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España España · almeria
Críticas de TOM REGAN
Críticas 5.211
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
15 de enero de 2024
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
13/13(13/01/24) Sólido drama judicial y criminal francés, historia sin inventar nada, si te atrapa en sus malsanas redes, con narración habilidosa en dosificar información, turbadora deconstrucción de la familia y por ende del matrimonio. Dirigido por Justine Triet, con guion propio junto a su pareja, el actor y guionista Arthur Harari, según dicen los guionistas se basaron en el caso de Amanda Knox, estadounidense acusada de asesinato en Italia, paso un calvario judicial, no conozco mucho del caso, pero me ha resultado con muchas similitudes con el de Michael Peterson, en USA fue acusado de asesinar a su esposa (caso llevado a la pequeña pantalla en un magnífico documental, “The Staircase”). Es una obra minimalista, con pocos personajes y pocos escenarios (apenas la casa de montaña y la sala judicial, casi una obra teatral, que con el McGuffing del thriller judicial se hace una radiografía a la institución familiar, se atacan los prejuicios, se hace una sutil crítica contra los sistemas judiciales, donde no interesa tanto saber la verdad, como simplemente ganar a toda costa, aunque para ello se construyan frágiles castillos en el aire en modo de espurias teorías.

Cinta que juega de modo incisivo con la ambigüedad de no saber la realidad de los hechos, no hay imágenes sobre ello, o pruebas concluyentes en un lado u otro, sembrando de dudar el desarrollo, ello apoyado en la compleja personalidad de la gran protagonista Sandra Hüller, deja en el aire la sospecha, esto también sirve para que más de la mitad del metraje sea hablado en inglés, al ella expresarse (eso dice) mejor en el idioma shakespeariano que en el de Julio Verne.

Entre los defectos está su desmedido minutaje de dos horas y media, que son innecesarias para lo que se cuenta, sintiéndose en algún tramo elementos cercenables como otros iterados.

Tiene un aparente ligero inicio, pero en realidad son las piezas del puzle irá evolucionando durante el film. Estamos en una vivienda de madera en medio de los nevados Alpes galos, hasta allí llega una joven estudiante en auto a entrevistar a Sandra Voyter, escritora reconocida. La primera pregunta que le hace es: “Crees que sólo puedes escribir desde la experiencia?”, esta inocente cuestión será crucial en los hechos que están por venir, pues se especulará con ellos, pues en alguna de sus novelas hay asesinatos. Sandra evita responder y desvía la conversación, entonces escuchamos a todo volumen el instrumental ‘PIMP’ de 50 Cent, no sabemos de dónde viene la potente música, pero hace que la entrevista la den por suspendida, quedando en volver a ella en Grenoble. Y tras ello la tragedia.

La película deviene en un enfrentamiento de sexos, donde los roles tradicionales terminan por invertirse, y con ello el conservadurismo imperante haciendo prejuicios. Y es que sabremos que Sandra es una escritora de éxito, con varias novelas en su haber, mientras Samuel es un escritor frustrado que no ha completado ningún libro, tenemos a la triunfadora y al perdedor frustrado, sabremos además que ella es una mujer activa sexualmente, bisexual que le ha sido infiel a su esposo y con ello convertido en celoso enfermizo (de ahí probablemente el querer interrumpir la entrevista del inicio), mientras él, es atacado por ella por hacerle culpable del accidente (por el que su hijo tiene disminuida la visión) de Daniel, con lo que arremete contra su condición de protector de la familia, y para remarcar esto, el terapeuta de Samuel (en un testimonio bastante cosificado en su machismo soterrado) habla de que ella lo hacía sentir castrado.

El tramo álgido en que se rompe la linealidad del film, la catarsis donde las piezas de este matrimonio implosionan es durante el juicio, cuando sale a luz una grabación de audio que Samuel había realizado durante una discusión marital, sin que lo supiera ella. Empezamos a oírla y hábilmente la directora nos sumerge en un agrio flash back (único que vemos de la pareja; hay otro, pero con Samuel y Daniel en el auto) de la cruda batalla dialéctica, en un crescendo sofocante, de una intensidad doliente, con una frescura en la autenticidad que se transmite punzante, donde los argumentos de uno y otra colisionan, cada uno con sus razones, los dos apoteósicos en sus actuaciones, un duelo angustioso, donde la clásica hombría se enfrenta a su realidad ante una mujer segura de sí misma, salen a relucir resquemores como ella le culpa del accidente del filio, él la acusa de infiel, ella le acusa de haberla llevado a su terreno en Francia, el la acusa de hablar con nel hijo en inglés, ella le acusa de no querer sexo, él la acusa de haberle robado ideas, hasta que todo desemboca en violencia física, que se nos hurta (ingeniosamente para ahondar en la ambigüedad) de ver en el momento álgido, que solo escuchamos y que únicamente se traduce por la versión al juez de ella. A la postre, con elementos como esta discusión, a Sandra cual Caza de Brujas, se la acusa no solo de asesinato, se le acusa de no ser buena madre, de ser adúltera, de ser bisexual, hasta de tener éxito. Y enarbolando a esta ‘Bruja’ está una sensacional Sandra Hüller, poseedora de un gran carisma, empatizamos con su Vía Crucis, pero dejando siempre la sombra de la duda, mujer autosuficiente, pero inteligente como para regar con pequeñas mentiras su declaración (los moratones en sus muñecas), alguien seductor, que aparece aprovecharse de ello para ganar para su causa e implicar más a su abogado Vincent. Interpretación cargada de misterio, que la actriz dota de gran sutilidad en sus registros expresivos, excelsa en como transmite descompresión en el rush final.

El centro moral del relato es sin duda el hijo de la pareja Daniel, sumido durante el juicio en una montaña rusa de emociones ello por la información soterrada que aflora a sus sentidos. Al principio lo sentimos del lado pétreo de su madre, pero a medida que avanza la historia lo vemos dudando en la sala y en su comportamiento con ella,... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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7
14 de enero de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
10/10(10/01/24) Estimulante por lo juguetón este tercer y último capítulo de la tercera temporada de la estupenda serie creada por Steven Moffat para la BBC. La brillante actualización de las aventuras del mítico detective residente en el londinense 221B de Baker St. Dirige Nick Hurran (especializado en tv con series como “Dr. Who” o “Minority Report”, dirigió en la serie además de este, el segundo de la cuarta temporada, “The Lying Detective”), y escribe Moffat un enrevesado guion juega con la percepción del espectador, y como referente de que todos hemos visto los capítulos anteriores realiza varias piruetas narrativas un tanto inverosímiles ansiando sorprender al espectador, unas con mayor éxito que otras, en conjunto un placer el acompañar a la pareja Holmes & Watson en esta laberíntica propuesta, donde sobre todo destaca el formidable duelo de inteligencias entre Holmes y el villano encarnado por un gran Lars Mikkelsen, genio del crimen. Llamado ‘El Napoleón del chantaje’, en claro reflejo del ‘Napoleón del crimen’ que era con Doyle el gran Profesor Moriarty Siendo. Historia adaptación contemporánea del cuento de Sir Arthur Conan Doyle "La aventura de Charles Augustus Milverton", con otros muchos guiños a otros relatos de Doyle, jugando con lo mordaz, lo divertido, mostrando un mundo elitista de inteligencia suprema, dónde los palacios mentales son el epítome. Aquí Sherlock ha dado el salto (discutible) de resolver casos particulares a cuál James Bond querer salvar el Mundo. Episodio que toca temas como el peso del pasado, la capacidad de redención, los sacrificios por un bien mayor, o la importancia de la información como arma poderosa.

Tiene un prólogo brillante, con presentación de un villano sofisticado, seguro de sí mismo, Charles Augustus Magnussen, domina la situación cual Terminator indaga en debilidades humanas de sus interpeladores, hasta derivar todo en el encuentro con Lady Elizabeth Smallwood [Lindsay Duncan], a la que humilla con su información chantajeadora, hasta acabar en modo villano viscoso lamiendo literalmente el rostro de la mujer. Tras ello saltamos, con guiño a la ‘sherlockiana’ “La aventura del hombre del labio torcido”, Watson es conminado a buscar al esposo drogadicto de una vecina, adentrándose en un edificio abandonado utilizado por toxicómanos para sus chutes, tras un violento encuentro con el ‘gerente’ haya al marido tirado en el suelo drogado, cuando intenta incorporarlo, alguien tras él dice su nombre, se da la vuelta y es Sherlock Holmes, le dice a Watson está en misión secreta, pero no lo cree y lo saca de allí. Tras esto Sherlock se pasa a ‘visitar’ a la forense Molly Hooper (dulce Louise Brealey), está enamorada platónicamente de Sherlock, y al que abofetea de modo sádico (¿?). Luego descubrimos que Sherlock tiene ahora novia, es Janine (Yasmine Akram), hermosa morenaza (apareció en la boda de Watson) deja en estado de shock a Watson, por considerar asexual a su amigo. Luego nos enteramos (ello con el espíritu de las novelas ‘doylenianas’) todo es por interés (la crueldad humana seca de Sherlock se expone en su esplendor engañando a Janine), e incide en las debilidades humanas, ello expuesto con gran sentido del humor. Muy jocoso cuando Sherlock cuenta a Watson el plan de infiltración en la ‘guarida’ del malo (por encargo de Lady Elizabeth Smallwood), y este solo le hace preguntas sobre Janine. Y cuando sorprende a Watson sacando un anillo de compromiso a través de un video-comunicador.

Escena estimulante cuando un personaje importante es descubierto amenazando con un arma a Magnussen de rodillas. Este apunta también a Sherlock, y sorpresivamente le dispara (cuando terminas sabiendo las motivaciones te das cuenta de lo ridículo que es). Pero lo punzante viene después, cuando Sherlock analiza alargando el instante del disparo, todas las posibilidades en su ‘Palacio Mental’ para no desangrase, extraordinario todo el montaje de esto que temporalmente sería un flash. Apareciendo diferentes personas por el flash para ofrecerle salidas, como Molly, Moriarty y hasta Moriarty. Hay otra ingeniosa escena, maravillosamente editada y filmada, como es cuando Sherlock se cita con la persona que le dispara tras una fachada de edificio falso, quedando ambos en un estrecho y semioscuro pasillo, donde Sherlock juega a los trampantojos de modo perspicaz.

Tenemos un navideño tramo en casa de los padres de Sherlock y Mycroft, todo pasado por el tapiz del enrevesado guionista, especial atención al invitado yonki (Bill Wiggins al que da vida un buen Bill Brooke) que no parece creer demasiado en el espíritu de estos días. Con conversaciones de calado entre los hermanos (gracioso cuando la madre los descubre fumando a ambos, y ambos esconden el cigarro negándolo, haciéndonos ver son más parecidos de lo que parecen). Con otro gran chiste cuando Sherlock pregunta a Watson si lleva una pistola y este le responde si ve normal que lleve una a una cena navideña en casa de sus padres? Sherlock le responde que si la lleva en el abrigo y Watson asiente.

Para desembocar todo en el clímax en Appeldore, modernista hogar-fortaleza de Magnussen. Donde Sherlock se sentirá arrastrado por el ingenio y malicia del magnate de los medios. Queda patente Sherlock no es tan sociópata como intenta aparentar, como bien le dice Magnussen, tiene sus debilidades. Al final la revelación de la ‘bóveda’ me ha despertado sentimientos encontrados, si no lo piensas es formidable para emparentar a los antagonistas, pero en cuanto lo analizas hace más aguas que el Titanic. Para desembocar en una acción de Sherlock queriendo se sorpresiva queda como pegote no cuadro lo más mínimo con el carácter ingenioso del detective.
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TOM REGAN
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La II Guerra Mundial: Desde el frente (Miniserie de TV)
MiniserieDocumental
Reino Unido2023
7,7
647
Documental, Voz: John Boyega. Imagen de archivo: Adolf Hitler, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt ...
7
13 de enero de 2024
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
09/08/10/01/24) Buena serie documental de seis capítulos centrada en la WWII, una guerra con miles de documentales, con lo que es complicado dar con un cariz original. Este encuentra algunos elementos que la hacen más que interesante, como es la labor para hacernos personajes subjetivos en el conflicto bélico, ello a través imágenes y videos de archivo recién descubiertas, con diseño de sonido cinematográfico y restaurados en 4K y coloreados en algunas ocasiones. Una de características es la meticulosa investigación realizada, incluyó el visionado de ocho mil horas de archivo recolectadas de todo el mundo. A posteriori, se realizó la selección para la restauración fotoquímica cuadro por cuadro, además de su colorización. Este trabajo hace que los acontecimientos cobren vida con un nivel de detalle y viveza pocas veces visto. El uso inteligente del CGI realza escenas específicas, colocándonos a través de la mirada de las personas que vivieron los hechos en primera persona. Nos sentiremos uno más de los integrantes de los aviones de combate en la Batalla de Inglaterra, seremos testigos del Día D, Pearl Harbor, el Bombardeo de Hamburgo, Stalingrado, las Ardenas, la de Saipan, Okinawa, la Batalla de Berlín, hasta el lanzamiento de las Bombas Atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Ello mediante una labor didáctica encomiable, aunque realmente seis episodios de apenas 45 minutos dan para solo un acercamiento a esta Guerra clave en nuestra historia, consecuencias que llegan a nuestros días. Un esbozo agudo sobre lo que sufrió la humanidad en estos años de violencia y barbarie, donde los cálculos hablan de 60 millones de muertos.

Se centra demasiado en el bando occidental de Europa, cuando realmente la clave estuvo en el Este, comenzando por omitir que la Invasión de Polonia, que dio origen oficial a la WWII, fue por parte de los dos colosos, no solo Alemania, por el este fue invadida por la URSS, y esto si es importante por el fariseísmo posterior de hacer buenos a los soviéticos (al menos dejan caer la villanía soviética al dejar solos a los rebeldes polacos en Varsovia, cuando estaban a las puertas de la capital), los aliados por la necesidad, pues ambos Imperios (Nazilandia y la URSS) eran el Mal, y esta información se cercena en pos del relato oficioso general que no cuenta toda la verdad. La colisión posterior entre los dos Osos, el Alemán y el Soviético, se da cuenta pero muy poco para lo crucial que fue, aun habiendo interioridades del Eje (Alemania, Italia y Japón), estas son escasas, no se habla de las salvajadas japonesas en China, no se menciona el bombardeo aliado a Dresde, no se habla casi de la importancia de los submarinos nazis, no se dice nada de la fracasada Operación Marketgarden aliada, no se menciona el Sitio de San Petersburgo, hay muchas omisiones, debido a la corta duración de la serie. Pero si es un buen acercamiento a los hechos.

Narrada por el actor John Boyega, conocido por sus papeles en la franquicia de Star Wars y Attack The Block, adornado por una hermosa y neurálgica música de David Schweitzer. Ello con el punteo de algunos sugerentes testimonios de militares que participaron en la Guerra, como sufrientes civiles de todo. En este aspecto me quedo con los testimonios sobre el Bombardeo a Hamburgo, y es que, si ya de por si fue un sin sentido propio de ser juzgados por un tribunal de crímenes de guerra el indiscriminado bombardeo de la ciudad d ellos canales por parte de los ingleses, solo para matar civiles, matando apx. a 45000, con la historia de un alemán en el presente relatando como vivió desde dentro la masacre y como perdió a su hermano. Pero el remate fue que tras ello, un piloto de la RAF relata como enviaron a un escuadrón de aviones a bombardear uno d ellos pocos edificios hamburgueses en pie, el de Correos, dodne se refugiaron los civiles supervivientes, atroz pensar que eso lo hicieron los supuestos ‘buenos’, oír al piloto hablar que obedecieron ordenes, y que ellos eran los buenos y los otros los malos. Es aterrador como en las guerras se difumina la línea entre el Bien y el Mal. Al que ordenó esta masacre lo condecorarían por estar en el bando ganador, pero si hubieran perdido habría sido ejecutado por criminal de guerra. También muy buena la historia de la toma de la Abadía de Montecasino en Italia. Un edificio de alto valor histórico, que en primera instancia Roosevelt se negó a bombardearlo, pero los militares le hicieron ver que estaba en una posición estratégica donde los nazis habrían puesto defensas que podrían impedir el avance aliado, y FDR accede. Vemos el avernal bombardeo, como el imponente edificio colapsa. Tras ello nos enteramos que en el interior no había nazis, solo civiles refugiándose, la mayoría muertos bajo los escombros. Como estremecedoras las imágenes de los campos de exterminio nazis, con el testimonio de una mujer judía sobreviviente del horror. O las mujeres japonesas en Okinawa lanzándose por acantilados por miedo a los yankis. O los testimonios de los paracas que iban a caer sobre Normandía el Día D, pensando no saldrían vivos.

Por ello hay una punzante combinación de lo macro de la Guerra con lo micro del drama humano. Aunque si te gusta todo lo referente a la Segunda Guerra Mundiales obligatoria ver la Totémica serie inglesa “El mundo en guerra” narrado por Laurence Olivier. Con muchos más capítulos (26) hace un análisis pormenorizado de todo lo ocurrido desde sus orígenes, desarrollo y consecuencias. Gloria Ucrania!!!
TOM REGAN
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8
13 de enero de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
12/12/12(01/24) Notable drama silente dirigido por el maestro judío Ernst Lubitsch ya inmerso en su etapa de Hollywood, tras el salto desde su Alemania natal. Film que me ha sorprendido por su frescura y fluidez narrativa. Tenía muchos reparos contra una obra muda en que se adapta al muy verbal irlandés Oscar Wilde en su homónima obra de 1892, obra además con mucho de autobiográfico del dublinés, pues habla de la hipocresía de la sociedad y del culto a las falsas apariencias, esas que le llevaron a presidio dos años con trabajos forzados, y tras ello al exilio a Nápoles y París, donde moriría arruinado a la temprana edad de 46 años. Pero en este film Lubitsch consigue con su maestría que el espíritu de Wilde esté vigente sin una palabra y sin siquiera una sola línea suya en los intertítulos, peor el aroma punzante contra la demagogia de la alta sociedad es brillante.

Película escrita por Julien Josephson (“El explorador perdido”), que junto al dominio general de la escena del director en miscelánea con la muy dramática fotografía en glorioso b/n de Charles Van Enger, tiene el ingenio de añadir espacios no existentes en la obra original, como es el espléndido tramo del hipódromo, toda una lección de componer un clima inquisitorial abrasivo a través de las miradas por los binoculares hacia la ‘víctima’, con una labor de edición del propio Lubitsch (sin acreditar), magistral para su tiempo, proyectando una atmósfera opresiva. Exhibe sabiduría radiante en tramos como el de la fiesta, como hace que al aura sobre Lady Erlynne cambie cuando una mujer de la alta sociedad cambia de proceder con ella (por haber llegado con Lord Lorton), y a continuación todas las otras mujeres de la aristocracia, cual sentido borreguil snob la siguen, agasajando a la otrora oveja negra.

Producida por Darryl F Zanuck, siendo una de las primeras producciones de la Warner, obteniendo un gran éxito taquillero. Los toques singulares Lubitsch están presentes por todas partes por su genialidad sutil, con ese gusto detallista epicúreo, en este caso para filmar manos, o las miradas espías a través de elementos como los binoculares en el hipódromo o el ojo de una cerradura, o en la sutilidad para filmar fueras de campo (como ese seto que tapa a los ‘amantes’ en el jardín y que atisbamos tenuemente), ese gusto por jugar con lo que deparan los otros lados de las puertas (en el clímax el sacrificio de una madre por su hija), formidable sabiendo emitir sentimientos con personajes de espaldas, y todo ello con una agilidad narrativa notable, apoyándose con elegancia en un estimable dirección artística de Harold Grieve (“El Ladrón de Bagdad” o “Ben-Hur”) y el no acreditado Edgar G Ulmer (posterior director en films como “Detor” o “Carnegie Hall”), componiendo un mundo elitistas de mansiones, jardines y hasta un hipódromo que transmiten esta hedonista y ligera clase alta.

Una obra de moralidad que ataca con fino bisturí a una aristocracia superficial decadente y pusilánime, sabiendo ensalzar a la mujer como ente con sentimientos, no como un florero, embiste a Lady Erlynne como una heroína con gran dignidad. Sabe generar expectativas, sin estancarse en momento alguno, con giros hábiles, con esa forma ingeniosamente didáctica de como el decir una palabra amable sobre alguien ‘condenado’ equivale a ser su amante, con ese elemento genialmente utilizado del abanico, con esa tensión generada por quien hay tras la puerta, y todo ello estallando con genial sentido emocional cuando la puerta se abre. Para saber finalizar de modo maravilloso con un toque de dignidad excelso en el cruce de Lady Erlynne con Lord Lorton, provocando un mordaz final.

Tiene sus lagunas como que las razones por las que Lady Erlynne abandonó a su hija son algo difusas, como con quien la dejó, o porque la hija cree que su madre está muerta y es casi una santa. O porque los criados de Lord Darlinton no le avisan de que las dos mujeres están en su casa.

Tiene actuaciones de gran calado, lejos del histrionismo general en el cine mudo. Destacando una prodigiosa Irene Rich como la madre coraje Lady Erlynne, sabe emitir emociones sin sobreactuar, nos hace empatizar con ella, y sentirnos orgullosos en el rush final arrollador; May McAvoy cumple con el rol de caprichosa indolente llevada por las habladurías; Bert Lytel da bien con el papel de intermediario buenista que acaba (erróneamente desengañado); Ronald Colman da muestras de como con su elegante porte a lo cuasi-James Bond encandila con su sofisticación seductora, maravilloso como ladino ‘villano’.
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TOM REGAN
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7
13 de enero de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
11/11(11/01/24) Entretenida secuela tardía (23 años entre la primera y esta segunda parte) de las aventuras gallináceas en animación stop-motion, obra de la deliciosa factoría Aardman Animations de Bristol, esta vez para el canal de Streaming Netflix. “Chicken Run” fue una cinta de animación estrenada en el año 2000, cosechando un gran éxito de crítica y público, y arrasando en la taquilla, recaudó más de 225 millones de dólares en todo el mundo. Dirige Sam Fell a partir de un guión escrito por Karey Kirkpatrick, John O'Farrell y Rachel Tunnard, basado en una historia concebida por Kirkpatrick y O'Farrell. Continuación de secuela de “Chicken Run” (2000), la película fue producida por Aardman Animations. Protagonizada por las voces originales en inglés de Thandiwe Newton, Zachary Levi, Bella Ramsey, Romesh Ranganathan, David Bradley, Daniel Mays, Jane Horrocks, Imelda Staunton, Lynn Ferguson, Josie Sedgwick-Davies, Peter Serafinowicz, Nick Mohammed y Miranda Richardson. Habiendo los (bajones) de cambio de voces en el caso de Ginger y Rocky, que tuvieron a Julia Sawalha y a Mel Gibson respectivamente, y cambiarlas por las de Newton y Levi es una tara.

Cuenta la historia de Rocky y Ginger, que viven en una plácida comunidad de gallinas en una isla en un rio, pero que deben liderar una misión de rescate cuando su hija ha sido secuestrada y llevada a una granja avícola muy avanzada dirigida por su antigua enemiga, la Sra. Tweedy.

No inventa nada, pues lo de que una adolescente rebelde con inquietudes por conocer mundo choque con el conservadurismo-protector de los padres y ello los lleve a problemas es algo muy manido. Pero el desarrollo resulta muy ameno, pues donde en la primera parte era una indisimulada parodia del género carcelario militar con referencia clara en “La Gran evasión” de John Sturges, aquí torna en una jocosa sátira género ‘heist’ (films de atracos como “Ocean´s Eleven”) mezclada con Misión Imposible, ello derivando en una historia de aventuras, mucha acción y todo regado con humor ingenioso.

El elemento sorpresa y frescura de la primera parte aquí se pierde, los personajes resultan más estereotipados, con menos poder de magnetismo, ejemplo son las nuevas gallinas Molly (v.o. Bella Ramsey) y Frizzle (v.o. Josie Sedgwick-Davies), carecen de personalidad propia, la primera es una extensión sin más de su madre, y la segunda es un rol bastante plano, por ello y más es menos que la primigenia, pero aun con ello de rémora me ha sido una película atractiva con momentos de una imaginación sensacional. Donde te atrapa, te ríes, pero no te emociona como conseguía la primera, produce encanto, pero no la comunión entre el espectador y los personajes, no es el mismo de sólido que en la pretérita, pero como pasarratos que alarga los efluvios de la primera cumple con creces.

Quedando un buen mensaje aleccionador para niños y mayores, de que no podemos permanecer ajenos a los males que suceden a nuestro alrededor por mucho que no nos afecten personalmente, hay que posicionarse ante la Maldad, ser activos contra ella. Aunque aquí sea con un subtexto algo discutible, como es gritar que es bueno ser vegetariano, en contra de comer carne, ni siquiera esta peli podrá hacerme desistir de comer hamburguesas de pollo, pechuga a la plancha o los mencionados en el título Nuggets de pollo. Pero aun más controvertido es su agitprop mensaje comunista anti capitalista, ya tocado en la cinta del 2000. Pues nos presentan al inicio una especie de paraíso izquierdista de comunidad idílica, cercana a ser un Kibutz, donde reina la armonía de una sociedad que trabaja en colectivo por el bien del pueblo, siendo protegida del Mal capitalista por las aguas de un rio, y al otro lado la villanía capitalista, que organiza fábricas de la muerte con trampantojos para engañar a sus obreros, para hacerles creer viven en una ficticia Arcadia Feliz, cuando en realidad como en el cuento de Hansel y Gretel, están siendo alimentados para ser sacrificados en pos de alimentar la maquinaria bien engrasada del salvaje capitalismo, que requiere, y de este ‘combustible’ para continuar. Lo de la isla bien podría ser Cuba, y el agua no es que proteja del capitalismo de USA, más bien actúa de muro contra los que desean huir, lo que se llama retorcer la realidad. Pero bien, este mensaje a los peques no les llegará, a ellos solo les encandilará la sempiterna Batalla del Bien contra el Mal.

En su idílica isla paradisíaca, Ginger (v.o. Thandiwe Newton) y Rocky (v.o. Zachary Levi) están más felices que nunca, más aún cuando le dan la bienvenida al mundo a su pollita Molly (v.o. Bella Ramsey). Tampoco el nuevo villano tontorrón el Dr. Fry (Nick Mohammed) puede hacerse un hueco, lo opaca la arrolladora (como en la primera) Sra. Tweedy. Perdiéndose bastante en la trama, los roba escenas de la primera de la pareja de ratones. Sin embargo, de tal madre tal hija, Molly siente curiosidad por saber qué hay exactamente más allá de su isla a medida que crece, y cuando algunos camiones de 'Fun-Land Farms' siguen pasando por la isla al otro lado del lago, Molly se dirige a investigar, lo que lleva a una misión de rescate total por parte de Ginger y compañía, quienes descubren que todo está lejos de ser feliz en esta “granja” ridículamente de alta tecnología.
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TOM REGAN
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