Hace un par de años pudimos ver una película rusa llamada Hardcore Henry grabada en su totalidad desde el punto de vista subjetivo del protagonista. Una curiosa mezcla de la narrativa cinematográfica convencional y los videojuegos en primera persona (FPS) en la que la película parecía animar al espectador a coger el mando de la consola y continuar la historia.

Y ahora llega Kill Switch, que aunque intenta darle algo más de empaque a la historia vuelve a incidir en las mismas virtudes y los mismos defectos de la primera. Una historia de ci-fi un poco rara (un universo paralelo sin vida que se va destruyendo para suministrar energía al nuestro) que en realidad es una excusa para una serie de fases, perdón, de escenas, de videojuego en primera persona en las que el protagonista corre, dispara a drones e incluso recibe heridas que bajan su nivel de energía amenazando con quitarle una vida...

El resultado es un poco extraño, porque la visión en primera persona no es lo más adecuado para contar una película y tampoco el guión (puntos de vista al margen) da para mucho más.

Pero el origen europeo le da un cierto valor y simplemente el hecho de que la acción transcurra en Holanda, en lugar de en los sempiternos USA, aporta cierta novedad. Y Berenice Marlohe, que luce espléndida, por cierto.

En resumen, pasable. Si te interesa la ci-fi o los videojuegos puede gustarte. En caso contrario, no creo.

Película de sci-fi australiana, buen comienzo a fe mía. Lo cierto es que Infini es un ejemplo de película honesta, barata, rodada por y para los aficionados al género. Está hecha con cuidado y mimo para que la falta de medios no sea demasiado evidente y se nota que el guionista y director es un amante de la sci-fi, porque respeta fielmente todos y cada uno de los cánones del género.

Y ese es, precisamente, su mayor defecto. Que parece que estamos viendo un resumen de todas las películas del género de los últimos años. Después de un comienzo prometedor aunque un poco aturullado la narración se vuelve tan convencional que casi aburre. El equipo de rescate abandonado en un entorno hostil enfrentado a una amenaza extraterrestre, el rescatado (superviviente solitario) que los va introduciendo en el terror que les espera allí, el equipo que se separa para ser más fácil de ir eliminando, el ambiente de fábrica abandonada, con tuberías y fugas de vapor por todos lados, las incoherencias en el comportamiento de la amenaza alien, etc, etc.

La salva un poco el final y la honestidad que respira por todos sus poros, pero me temo que es una película exclusivamente dirigida a los fans del género. Que no es poco, por otra parte...

No intenta engañar a nadie. No pretende reinventar el cine ni descubrir la pólvora. Lo que lees en la sinopsis es lo que hay. Una familia disfuncional (¿cuál no lo es?) se reúne con motivo del funeral del patriarca. A partir de ahí surgen los traumas, los problemas y los líos que cada miembro del grupo arrastra tras de si.

Envuelta en un tono de comedia agridulce y sostenida por unos actores fenomenales y un director que intenta ser discreto, This is where I leave you es una buena película. Todos sufren, todos se quieren y la vida va fluyendo. Amor, desengaño, muerte, paternidad, inmadurez se nos muestran con sencillez, sin pretenciosidad ni autobombos. Bateman y Fey sostienen un relato sobre la vida, sobre lo que todos dejamos atrás o buscamos más adelante, sobre como en la familia se reflejan, al igual que en un espejo de feria, nuestros defectos y nuestras virtudes de una forma grotescamente exagerada.

Y el final es agridulce, con sus pequeñas victorias y conquistas y sus grandes fracasos y renuncias. Cómo la vida misma, oiga.

Leyendo las críticas que iban llegando de Venom lo que quedaba claro es que aquello tenía que ser un desastre, un horror. Si la comparaban con Catwoman o el Daredevil de Affleck es que era un espanto. Se llegó a leer que Fleisher había traicionado a los espectadores, que era una comedia bobalicona, que las escenas de acción eran lamentables, que...

Con todo eso leído previamente, uno se puso a verla casi con prevención, y con el cuchillo entre los dientes para poder destrozarla en estas críticas amateurs, siguiendo la línea oficial de rechazo.

Y 110 minutos después, no salgo de mi perplejidad. Venom es una peli de superhéroes bastante potable. Es cierto que el guión es sencillo, casi infantiloide (como todas las de superhéroes), es cierto que está hecha para todos los públicos (como todas las de superhéroes) y es cierto que se toma muchas licencias con respecto a la historia original de cómic (como todas las de superhéroes) pero en general es una película entretenida, rápida y fácil de ver, con algunos momentos bastante bien logrados (la persecución por las calles de San Francisco está muy bien rodada, por ejemplo) y que en absoluto se merece la avalancha de críticas negativas que le cayeron.

¿Que el personaje podría ser mejor aprovechado, potenciando su vertiente más oscura? Sí, pero entonces podría perder la calificación para todos los públicos y eso sería una catástrofe para la taquilla. Aún así Venom le arranca la cabeza de un mordisco a algunos enemigos, así que tampoco es un cuento infantil, precisamente.

¿Que Tom Hardy sobreactúa bastante? Bueno, está interpretando a un tipo que oye a alguien que habla en su cabeza y que quiere comerse vivo a un policía, además de poder saltar un edificio o destruir un coche de un golpe. No creo que sea un personaje para interpretaciones shakesperianas, precisamente.

Y así con la mayoría de los críticas que la han machacado. Que no quiere decir que sea una obra maestra, ni siquiera una película notable. Pero tenía las expectativas tan bajas que me sorprendió gratamente. Y al lado de Catwoman o Daredevil es simplemente, una obra maestra. Y ya no digamos al lado de Predator (2018), que según algunos de los que pusieron a Venom a escurrir es "Excelente" y "Puro cine de acción"... En fin.

Una de las acusaciones más recurrentes (y acertadas) que se le suele hacer a Hollywood es que impone en todo el mundo una uniformidad cultural basada, por supuesto, en el modelo estadounidense. Que tantos años de arrasar en las taquillas de todo el planeta están creando una cultura homogénea, monolítica y que deja poco lugar a las particularidades de cada país.

Eso es cierto, pero con algunos matices. No es tan fácil para las películas sobre baseball o football americano triunfar fuera de su tierra, por ejemplo. Y en esa linea de no acabar de cuajar fuera de sus fronteras va Black Panther. En los USA la película de Coogler ha sido una pequeña bomba. Concebida para acomodarse en la linea más discreta del universo Marvel cinematográfico, resultó un gran éxito de taquilla y cosechó un montón de críticas positivas, que destacaban su profundidad, su crítica social o sus lecturas políticas.

Pero lo cierto es que vista desde este lado del charco la supuesta brillantez no lo es tanto. Sí, tiene algo más de profundidad de lo habitual en las pelis de superhéroes. Sí, se trata, al menos de pasada, sobre ciertos temas como la discriminación racial o los gobiernos totalitarios. Pero todo ello sin abandonar la óptica más neocon y conservadora del mainstream americano. Se sugiere bastante, pero se deja ver poco. Se sacan algunos temas a la palestra, pero se despachan con la ligereza y el poco compromiso habitual. Que nadie espere un alegato político ni una crítica, siquiera velada, al statu quo que gobierna el mundo.

¿Por qué tanto bombo entonces al norte del río Grande? Pues básicamente porque es una película protagonizada por negros (gente de color, según la corrección política actual), que son ricos y poderosos y que por una vez, no son los delincuentes o los compañeros graciosos del protagonista blanco. Así que su target en USA reaccionó convirtiéndola en un éxito. Y de ahí probablemente, las elogiosas críticas en su país. Elogios que se volvieron más tibios en cuanto cruzó el charco. Por estos lares tenemos otra estructura social y otros problemas y no nos entusiasmó tanto las peripecias de T'Challa y Wakanda...

Ello no quiere decir que sea una mala película, por supuesto. Sugiere ciertos temas y ya sólo por ello tiene su valor. Propone escenarios y situaciones poco convencionales en este tipo de cine. Está hecha con mucho cariño y eso se nota. Presenta un malo multidimensional, que por una vez no es una caricatura y con el que es más fácil empatizar incluso que con el protagonista (y esto es algo que está hecho a propósito, por cierto) y unos personajes femeninos fuertes (incluso en el terreno físico) que tienen mucho peso en la historia. Y luce una ambientación supuestamente étnica, un poco exagerada y demasiado estereotipada a veces pero que le da un aspecto visual atractivo al conjunto.

En definitiva, es una buena peli de superhéroes, otro acierto más de Marvel y una buena forma de pasar el rato aunque no llegue a los niveles de excelencia que le adjudicaron en su país.