Coppola ha realizado una de las mejores, por no decir la mejor, versión de Drácula, hasta el momento. Para empezar dignifica al personaje de Drácula que prácticamente se había convertido en una caricatura de si mismo. Ahora, Drácula, alcanza el nivel de un caballero andante, una especie de Don Quijote transilvano, que ama, durante toda la eternidad, y que finalmente es redimido. Todo ello, dentro de una lujosa y detallista puesta en escena, que realza en una atmósfera gótica uno de los mitos más populares. El conocimiento previo del mito del Conde Drácula y de su peripecia vital, como " no muerto", no por conocida, deja de ser inquietante y casi conmovedora, abordando ciertos tabúes necrológicos cristianos, que dentro de la magnífica fotografía y dirección de actores quedan bien desarrollados.

La aventura del Poseidón se encuadra dentro de la saga de películas catastrofistas que proliferaron en los ´70 y principios de los´80. Película esencialmente taquillera ofrece, sin embargo, un interesante plantel de actores-actrices que dignifican lo que de otra manera no sería sino una película mediocre. No obstante, hemos de señalar que no resulta aburrida, aunque en la actualidad, con la saturación de efectos especiales, a que nos ha acostumbrado Hollywood, pueda resultar un poco pobre. El enfrentamiento de un grupo de supervivientes a circunstancias adversas propicia una situación ideal para que se pudieran perfilar un gran número de matices interpretativos, que sin embargo, no alcanzan pleno desarrollo, desde mi punto de vista, por una no muy afortunada dirección de actores. No obstante, en algún momento, la película haciendo honor al nombre del barco, presenta un evidente paralelismo, con las adversidades que Ulises tuvo que afrontar en la Odisea para regresar a su casa. Finalmente, es de destacar, como el papel de lider dentro de la película se encomienda a un predicador que consigue llevar las ovejas (supervivientes) a la salvación, con lo cual nos queda un regusto religioso muy acorde, por otro lado, con la moral americana.

Las escaleras parecen ser un elemento recurrente en la literatura y el cine. Antonio Buero Vallejo nos regaló su magistral historia de una escalera y Peter Medak no ofrece al final de la escalera ¿tienen algo de especial las escaleras?Pasar por debajo de una escalera se considera propiciatorio de la mala suerte. Sin embargo, el tener la posibilidad de visionar esta película es ante todo un indicio de buena suerte. La primera vez que la vi hace muchos años me impresionó, ahora la tengo en DVD y la veo de vez en cuando. Aún cuando los efectos se han repetido en muchas películas posteriores , todavía hoy resultan impactantes. La recomiendo a todo aquel que quiera pasar un " buen rato " de miedo.

El coloso en llamas es una de las películas que consolidaron en la década de los '70, lo que se ha dado en llamar cine catastrofista. Con un magnífico plantel de actores tanto principales como secundarios, el ambiente claustrofóbico, asfixiante y caluroso, se transmite al espectador, que contempla atónito el espectáculo que se ofrece ante sus ojos. El coloso en llamas es una de las mejores visiones de la hoguera de las vanidades, con evidente simbolismo, se convierte al rascacielos en el INFIERNO en el que van a arder todos aquellos que lo merecen. El maniqueismo moral no deja lugar a dudas sobre quienes son los buenos y quienes los malos. La película se ha ido convirtiendo en un clásico del género, que aún pasados los años sigue viéndose con gusto. Ideal para verla un día frío de invierno

Cadena perpetua es una gran película. El género de cine carcelario parecía haber agotado todas las posibilidades, y explotado todos los matices. Sin embargo, Cadena Perpetua, aparece como una nueva visión de una realidad clásica. La injusticia, la amargura, la amistad, la corrupción, la inteligencia, la ilusión, la desilusión, son algunos de los diferentes aspectos que la película entremezcla con inusitada brillantez. Entretenida, y con moraleja, consagra al actor Tim Robbins y a su partener Morgan Freeman en una película que se ve con agrado, aún cuando hay momentos desagradables , pero que deja finalemente un buen recuerdo.