos y a su novio Jonah. Juani curra de cajera mientras espera una oportunidad para ser actriz aunque el posesivo de su novio no quiere dejarla ir a Madrid a hacer un casting. Entre medias, se entretiene con el tuning y la ruta del bacalao (o lo que Bigas Luna entiende por ella). La repentina ruptura con Jonah llevará a Juani a rebelarse e intentar conseguir su sueño en la capital donde descubre que no todo es tan fácil como ella espera.
Si algo me sorprendió de esta película es que tiene dos partes bien diferenciadas, tanto que parecen universos diferentes. La primera parte es la que se basa en los jóvenes del suburbio y su cultura (tuning, carreras, bacalao, hip hop, graffitis, tatuajes, lentejuelas...) un batiburrillo de cosas tan explotadas hoy en día que no aporta nada nuevo bajo el sol. Parece que los productores hayan visto la saga “Fast and The Furious y quisieran haber hecho una versión castiza que le guste a los jóvenes. Pues sin querer ponerme clasista solo hay una clase de jóvenes que se sienta identificada con lo que nos muestra la peli y todos sabemos quienes son. Son esos que llegan tarde al cine, se sientan siempre en las últimas filas y hacen todo el rato comentarios estúpidos en voz alta enfrentándose con quien intente hacerles callar. Pues si Bigas pretende llenar la sala con esta clase de muchachos que se prepare para perder al resto de espectadores. Aún así no estoy convencido de que nuestros Jonathanes y Jessicas quedasen del todo satisfechos pues la acción no es gran cosa (hay una surrealista carreras de novias con sus parejas atadas al capo del coche pero las imágenes reales se sustituyen por las de un videojuego). Y la música tampoco destaca, aunque el hip hop es decente el realizador se empeña en resucitar el bacalao cada vez que puede. Eso sí, hay sexo y gente “guapa” (aunque que mal le sientan los primeros planos a Dani Martín).
La segunda parte de la peli es aquella en la que la Juani y su amiga Vane llegan a Madrid y que cambia de tono por completo. Después de haberse dado un buen atracón consumista a los pretty woman Juani se lía la manta a la cabeza para poder conseguir su sueño. Y aquí viene la sorpresa. La peli no es el cuento de hadas macarra que parecía. Tras el subidón de adrenalina llega el realismo. La Juani lo tiene difícil para encontrar curro pues conoce la cola del paro, los trabajos basura, le piden inglés, conoce a los directores pretenciosos, al publicista chuleador, el futbolista putero. Y es aquí donde se nos revela la verdadera Juani despojada ya de toda su agresividad bravucona y vulgar. En su determinación por llegar hasta el final pero también en sus principios y dignidad, en que no esta dispuesta a cualquier cosa y que, al contrario que su amiga Vane que solo soñaba con ponerse tetas y sacarles partido, es alguien por quien se puede sentir ternura y simpatía y que desde luego es mejor que el mundo que la rodea.
Verónica Echegui, es todo un descubrimiento, con una belleza particular que me recuerda, salvando las distancias, a Natalie Portman. Aunque al igual que el resto de los personajes sufre el síndrome Al salir de clase. Parece que los guionistas se hayan metido con una grabadora en una discoteca y luego lo han remezclado todo para que intente sonar juvenil. Por eso perlas como “tú a mi no me comes la cabeza” o “tú a mi me comes el coño” suena todo lo impostado que se pueda imaginar. Solo en la segunda parte, una vez despojada de la artificialidad que exige la primera Juani, resulta conmovedora. Dani Martín, aunque cumple sobradamente bien como el capullo de Jonah (un autentico niño grande bobalicón) canta mejor que actúa eso desde luego. El resto de actores ni destacan ni tienen ocasión de hacerlo.
Tal vez esta sea una de las películas menos personales de Bigas Luna, la más declaradamente comercial. Este director siempre ha sido un buen fotografiador de ese mundo de extrarradio. De todos modos diré para acabar que la telepromoción que hace esta película me parece vergonzosa. No solo de la propia película (la Juani sueña en sus delirios epilépticos con la página web de la peli. Sí, así, literal). Sino de todo tipo de marcas e incluso de unos grandes almacenes madrileños que son prácticamente el marco de la película.
David Mudarra
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