Del director de 'the fighter' y 'el lado bueno de las cosas' y recuperando reparto, porque si algo no solo funciona sino que se sale no hay motivo para cambiarlo, llega: ¡AMERICAN HUSTEL! Lo reconozco, no es una obra maestra y está algo lejos de serlo pero no importa porque es buena, bastante buena y te hace reír y pasar un buen largo rato de 2 horas y pico que no se hacen ni mucho menos largas. Gran director, guión divertido, buenísima fotografía y ambientación de la época con una banda sonora increíblemente bien elegida. Pero lo que realmente me ha hecho disfrutar del cine esta noche ha sido el cuarteto protagonista: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper y Jenifer Lawrence, ¡enormes! No sabría con cuál de estos actorazos quedarme si no fuese por el sr. Bale que me ha hecho dudar del mismísimo DiCaprio en 'the wolf of wall street’. Acojonante, me quito el sombrero ante uno de mis actores favoritos desde que tuve la suerte de ver 'el maquinista', una de las mejores interpretaciones masculinas que he visto., por cierto.
Muy recomendable.

- ¿Y tú por qué quieres ser soldado?- pregunta extrañada la futura parienta de la leyenda americana.
- Porque daría la vida por mi país; porque mi país es el mejor país del mundo- responde orgulloso el paleto tejano que quiso ser cowboy y se conformó con ser una leyenda americana.
(...)
- ¿Crees en Dios?- pregunta el típico compañero de fatigas que ya de antemano intuyes que será carne de cañón.
- Yo creo en Dios, en la familia y en la patria- afirma categóricamente el soldadito de plomo (y digo de plomo porque a parte de garrulo, el shooter era un autentico plomo el tío).


Me llena de orgullo y satisfacción que el maestro Eastwood, a sus nada menos que 84 años, siga haciendo películas aunque sean éstas de personajes cuya historia me interesa más bien poco por no decir nada.
Después de haber hecho pereza para ver 'Jersey boys', parece que me sentía en deuda con uno de mis directores top y tuve el siguiente debate interno entre mis distintas personalidades:
-¿Qué te cuesta verla hija de mi vida?
- 6,90.
- Merece la pena.
- Pero...no me gusta el cine bélico en general, ni el patriótico de banderas y soldaditos muy machos todos ellos que pretenden conquistar el sueño americano convirtiéndose en leyenda por matar a muchos malos, en particular. ¿Acaso no tuvimos bastante con ver como los chicos de Brad Pit convertían al americanismo a un pobre muchacho que no quería matar a los malos, ni ser soldadito, ni héroe ni nada que se le parezca en 'The Fury' (traducido como corazones de acero, ya me dirás tu por qué).
- No mezcles historias. Eres muy intolerante con las americanadas.
- Tienes razón...
- Imagina por un momento que no se trata de la típica película americana de soldados y marines que entrenan duro ante la atenta mirada de sus superiores mientras éstos los motivan diciéndoles lo maricas y nenazas con el único fin de convertirlos en los salvadores de la patria y del resto de patrias. Imagina solamente que igual no se trata de la típica historia del típico soldado que quiso ser alguien en la vida y no se le ocurrió otra cosa para conseguirlo, dada su escasa capacidad intelectual, que ser admirado por ser el asesino con mayor número de muertes consentidas de todos los francotiradores de la historia de los francotiradores. Imagina también que quizás no se trata de la típica propaganda barata occidental en la que los malos son los atacados y los invasores los invadidos.
- Lo siento, no tengo tanta imaginación.

Reto superado Clint. A pesar de la barbaridad de gente que ha ido a ver tu película, aún coincidiendo nada más y nada menos que con '50 sombras de Grey' (otro peliculón muy probablemente), ¡lo conseguí! Encontré butaca para dos y vi tu última creación. Evidentemente sabes hacer cine, no te digo yo que no. Sin contar que la obra maestra en cuestión es un autentico coñazo y que los diálogos son propios de seres mono neuronales, reconozco que está bastante bien hecha y tiene algunos planos molones. Además Bradley Cooper lo borda. Pero nada más colegui. La veo y ni siento ni padezco que quieres que te diga. Pensaba que me iba a salir sarpullido de ver tanto patriotismo junto y ¡oye! que ni me he ofendido.

En fin maestro, espero impaciente tu próxima genialidad. No acepto que este tu último éxito de taquilla cuando dejes este americano mundo. Me niego.

¿Qué se puede esperar de un señor que hizo posible disfrutar del CINE con amores perros, 21 gramos, babel o biutiful? Pues nada más y nada menos que la inesperada virtud de la ignorancia; o lo que es lo mismo: CINE.
Llega un momento en este camino que es la vida en el que ya no vale aquello de 'yo de mayor quiero ser...', porque ya somos mayores y ahora lo que vale es decidir lo que queremos ser (si es que queremos ser algo). Michael Keaton o Riggan Thomson (una ya no sabe bien quién es la persona y quién el personaje) decidió que él quería ser actor. Lo consiguió y vaya si lo consiguió. Trilogía taquillera de superhéroe, reconocimiento, dinero, fama... Pero la fama cansa y si no cansa se acaba y si se acaba vuelve el momento decisión: ¿fama vs talento? ¿Talento vs fama? Entonces MichaelKeatonRigganThomsonBatmanBirdman decidió que él no quería ser un superhéroe, él quería ser artista, director, guionista y actor principal. Desencasillarse, ganarse a la crítica y tener reconocimiento, que no fama, en definitiva ser alguien. Para ser alguien primero hay que ser y ¿quién eres? ¿Cómo ser cuando el personaje al que interpretamos cada día se come a la persona que supuestamente eres?
Son muchos los protagonistas de la inesperada virtud de la ignorancia, aunque Birdman eleve la palabra actor a la categoría de arte:
Alejandro González Iñárritu. EL DIRECTOR ha decidido hacer ficción dentro de la ficción para reflejar una realidad, la realidad del cine actual. No deja títere con cabeza. No se escapan los críticos, ni las drogas, ni el cine comercial, ni los famosillos, ni las redes sociales... Este señor ha decidido que todas sus películas sean peliculones y ha 'coescrito' un guión acojonante con frases para pensar, para reír; tragicomedia pura y dura sobre un teatro: la vida misma.
Reparto. Michael Keaton se sale por todas partes, pero volver a ver a Edward Norton pasar de un registro a otro con la facilidad pasmosa con la que lo hizo en sus tiempos mozos en 'las dos caras de la verdad' es todo un lujo. Emma Stone me conquistó en la última de Woody dios Allen y aquí está aún mejor; la amiga se marca un monólogo a mitad de película que, literalmente 'se caga la perra'. Sin desmerecer a nadie, están todos de once.
Fotografía. Halando de protagonistas no puedo olvidar a un tal Emmanuel Lubezky que hace que te enamores de cada plano. Espectacular.
Música. Los 'momentos batería' llaman la atención hasta de los que no vemos más allá de la actuación del actor de turno.
En resumen, un peliculón. Con crítica, mensaje, vistosa y actuaciones magistrales. ¿Qué más se puede pedir? Solamente una cosa: que siga habiendo gente que se crea que no está todo visto y lo demuestre. ¡Qué grande eres guey!

¡Estoy en racha! Tres semanas consecutivas viendo buenas pelis, no sé si estoy soñando.
Positivo: casi todo. Un guion bueno con un millón de flashbacks que están increíblemente bien hechos (en ningún momento te pierdes) y te hacen engancharte a la historia, un trabajo magistral de los dos protagonistas (me los creo a pies juntillas, sus miradas reflejan todo desde la ilusión al dolor desgarrador), una música preciosa que le va perfecta (a mi me suena a country pero parece que tiene otro nombre: bluegrass o algo así, para los entendidos) y una bonita fotografía.
Lo negativo: es un drama en el sentido más estricto de la palabra que me hizo salir del cine con un bajón considerable pensando que la vida es un puto asco.
Por otro lado se sale un poco de la historia, metiendo algo de politiqueo y crítica a la religión y a su doble moral, pasando del sueño americano a cagarse en Bush hijo (cosa que yo también haría encantada) pero que queda un tanto confuso dentro del contexto.
Recomendable más por su calidad que para pasar un buen rato.

¿El director de TRAINING DAY ha convertido a ese polivalente actor (y digo polivalente porque con la misma facilidad que hace un buen papel hace uno horrorosamente malo, así, sin tan siquiera despeinarse), llamado Denzel Washington, en THE EQUALIZER o, lo que es lo mismo, en el justiciero que todo lo puede; en ese hombre capaz de cargarse a toda la mafia rusa en tan sólo 128 soporíferos minutos? ¿En serio? No me lo creo... Señor director, han tomado prestado su nombre para hacer una película que no sirve ni 'pa echar' la tarde comiendo palomitas.