Haz click aquí para copiar la URL
Voto de David Mudarra:
9
Drama Bud Fox (Charlie Sheen) es un joven y ambicioso corredor de bolsa que consiguió terminar sus estudios universitarios gracias a su esfuerzo y al de su padre (Martin Sheen), mécanico y jefe de sindicato. Su mayor deseo es trabajar con un hombre al que admira, Gordon Gekko (Michael Douglas), un individuo sin escrúpulos que se ha hecho a sí mismo y que en poco tiempo ha conseguido amasar una gran fortuna en el mundo de la bolsa. Gracias a ... [+]
21 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone, después de su gran éxito con “Platón”, se traslada a otra selva, pero en esta ocasión a la de cemento, donde los agentes de bolsa venden, engañan, espían y ganan millones sin ningún tipo de miramiento ético y en la línea de la legalidad. Basado en lo que seguramente escucho de su padre, un conocido agente de bolsa, el filme de Stone se planta de forma ruda frente a los poderes ocultos que manejan la economía mundial poniendo de nuevo el dedo en la yaga como ya lo hiciera con la intervención norteamericana en Vietnam con su trilogía de “Platón”, “Nacido el 4 de julio” o “Desde el cielo a la tierras”. O simplemente tocar uno de los temas más sensibles para los norteamericanos como la muerte de JFK o ridiculizar a Bus en la cinta “W”. Su cine se basa en esto, afrontar historias y temas polémicos, de alcance social o histórico, que queden en la retina del público. Esta vez, los ladrones de guante blanco que operan en las sombras y que sin ningún criterio pueden borrar de la faz de la tierra a una empresa y sus trabajadores con las consabidas consecuencias. Bud Fox (Martín Sheen) es un joven agente de bolsa que intenta abrirse camino en Wall Street. Son tantas sus ansias de manejar grandes cuentas que cae en las redes de Gordon Gekko (Michael Douglas), quien le contrata como agente y le desafía a que traiga novedades y, si es preciso, incluso hacer espionaje a sus oponentes. Gekko representa el éxito, el atrevimiento y el lujo y la diversión. Bud cae rendido involucrándose y perdiendo su visión de quien era hasta entonces. Cuando Gekko le encarga una operación muy atractiva, infringe las reglas más elementales de la ética. Bud deberá decidir el camino que quiere seguir, la ética o el dinero fácil.
El principal mérito que tiene Stone en esta cinta es conseguir con una trama tan compleja un thriller con esas antiguas computadoras que, por aquel entonces, nos parecían impresionantes y que más de veinte años después nos parecen juguetes. Michael Douglas consigue una actuación que le valió un Oscar y un Globo de Oro en 1987 y que marco un antes y un después. Stone impone su cariz polémico a esta cinta que tiene como secundarios notables como Martín Sheen (que hace de humilde padre de Charlie Sheen), Daryl Hannah, el inglés Terence Stamp (rival de Gekko) y Hal Holbrook.
Hay que reconocer el coraje de Stone de saltar desde la política, a la guerra y a la ferocidad económica, temas que nunca quedan ajenos y que realmente importan y que muy pocos manejan o entienden. La cámara se pasea por la bolsa raudamente, una gran edición de equipo, donde los agentes reales registrados brindan un ambiente único donde Sheen se manifiesta con la inseguridad de un principiante. Hay una secuela llevada a cabo 23 años después centrada en los vaivenes económicos y regulación de los mercados actuales con el mismo tiburón de las finanzas Gekko pero recomendaría visionar primero este filme.
David Mudarra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow