Cuando te imaginas un psicópata tan retorcido como para crear infernales y complicadas trampas, algunas gigantescas (como las de la discoteca del principio), y todo, él solito, controlando una fábrica abandonada entera y a todas las víctimas a las que derrota y tortura una y otra vez, se le queda, digamos, una cara de tonto a este servidor sobre la factibilidad de semejante propuesta, que te hace sospechar del plagio a la franquicia de Saw y aun más, creer o asegurar que la única excusa del film no es el argumento, sino el abuso del gore más tópico para satisfacer a cierto público enfermo de necesidad.

Actores en su mayoría desconocidos con interpretaciones mancas y amputadas por su salvaje guión, que no hace concesiones a la calidad ni a la dignidad cinetográfica, y que se convierte en una sucesión de sketchs de muertes de tortura y de la protección del anonimato del asesino, quizás en la vocación de crear una nueva franquicia para seguir torturando a los espectadores que se apunten a su propuesta revitalizadora de este género tan culto y pedagógico, que deberia ser materia incluída en programas de educación universitaria...

La serie A TODO GAS ha evolucionado desde que en su primera entrega, quintuplicara lo que costó con la recaudación de taquilla, hasta llegar a esta última, que ha cuadriplicado lo que costó hacer aquella primera, y se mantiene tan fresca en taquilla como siempre.

Ha conseguido hacer un gran público ávido de chulería, tuneado, música rap y cuerpos perfectos, que durante un par de horas olvida sus preocupaciones y vibra con lo que ve en la pantalla

¿Es eso malo? ¿Por qué iba a serlo? Nadie te obliga a ir al cine. Lo que es cierto es que la evolución ha sido disminuyendo la frescura original y aumentando la sofisticación de las escenas de acción, que no quiere decir que los guiones sean mejores tampoco.

Además esa acción muchas veces se vuelve confusa y mareante de la rapidez que le imprime el realizador, algo que molestará a más de un espectador.

Pero el humor socarrón y la química entre los protagonistas se mantiene intacto, lo que salva al conjunto de naufragar en la mediocridad, y lo hace ya un clásico que no quiere agonizar (atentos a la escena final post end porque dice mucho al respecto), que con la incorporación de "The Rock" se ha hecho además un favor al ritmo de la saga.

Disfrutable para fans que quieran tunear dos horas sus mentes virtualmente y sin complicaciones.

*Dícese en el dialecto canario (de las Islas Canarias) de la persona inútil, vacia en valor, y de sus acciones.

De verdad que a la vista de los trailers y del Neeson y de que su director fuera el de Hanckok, tenía buenas perspectivas de este film.

Mi gozo al pozo. Unos efectos especiales fantásticos (hasta me gustaron más que los de Transformers) pero una dirección de actores, un guión y unos diálogos para echarse a llorar.

Y sumado a esto, las escenas de acción, de lucha, están tan mal rodadas y coreografiadas, que uno no se entera ni de lo que ocurre, más de una vez tuve que preguntarle a mi compañero de butaca qué es lo que había ocurrido en pantalla. Los actores protagonistas no tienen ni carisma ni fuerza para sobreponerse a un guión tan pésimo, y lo de Neesom es casi un cameo, cuento con los dedos de la mano los minutos que tiene en el film.

Y es una verdadera lástima. Porque la historia en sí, tiene fuerza para ser un éxito, en manos de otro realizador, como Bay, los Scott, o cualquier otro con experiencia en estas lides, el film hubiera quedado muy apañadito. Pero lo que queda apañado es la compasión y bondad del espectador, que debe ser clemente con el entretenimiento que se le brinda para no salir corriendo del cine después de una primera media hora que anuncia la catástrofe que se avecina.

Hablando claro: film para ver en Bluerray o en alguna sesión de descuento; en la era de los magníficos efectos especiales, no acompañan ni los guionistas ni los intérpretes...y ya son muchos títulos así. Será que ya nos merecemos ser invadidos y mezclarnos con alguna raza alienígena más ingeniosa y cualificada; yo seria de los primeros en dejarse fecundar....

Hay seres que son "hijos de las mareas". Vuelven a ellas una y otra vez, no pueden evitarlo, es su razón de vivir, su razón para las que estar vivos. Y lo que dejan atrás es lo que se toca con los dedos,"la piel" de la ola, del tubo, mientras van deslizandose y dejando el efímero rastro de su vida para los que le contemplan desde la playa.

Una vida a toda velocidad y con la adrenalina a tope, consumido el combustible de golpe, absorbido todo el aire en una profunda bocanada que empieza y acaba con la ola gigante que se ha cabalgado hasta su final.

La historia real de éste top surfer, desaparecido prematuramente, no es parte de un guión sólido ni de un estudio psicológico de los personajes.

Hasta las interpretaciones no es que sean "de Óscar". Pero la esencia se transmite. El poder de la drogadicción al mar y a cabalgar sus enormes monstruos. Un enorme ejercicio de valor, de decisión firme, de concentración estudiada en dominar el monstruo, o al menos, sólo sobrevivir al intento de su control.

Y por primera vez un protagonista aparenta bastante la edad de la historia real, algo que suele ser inusual en las historias de jóvenes o adolescentes, interpretadas normalmente por actores/actrices que pasan en años o hasta duplican la edad de sus personajes reales. Algo que siempre me ha rayado bastante porque supone una tomadura de pelo al guión.

En definitiva, para amantes del surf que no esperan una cinta de Cristopher Nolan o de Woody Allen. Solo olas gigantes y gente que vive y muere por ellas.

Desconocía este film, no estrenado en nuestras pantallas. Rodada casi por las mismas fechas que Kick Ass, con la que comparte muchas similitudes, posee un estilo más poético y reflexivo de la realidad.

A pesar de que se nota la diferencia de presupuesto, no por eso es más desdeñable que el film de Vaughn, sino que al contrario, la comedia se vuelve más negra, retorcida y reflexivamente crítica con la sociedad que nos rodea, una sociedad que desprecia a seres que se vuelven marginales y que parece que han de enfrentar siempre la vida desde la soledad y el abandono de su mala suerte. Eso a veces los hace ser superiores y valientes por encima de la media, dígase locos o elegidos, aunque sólo sea por una misión concreta y no por una continua profesión de valor.

Me encantó la interpretación del poco conocido protagonista, que encarna muy bien la perplejidad y el desarraigo de quien sufre una vida de privaciones afectivas y de aceptación social, y que cuando le arrebatan lo que más quiere se embarca en la misión más importante de su existencia.

Dejando aparte las paranoias y el matiz religioso, que en mi opinión solo ofrecen un punto ácido de comedia y de creatividad a la historia, llama la atención su estupenda banda sonora y su valentía de mostrar cierto nivel de gore que imprime realismo y contrasta con la "normalidad" del argumento y su entorno escénico, una típica ciudad de USA, un típico empleado de cocina, una típica historia de drogas y de amores encontrados y perdidos.

Recomendada y recomendable, Super se mueve con un estilo propio, como una gran broma negra, pero con raíces en la realidad más frecuente y factible, lo que la hace una rara pieza de buen cine que disfrutar para reir, y para llorar, también... como la vida misma.