Tiene todo lo que toda película de terror debería tener: la capacidad de perturbar, de acongojar, de mantener al espectador encogido de miedo en su butaca. Lo bueno de "The Descent" es que no solo juega con un tipo de miedo, sino con varios a la vez:

- El miedo a la oscuridad.

- El miedo a los espacios cerrados.

- El miedo a los laberintos (dicho de otra manera: el miedo a perderse).

- El miedo a quedar atrapado sin salida.

Si estos cuatro tipos de miedo te parecen poco, suma un quinto miedo: la presencia de unos engendros demoniacos con las pintas de primos lejanos de los orcos de "El Señor de los Anillos" y más mala leche que Massiel en una fiesta sin alcohol.

La historia tiene gancho y a lo largo de la película apenas tiene altibajos. Tiene atmósfera, tiene tensión, tiene sustos, tiene de todo... No es el peliculón del siglo, pero si se está ganando toda una reputación entre los gourmets del cine de terror será por algo.

PD: Lo único que no me gusta lo comento en el "spoiler".

Sin ser un amante del cine Gore, debo decir que es la mejor de todas las películas que he visto del género. Entretenida, pasada de vueltas y muy, muy completa.

Pros:
- La magistral mezcla de estilos: comedia, gore, romantica, suspense... Eso lo convierte en una película atípica dentro del ámbito gore.
- El toque mágico de Peter Jackson, capaz de convertir la explosión craneal del cadaver de una anciana o la tortura al cuerpo de un zombie en un gag con el que llorar de risa.
- La escena final: una auténtica orgia de sangre, miembros amputados y todo tipo de fluidos corporales.
- Lo surrealista de algunas situaciones, diálogos y personajes.

Contras:
- La música de fondo es, casi siempre, horrorosa. Ni un mini-teclado Casio produce melodías tan chabacanas...
- Poca luz, en general. Es una película bastante oscura (te dejas los ojos sobre todo en la escena del cementerio)
- La abundancia de altibajos; la película decae en algunos momentos... Nada que no se arregle con un buen baño de sangre.

Infecta. Repugnante. Desastrosa. Vomitiva. Mala, mala, malísima. No hay palabras para definir un bodrio semejante. Un ultraje, se mire por donde se mire...

Sorprende que una película con un grandísimo presupuesto y unos (pese a todo) buenos actores el resultado final sea tan pobre. Pero tanto que, más que ganas de reir, lo que siente uno es ganas de llorar. Por muy fan de Mortadelo Y Filemón que seas no puedes evitar echarte las manos a la cabeza al ver como se ha pervertido el legado de Francisco Ibañez... ¡y de que manera! Ni gracia, ni chispa, ni nada de nada: es más facil echar una carcajada en el funeral de un ser querido que mirar esta película.

Total y absoluta pérdida de tiempo.
Lo único positivo que tiene es contar con un genio de la talla de Pepe Viyuela. Por lo demás... ¡basura, pura y dura!

No es ni el peliculón del siglo ni uno de esos musicales indispensables... pero "The Rocky Horror Picture Show" tiene "algo". No se si es por los aires casposos del film, por su estética bizarra a más no poder o la historia surrealista de sus personajes, pero el tiempo ha terminado dando la razón a este singular "musical".

Para verla hay que dejar de lado muchos prejuicios. Primero, dejar de lado prejuicios cinematográficos: realmente la historia de fondo es una parodia de las primeras películas de ciencia-ficción/terror, así que tampoco es que tenga demasiada miga. En segundo lugar, dejar los prejuicios musicales: el Rock en su versión más 'glam' es prácticamente el eje vertebrador de "The Rocky...". Y en tercer lugar, los prejuicios lingüísticos: solo hay una manera de ver esta película, y es en su versión original.

Grandísimo y soberbio Tim Curry en el mejor papel de su carrera, interpretando a un villano transexual, y grandísima una joven Susan Sarandon, haciendo de heroina-tonta. Pero de todas formas, lo mejor de la película es el buen rollo que transmite: ya sea por las canciones, las tramas absurdas o el chorro de voz de Curry, es inevitable contagiarse de la alegria que desprende este clásico.

Mala. Esa la mejor y más exacta definición para definir esta película de Robert Harmon, a quien, a pesar de todo, sigo respetando por su thriller "The Hitcher".

La película no tiene nada de original: simplemente se limita a calcar el esquema de otras historias en donde los protagonistas son atormentados por extraños seres que habitan en las profundidades... Vamos, lo mismito que películas como la infame "Boogeyman", "Darkness Falls" y muchas, muchísimas más. Por si fuera poco, no solo se dedica a explotar una temática que ya aburre hasta a las ovejas, sino que se estructura sobre una serie de escenas que ya hemos visto en centenares de films de terror.

Pero la falta de originalidad es el menor de sus pecados: lo peor de esta cinta es lo sumamente aburrida que llega a ser. A la media hora ya tienes ganas de quitarla e irte a hacer algo de mejor provecho. ¿Pero cómo diablos se nos puede vender esta porqueria como una película de terror? ¿Cómo tienen la caradura de pretender hacernos tomar en serio semejante bazofia? Para indignarse. Previsible hasta la médula; burda como un travelo albaceteño; aburrida como una misa de diecisiete horas. Hasta en un taller de actividades de una residencia de ancianos sabrían hacer mejores películas de terror que esta, en serio...

Si le doy un 2 es por la candidez de la mediocre Laura Regan...