Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de edgar_33
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
8
21 de octubre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
2015, miércoles 21 de octubre.

Lejos del tumulto de Hill Valley, Barcelona aparenta un día normalito, cada habitante con sus rutinas, yendo en trasporte público o en coches terrestres hacia el trabajo, la escuela o la universidad. No hay ningún coche volador ni naves aéreas; las carreteras siguen estando a nuestra altura, se puede andar en ellas sin caer en un vacío.

De camino al bar de la esquina, hay un parque donde los skaters hacen malabarismos con la tabla. Son incapaces de alzar el vuelo los objetos, sólo giran en el aire gracias a los impulsos de sus propietarios, sin flotar.

Al lado del parque hay un bar café. El letrero apenas brilla ni se mueve. El bar ofrece refrescos de todo tipo, tan clásicos como la Coca-Cola, a falta de Pepsis Perfect. Sin orificios-robots que transporten la bebida allí donde uno se sienta, el camarero trae la bebida hasta el sitio correspondiente.

Por la calle hay personas andando con sus Nike, sus Vans o sus Puma, las cuales no disponen de propulsor aéreo. Tampoco hay perros paseándose solos.

Mi hogar es normal, con paredes pintadas, un salón en el que destaca una televisión con pantalla de plasma encima de un mueble y un sofá rojizo. No poseo el honor de tener paredes-televisión ni pantallas que sobresalgan de entre los armarios, aunque serían bastante prácticos. Tampoco tengo el privilegio de haber visto Jaws 19, y en el caso de que existiera, no sé si podría aguantarla.

Vivo en un entorno encabezado por ordenadores finísimos, pantallas de plasma, teléfonos táctiles y mecanismos de conexión de dispositivos electrónicos inalámbricamente, o lo que es lo mismo: Wi-Fi. Vivo bien, en una sociedad avanzada tecnológicamente, algo que se preveía en cierta manera hace 20 años en algunas películas de ciencia ficción.

Si mi padre en los 80, con tan sólo 20 años, hubiese viajado 30 años adelante, nunca se hubiese podido imaginar que la sociedad actual sería tal y como es. Marty McFly accidentalmente cambió la vida de sus padres en una época en la que él mismo ni tan siquiera había nacido, sucumbió a la tentación de cambiar el modo en que se enamoraron, y luego se marcó un rock and roll con Johnny B. Goode, una canción no escrita todavía (hito del cine). ¿Cuántos haríamos un viaje temporal para contemplar otras épocas? Los viajes en el tiempo en el cine suelen ser agradables de ver, aunque sean viajes previsibles de ida y vuelta.

Back To The Future es un icono dentro de un cine comercial familiar que tuvo su auge a partir de los 80; su imagen e idea ha influenciado producciones de generaciones futuras. Sencillamente, la diferencia entre lo comercial de ahora y lo de antes es su magia, una magia que ahora cuesta encontrar y/o creer. Pocas películas tienen un guión tan sencillo y tan eficaz como Back To The Future: una historia de amor rota con un cupido que cae del futuro para arreglarla. Igualmente gusta mucho; quizá peco de subjetividad, pero no puedo evitarlo: la vi con tan sólo 9 años y me invaden los recuerdos. Todos sabemos cómo acaba, e incluso Zemeckis le decidió dar bola a dos partes más; una infravalorada y la otra hecha un poco por obligación. La segunda parte comprende tres viajes temporales y tres generaciones distintas: la de los 50, la de los 80 y la de los 2010. Es una película caótica en cuanto al argumento e imprevisible, algo que se agradece. Y fue la que marcó un hito en la cultura pop porque Marty aterriza en nuestro 2015.

Después de tantos años de haber visto por primera vez la trilogía (y haberla repetido tantísimas veces), por fin traspasamos el lapso de 30 años entre la vida real de Marty y la de 2015. Me siento algo mayor porque hace unos años pensaba en el día en que Marty McFly llegaría y me quedaba lejísimos. Pero aquí estoy, escribiendo sobre algo que está sucediendo hoy mismo. Mañana Back To The Future logrará formar parte del pasado de una vez por todas. Quedará en nuestras cabezas y corazones como una de las pelis que más huella nos han dejado. Marty no va a volver más adelante, viajará atrás en el tiempo hacia un paisajístico oeste para después volver a vivir como debe en 1985.

Acertase o no Zemeckis con sus predicciones no es de importancia. Hoy celebramos algo ficticio que a tantos fascinó en su día. Por estas razones, el término “cine” es de tan complicada definición.
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
19 de julio de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Necesaria. No se me ocurre mejor adjetivo. Por argumento, por dirección y por lo que transmite. La atmósfera recoge el olor a leña de las masías, la peste a cloro de las piscinas y la pureza del agua de los estanques, el pa amb oli i tomàquet, el fuet, las charlas familiares a la sombra de los árboles, los juegos de niños basados en la imaginación. Son recuerdos de infancia, de campamentos o largos veranos en pueblos, donde el entretenimiento nacía entre ortigas, piedras, troncos huecos y soles despanpanantes. Este ambiente estival parece secundario en la trama, cuando la acerca al espectador para transformarlo en algo identificativo.

Es un retrato íntimo, familiar, realista y esculpido al detalle del tortuoso verano de Frida, huérfana con tan sólo 6 años, que experimenta un cambio traumático en su cotidianidad para su poca edad y, en estado de shock, de la noche a la mañana debe trasladarse a vivir con sus tíos de la ciudad al campo. Cada palabra cuenta, cada estímulo suma, resta, multiplica o divide y cada reacción es clave en los primeros años de vida de una persona para definir su comportamiento futuro. Nuestras vidas son espejos de cuando éramos unos mocos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
13 de diciembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Él, Bob Arctor, víctima de la sociedad.
Nosotros, espectadores, víctimas de la animación.


Bob Arctor es la representación de un hombre corriente atrapado por un sistema corrupto y opresor prototípico de las distopías, nunca consciente de ser objeto de un plan para atrapar al narcotraficante número uno de la Sustancia D, localizado des del minuto 1 por la policía. Por otra parte, está el efecto rotoscópico, genial para describir la sensación drogadicta que se respira con la historia. La técnica sirve como estupefaciente para meternos de lleno en la piel del protagonista; puede provocar cierta dosis de aburrimiento durante la primera hora, sólo consistente en un viaje a lo Fear And Loathing en Las Vegas. Acertado igualmente, porque quedas embobado mirando el movimiento de los encuadres animados.

Tanto Bob Arctor como nosotros, a partes iguales, nos vemos atrapados. Lo colgados que están el grupo de amigos y el movimiento de la imagen no existen porque sí; Linklater busca una empatía con los protagonistas y lo consigue gracias a la animación. Una vez madurada la historia y la ambientación, entramos en materia, observamos la no deseada ingenuidad de Arctor y aparece el mensaje final. La primera hora estamos atrapados junto con Arctor, la otra media hora sabemos que Arctor está doblemente atrapado (por las drogas y por la policía). Como una marioneta, Arctor cae en una trampa planificada por el estado, y como su percepción de la realidad está altamente alterada por las drogas, ni lo nota.

La ciencia ficción cuando es futurista deja ir una puya hacia la sociedad; nos hace pensar, nos hace reflexionar, adentrarnos en el corazón de un lugar sombrío difícilmente habitable. El mundo de las drogas es parecido; un lugar oscuro donde uno no puede convivir.
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
5 de octubre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mirarse al espejo y ver un reflejo desdibujado. Dar la vuelta a la tortilla mil y una veces para descubrir que la vida es profunda, no plana, y fachadas, encerados, trajes e instituciones no son más que un camuflaje. Que todo tiene una perspectiva de conjunto con sus pros y sus contras.

La clave es el sentido crítico, este concepto que nos permite vivir y pensar. Vivimos para pensar y actuar en consecuencia. Mejor cuestionarse por qué las manzanas son verdes y redondas que no enquistarse. Ser curiosos y ponerle ganas a todo.

Basta con deconstruir los principios del sistema para proporcionar a las generaciones futuras una educación alternativa que -quizá- funcione mejor, rodeados de naturaleza, libros, abrazos, amor y pureza. Arriesgar y evitar zonas de confort es fabricar el sentido crítico. Las únicas zonas de confort son la que poseen en sí mismas las necesidades básicas animales del comer, beber y dormir, y las relaciones sociales que traen consigo curas emocionales. El resto, a la lavadora de la deconstrucción.

Entre viajes de carretera y manta, senderos de fango, hogueras, libros y ukeleles, vive una familia casi monoparental de seis hijoas. La educación inculcada por Ben, el padre, propone un sentido de la aventura y espíritu crítico, capacidad de reaccionar ante cualquier situación, descubrir nuevos mundos, curiosear para redescubrirse, y evitar cualquier tipo de prejuicio limitador, siempre con la capa del amor familiar y el amor por la naturaleza, y la felicidad. Una educación que desmonta el sistema capitalista y se aísla de la robotización humana, las idolatrías, las jaurías humanas, las industrias culturales y la obsolescencia programada.

Sin embargo, no todo es siempre perfecto. Tan sólo es UN punto de vista, UNA manera de gozar y aprender de la vida. Para Ben, que creció en una sociedad consumista y consentida, el cambio a una vida en caravana es algo para mejor, y, automáticamente, para loas hijoas cree que también. No obstante, ellos no han podido escoger porque sólo han vivido un tipo de vida. Para conocer más, para seguir formándose, la única opción es vivir más alternativas desde distintas perspectivas, aunque el cambio sea una incógnita y duela.
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
13 de agosto de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mahanagar invita a observar la fuga de la cárcel del hogar de Arati y comprobar los obstáculos socioculturales a los que debe enfrentarse para ser socialmente aceptada en su entorno más cercano, el familiar. Además de ser diariamente enfermera, cocinera, encargada de la limpieza, cuidadora, educadora y faro familiar, a causa de aprietos económicos debe encontrar trabajo para evitar la miseria doméstica. Se lleva silencios de desaprobación y reproches de sus consanguíneos por su decisión, pero ante el permiso de su marido, sigue adelante.

La película contiene rechazos por forma de ser, estereotipos ante el color de piel, estigmas según lo que tengas en la entrepierna o aprensión dependiendo el idioma que hables. Prejuicios que impiden cambios y prolongan lo ya existente por preferencia a la comodidad. Si hubiese un cambio en la comprensión de las cosas y el mundo introdujera las mujeres en puestos de comando, todo se vería desde una perspectiva más global ya que los puestos altos podrían pertenecer a cualquier persona equitativamente y la ansiada búsqueda de la verdad sobre la humanidad sería más palpable y/o comprensible.

Las amas de casa se encuentran esclavizadas al no poder realizar más tareas más allá del hogar, sin entretenimiento ni ocio alguno, y deben apañárselas para equilibrar y dar apoyo emocional a la familia -ignorando su propio estado anímico- sin permitirse el lujo de tener amigos/as. Una vez sale del cascarón, un mundo nuevo se abre. Más terreno, más curiosidad, más creatividad. Al principio con pánico a ser echada a los leones, y poco a poco cogiendo el tranquillo y adaptándose al nuevo mundo, acercándose a la realidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow