Steven Soderbergh, reputado director de Hollywood y ganador del Oscar a mejor director por “Traffic”, reúne a un elenco de ensueño en “Contagio”, un film apocalíptico que narra como un virus letal comienza a desarrollarse por todo el mundo, provocando una avalancha de muertes y pánico a su paso.

La historia sigue varias lineas argumentales. Un hombre (Matt Damon), observa impotente como su mujer Beth (Gwyneth Paltrow), enferma tras volver de Hong Kong y posteriormente muere en el hospital, presa de convulsiones. A los pocos días los casos se cuentan a miles. El Dr. Cheever (Laurence Fishbourne) constata que no pueden hacer una vacuna aun. Alan (Jude Law), un joven periodista, trata en vano de sacar la verdad a la luz, mientras una experta epidemóloga de la OMS (Marion Cotillard), es enviada a Hong Kong a seguir los pasos de Beth y descubrir qué pudo provocar el origen del virus; y la Dra.Cole (Kate Winslet), especialista en epidemias, hace esfuerzos titánicos para controlar la epidemia, que se extiende como el fuego en un campo árido.

El problema de la nueva película de Steven Soderbergh es que al igual que un mal actor estropea un buen film, por muy buenas que sean las interpretaciones de una película eso no la hace “buena” a la fuerza. No me malinterpreten, “Contagion” no es una película mediocre; pero su historia, su guión no aportan frescura ni novedad, nada que no hayamos visto con anterioridad. De hecho, otra cosa criticable de “Contagion” es que guarda un profundo y sospechoso parecido con “Estallido (1995)”, otro thriller apocalíptico de interesante comienzo y absurdo final.

Frescura y novedad aparte, hay que reconocer que “Contagion” es una película entretenida, que con las historias de distintos personajes teje una sustanciosa red de personalidades y sentimientos variopintos que rara vez se consigue. Tiene elegancia en su desarrollo de la historia y supera con creces a muchas de sus antecesoras. Lastima que tras el clímax se tambalee.

Dicho de un modo breve: película edulcorada que trata de la vida de la reina Victoria en sus inicios como reina. Excelente ambientación y vestuario (los trajes de la época eran horribles). Un popurrí de actuaciones: El camaleónico Paul Bettany y Miranda Richardson excelentes en sus interpretaciones. Sosa interpretación de Emily Blunt y Rupert Friend, que deja frío al espectador. Sin contar el pequeño fallo de que la Reina Victoria era fea como un demonio y han elegido a una actriz medianamente atractiva para interpretar dicho papel.
Ideal para señoras cincuentonas avidas de historias románticas muy edulcoradas

En 2006 se estrenó en los cines una simpática aunque por momentos pesada película sobre un pequeño pingúino emperador sin voz cuya única razón de ser es el baile. Excluido por el resto de la colonia a causa de su "anormalidad", Mumble (voz de Elijah Wood) renuncia a su amor por Gloria (Brittany Murphy) y decide irse a explorar el mundo, viaje que le lleva hasta la civilización humana. En un mundo donde la canción era la esencia del alma, él puso ritmo a su corazón. A través del viaje de Mumble, "Happy feet" se convirtió en el vehículo de un dulce mensaje ecologista, quizás demasiado sencillo y predecible, que conquistó el corazón de los críticos de Hollywood hasta el punto de darle el Oscar a la mejor película de animación.

Ahora Mumble y Gloria (voz de Pink, debido al fallecimiento de Brittany Murphy) tienen un adorable y esponjoso pequeñuelo, Erik, que al igual que su padre años atras es diferente a los demás, pues tiene una capacidad nula para el baile. Avergonzado por este hecho, el pequeño decide abandonar al grupo junto a sus dos primos. Su padre es quien sale a buscarlo, pero al regresar a sus tierras con los niños encuentra a los pingüinos emperadores atrapados por un iceberg gigante. Mumble deberá buscar ayuda para que puedan sobrevivir y salir de allí, si bien la tarea no se perfila como posible frente a semejante desastre natural. Otro gancho añadido es que hay una historia paralela a la de los pingüinos: la de dos camarones, o krills, Will (Brad Pitt) y Bill (Matt Damon), que deciden apartarse de su grupo por las dudas existenciales de Will, a quien ya no lo conforma su mundo y desea “avanzar en la cadena alimenticia”.


Tras 5 años llega la continuación de la historia pingüinesca conservando algunos de los elementos que convirtieron en éxito la primera, aunque con resultados bien distintos. Así "Happy Feet 2" acaba de fracasar en taquillas americanas con una recaudación que no alcanza ni la mitad de lo que su predecesora. El resbalón y posterior batacazo de este film no lo salvan ni la excelente animación digital (ahora en 3D), ni el doblaje ni el requetemanoseado mensaje de "aceptate a ti mismo y a los demás".

Demasiado infantil y sosa para que un adulto la disfrute, aunque es posible que los más pequeños de la casa acaben apreciandola.

Imaginen la peor tripulación de piratas que haya surcado jamás los siete mares, y no estoy hablando del séquito de Jack Sparrow. Mal que le pese al excéntrico pirata de aguas caribeñas, todavía hay quien lo supera. Le llaman el Capitán Pirata, está minuciosamente hecho de plastilina y con una rara y variopinta tripulación leales hasta la muerte, navega en un navío que se cae a pedazos. Un grupo pillos del mar más aficionados a la música, la bebida y La Noche del Jamón que a cometer actos de bandalismo.

El Capitán Pirata (voz de Hugh Grant), orgulloso de su frondosa barba, tiene un sueño: convertirse en el Pirata del Año, titulo que como el agua se le escapa de las manos año si y año también. Desgraciadamente, ese premio se lo conceden al pirata que haya recaudado el mayor botín, y sus cofres estan en números rojos. De modo que él y su tripulación -un pirata albino de ojos rojos, uno feo como el demonio, uno con más madera que carne en el cuerpo, "el pirata de sorprendentes curvas" (una mujer obviamente oculta bajo una falsa barba que nadie parece notar), un pez con sombrero, un segundo de a bordo con más sentido común que todos los demás juntos y Polly, un "lorito" muy especial- se ponen manos a la obra a abordar y saquear navíos.

Tras varios fallidos intentos de abordaje (impagables y divertidísimas escenas) el Capitán Pirata da con el barco del mismísimo Charles Darwin, que reconoce en Polly a un Dodo, probablemente el último de la Tierra. Darwin convence al capitán de presentar a Polly como el descubrimiento científico del siglo en la Real Academia de Londres, pues el premio es un tesoro de incalculable valor. Tentado por la posibilidad de conseguir el dinero que tanto necesita para ser el Pirata del Año, el Capitán Pirata pone rumbo a Inglaterra, donde gobierna la excelsa Reina Victoria (la mala malísima de la función) que odia a muerte a los piratas. Él y su tripulación son acogidos en casa de Darwin y su mayordomo chimpance Mr. Bobo, que se comunica a través de signos...y notas que siempre lleva encima; y conocen a diversos personajes de la época como Joseph Merrick, alias el Hombre Elefante, y una joven y pizpireta Jane Austen.

Con un humor, lenguaje y actitud tan ingleses como un Earl Grey de las cinco en punto "¡Piratas!" es la nueva película de Peter Lord que en su perfeccionada stop-motion nos trae una película que no convencerá a todos. Su argumento no sorprende ni atrapa al espectador .

Con una detallada y exhaustiva animación -como el logro de hacer parecer reales olas de plastilina- la fuerza y portento de esta película reside en crear una historia con personajes que parecen adquirir vida cuando son meras figuras, prácticamente como si pudieras sentirlos en tus dedos. Eso es indiscutiblemente loable. Sin embargo falla en una historia demasiado previsible y estereotipada para espectadores por cuyos ojos han pasado maravillas como "Buscando a Nemo", "Wall-e" o "Up".(sigue es spoiler)

La verdad no pensaba pararme a escribir una crítica de ésta magnífica serie pero cuál no ha sido mi sorpresa cuando he entrado en FilmAffinity y no solo he encontrado la nota general sorprendentemente baja sino que las primeras críticas que he leído (mal hecho) me han dejado a cuadros, hasta el punto de hacerme dudar si estábamos hablando de la misma serie. La tachan como poco de "panfleto feminista" e incluso me he encontrado una que deconstruye la serie, analizando las distintas relaciones de pareja, criticando "el mensaje final". He flipado.

Machos Alfa no intenta enviar ningún mensaje. Al revés: es un reflejo exagerado de la realidad actual. Es comedia, es comedia buena. Es una sátira, una sátira brillante. Y aquél que no se haya reído que tire la primera piedra. Estamos tan acostumbrados a analizarlo todo con pelos y señales... Peor, nos estamos volviendo tan, tan sensibles que estamos olvidando lo que es simplemente sentarte en el sofá y disfrutar de algo bueno. De reírte por el placer de reírte. Estamos viendo historias ficticias, nadie intenta adoctrinarnos.

Las historias son increíblemente buenas, el guión es inteligente y ágil (mi parte favorita) y las actuaciones, más que decentes. Y lo más importante: te ríes con Machos Alfa, aquella risa sincera y de calidad de cuando AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA, que espero que algunos recuerden. Por supuesto no estamos en la calle Desengaño sino en pleno centro de Madrid viviendo las andanzas de cuatro hombres perdidos en la nueva era de la igualdad. (Añado más en spoiler) Su final es abierto y agridulce, un punto y aparte que deja tiempo al espectador para que reflexione acerca de las decisiones de los personajes, y decida si perdonarlos o simplemente darlos por perdidos. También un método muy efectivo para reflexionar acerca de las relaciones de pareja y su importancia, que es algo que muchas veces se da por hecho.

En resumen, de lo mejor que he visto en muchísimo tiempo. No solo en Netflix sino en general ¡Bravo por los hermanos Caballero!