Es una cinta que desde un principio atrapa tu atención con su ritmo lento, pues al momento que se desarrolla la historia, me percaté que el director tiene una manera tan peculiar de mostrar su obra.

Los flashback que maneja, relacionándolos con el presente, se presentan mediante una yuxtaposición de imágenes, cuidando de no perder al espectador en el tiempo.

Siento que es un guión muy bien estructurado, que en el clímax de la historia da un giro en la vida de los personajes, y el director logra comunicar su idea principal, sintonizando la mente del público en el punto clave que quiere mostrarle.

Debo recalcar que esta obra fue de mi agrado debido a una simple razón: Rompe con el esquema predecible de la mayoría de las películas en general, debido a que presenta una situación inesperada.

Llamó mi atención la forma entre la transición del flashback al presente, evitando confundir al espectador; los tiros de cámara como paneos descriptivos y relación entre escenas, encontrando un objeto o punto clave.

También logré apreciar parte de la esencia de Burton, la cual ha sido plasmada como marca de agua, además del manejo de la filosofía con frases célebres que hacen reflexionar al público, al igual que la iluminación, dependiendo del contexto: podemos apreciar las penumbras, acompañadas con colores fríos como azul o verde, y en contraste, para comedia o melodrama resaltan colores cálidos como el rojo o el amarillo.

Muy pocas personas tienen la habilidad de intercalar las historias sin perder la secuencia y el objetivo principal; eso para mí es admirable, puesto que se necesita mucha creatividad para llegar a plasmarlas de una manera que pueda llegar a entenderse perfectamente.

Como sabemos, Tim Burton ha logrado dejar una huella en el mundo del cine por medio del surrealismo mágico y gótico que maneja y “big Fish” No fue la excepción, claro está, nos dejó con un buen deleite de nuestra pupila con tan majestuosa obra.

Salcés logró captar mi atención por la simple razón de manejar la fantasía con un toque de realidad, rescatando la esencia de un mundo "Retro" posicionándolo en el presente, rescatando los colores vivos como el rojo y el amarillo en escenas muy cálidas, de drama o de comedia, mientras que retoca las escenas melancólicas con colores fríos (Tal es el caso de la alcoba de "El Zurdo" bañada en un azul celeste) mediante un plano narrativo.

Llamó mi atención la manera en que en una escena dentro del bar, "El Zurdo" sale de cuadro, la cámara lo sigue con un travelling lateral derecho hasta la puerta y enseguida entra a cuadro la otra actriz y la cámara la sigue en travelling lateral izquierdo dando la sensación de que en la historia habían pasado apenas unas horas, dando como resultado una transición entre escenas.

Ese tipo de transiciones son las que en lo particular me gusta observar puesto que sigue la historia sin cortes aparentes, generando un plano secuencial sin restar interés al espectador.

Sin duda "Zurdo" Es de las pocas películas realizadas en México con bajo presupuesto y sin obscenidades, que vale la pena verla con la familia un domingo por la tarde, que te hará reír por un momento y sentir el drama y la tragedia de los personajes al momento que se va desarrollando la historia.

Después de saborear el éxito y la fama, viene la caída en picada hacia la realidad, donde lo que fuiste alguna vez, queda en el olvido, como las canciones de moda en la época contemporánea, debido al estilo de vida tan acelerado de la humanidad.

Siento que la historia es buena, pues demuestra la contra parte, años después de alcanzar el éxito de un actor, refleja sus problemas familiares, emocionales, económicos y profesionales y un tanto psicológicos debido al exceso de preocupaciones, tratando de encontrarles solución de una manera no muy razonable sino más bien impulsiva, dejando ver su verdadera identidad.

Debo resaltar que la parte de producción y post producción es excelente, pues difícilmente puede llevarse a cabo un plano secuencia; se necesita demasiado tiempo de entrenamiento para coordinar a los actores en conjunto con el movimiento de cámara para que su expresión corporal (movimientos de manos, pasos, etc.) sea el momento exacto de entrar o salir de cuadro.

Las transiciones no son muy visibles para el público pero sí perceptible, en mi caso llegué a detectar tres, tal vez sean más.

Por otro lado, el ritmo en que se desarrolla la historia me pareció demasiado lento y cansado; siento que el objetivo del director captar la atención del público, adentrándolo a su historia y entretenerlo, sin embargo es mucho tiempo perdido para llegar a la culminación de la historia.