Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Moonface
<< 1 2 3 4 10 21 >>
Críticas 102
Críticas ordenadas por utilidad
2
26 de octubre de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡¡¿Qué milagro convertido en película acaban de presenciar mis ojos?!!
Cuenta la leyenda que la palabra inenarrable tiene sus orígenes simultáneos a los del fin del rodaje de "Patrick vive todavía". Y de tal manera es como lo siento yo en este preciso instante, algo comparable a un mal efecto secundario.

Justo es reconocer que he soltado un par de estruendosas carcajadas a la par que me he sentido culpable por ello. La he seguido ojiplático desde la primera ocasión en que esas pupilas sobre fondo verde han flotado por los pasillos de esa mansión, que no era la de Playboy pero quién osaría a negarlo.

Si alguien me confiara la existencia de una película gore a la par que erótica le espetaría que eso es imposible, que son dos géneros que no maridan ni por asomo. Y ahora soy yo, pobre de mí, quién puede dar buena fé de ello.

Podría apuntar infinidad de spoilers y me perdería en esa misión, sin embargo, creo que lo indicado es que ustedes mismos experimenten este viaje al reino del subproducto hecho celuloide. Si acaso se atreven, después no me echen nada en cara. Ya se lo advertí.

Esto es como si al prolífico reality del chalet en la serranía y las cámaras hasta en la sopa le añadiéramos gore al por mayor, machirulos de bigote robusto bien rancios y macarras como no podían ser de otra manera y... las estrellas de la función... tipejas completamente despelotadas a cada minuto. Alguna de ellas, a modo de aperitivo de lo que vendrá después, lo logra incluso con su minúscula lencería. Increíble pero verídico.
Las peleas de ellos con ellas copan buena parte del primer tramo. Hasta dos de ellas, en pelota picada, llegan a las manos -y caen por los suelos- gritándole una a la otra: "Sí, he sido puta" mientras tiene lugar un almuerzo que resulta de todo menos armonioso.
Y llega el gore en la segunda mitad, desaforado y desagradable, sustentado en vísceras de pollo, gato o mejor no saber qué, a modo de guinda a una obra maestra de lo bizarro y la astracanada, para una recta final equiparable en lo épico a la final de Champions League que le remontó el Manchester United al Bayern München.
Sangre para donar a diez batallones. Todo se va definitivamente de las manos. No en vano es una magna joya de la inmundicia.

Los efectos especiales son de obra teatral de primaria. Más allá de la temática telequinésica, las puertas se abren sorpresivamente dando toda la impresión que alguien oculto ha tirado de algún hilo. Una de las protagonistas es la enemiga pública de los vasos de cristal. No se le resiste ninguno a su alrededor.

Los diálogos y actuaciones son de vergüenza ajena. La música, en justicia debo llamarlo ruido, es el archiconocido sonido sideral de peli de los años 50, tan desfasada y psicotrónica como el resto del conjunto.
La cara del Patrick spaghetti es todo un poema. A diferencia de la original, aquí no está sólo, hay otros a su lado que se contorsionan como si estuvieran en pleno síndrome de abstinencia. Aportan a la trama la misma relevancia que el pedo de un mosquito.

El "Patrick" australiano no era nada del otro jueves pero siempre puede venir alguien que te supere, y no siempre para mejor.

Ideal para vivirla, puestos a tono, entre amigotes que gusten del terror casposo. Eso sí, se puede vomitar con ella, bien de la risa bien del asco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Moonface
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
25 de agosto de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recientemente revisé la saga iniciada con "El regreso de los muertos vivientes", pero sólo las tres primeras entregas, que son las que tengo en mi extensa colección de cine de terror y fantástico. El resto de ellas prefiero ignorarlas.
El caso es que en mis recuerdos la segunda parte me pareció en su momento, yo era un crío por aquel entonces, más frenética y gamberra que la primera. La tercera siempre la vi como un producto muy de Yuzna (en el buen sentido) más escorado hacia el terror, juvenil, con cierto toque romántico y mucho menos humor negro que las dos anteriores.
Pues bien, mi sorpresa llegó cuando años después esta primera parte me maravilló como nunca antes lo había hecho (la subí dos puntos, aunque bien podría haberle concedido el 10), la segunda parte me dejó un poco frío (de hecho la resté un punto dejándola en un 6) y a la tercera la mantuve en un 7.

Para todos aquellos que adoramos el buen cine de terror ochentero, de ese que rezuma por todos lados esos detalles tan de la época: música, vestimentas, efectos especiales, incluso gags o referencias socio-culturales; "El regreso de los muertos vivientes" será una de nuestras películas favoritas de aquella gloriosa década. Lo tiene todo, muy bien potenciado y combinado.

Podría desmenuzar infinidad de secuencias que me hicieron disfrutar esta película muchísimo más que años atrás. No terminaría de hacerlo... Así que resumiré que me entusiasmó desde el primer segundo hasta el último. Me reí a carcajadas (y no sólo con la parejita de enterradores que aquí -y no tanto en la continuación- están espléndidamente cómicos). Reviví esa emoción de ver en pantalla aquellos zombies maquillados o de plástico, pero no perdamos de vista que esta nunca fue una superproducción perseguidora de un Oscar.

Por si fuera poco hasta aparece Linnea Quigley en su salsa para animar aún más el cotarro (el cementerio, vamos xD).

De mis favoritas, sin más. Pura nostalgia ochentera. Cómo realizar una parodia sin humillar al género de terror (y al subgénero zombie) sino homenajearlo, revitalizarlo e innovar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Moonface
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
23 de marzo de 2020
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Actualmente el medio televisivo, con su infinidad de plataformas y canales que facturan sus propias series, películas, realities, etc gozan de las mayores audiencias y poseen entre sus manos el gran capital destinado al negocio del entretenimiento visual. Eso explica, por citar un solo ejemplo, que actores consagrados se vean casi obligados a participar en series de dudosa calidad para continuar siendo 'visibles'. Hasta aquí no descubro nada. Afirmar que una enorme cantidad del cine de sala (del de toda la vida, vamos) que se rueda hoy en día apenas resulte discernible del de 'cable', creo que tampoco resuene como un hallazgo novedoso.

Precisamente, lo primero que transmite "Doctor Sueño" (que ni es un doctor ni pega ojo en toda la peli, permítase el inciso) es mostrarse impregnada de lo televisivo, como si de un episodio piloto o un telefilm de sobremesa se tratara. Después de un inicio interesante (le dura 5 minutos escasos) se vuelve torpe, lenta, previsible y divaga casi hasta el final en subtramas y personajes de escasísima profundidad e interés. Surgen tópicos a diestro y siniestro, clichés y amagos de homenaje a la obra maestra de Kubrick cuando no secuencias de la original coladas de manera impune, como admitiendo que dada la incapacidad de Flanagan y su equipo en suscitar siquiera inquietud, algo de interés, lo más honesto fuera rendirse y sacar a pasear los momentos álgidos de "El resplandor" implorando animar un poquito el desarbolado cotarro.

Para esta ocasión, la introducción de una heroína infantil le otorga idéntico calificativo a la trama, a diferencia de como se instrumentalizaba sublimemente dicho recurso en "El resplandor". El desenlace final incluso se me asemejó a cualquier producción Disney. Predecible, pero sobre todo, complaciente con los espectadores sensibleros y cortada al milímetro bajo los patrones que marcan las tendencias hollywoodienses actuales.

Los malvados de la función me recordaron, por su modus operandi y su lifestyle hyppiesco a "Los viajeros de la noche" que para bien se sacara de la chistera años atrás Kathryn Bigelow, estando capitaneados por una parejita que de igual forma me evocó por momentos al reverendo Kane de la saga "Poltergeist", pero en jóvenes y guapísimos, faltaría más.

Entrar a comparar "El resplandor" con "Doctor Sueño" sería un ejercicio de superlativa crueldad, el cual prefiero eludir, por no extenderme en demasía en dicho fin y a la par ganarme probablemente montones de enemigos lectores de críticas cinematográficas.
Sé sobradamente que el magnífico Stephen King renegó mil y una veces del film de Kubrick, lo cual me lleva a pensar que lo hizo por no dar su brazo a torcer y admitir que su novela, en manos del genial y controvertido cineasta, se convirtió en una obra icónica e irrepetible. Más incluso por soberbia que por envidia, aunque personalmente yo tenga a King en un pedestal bien alto, como amante del cine, en particular del terrorífico, y de la narrativa fantástica.
Igualmente, me consta que "Doctor Sueño" ha encandilado a miles de críticos y espectadores de un lado y otro del charco. No hay más que darse un paseo por aquí y comprobarlo. Cabe la posibilidad que todos ellos hace mucho que visionaran por última vez "El resplandor". Otros incluso jamás lo hayan hecho. Todo ello, y la constante ansia de encontrar algo recién parido y que sea la obra cumbre que marque un antes y un después en el cine del siglo XXI, hace ver exuberantes palmeras dentro del desierto creativo generalizado que nos azota en los últimos lustros.

Lo cierto es que, para ser franco y conciso, "El resplandor" (1980) se seguirá recordando dentro de al menos otros cuarenta años, mientras que "Doctor Sueño" puede que ya caiga de su rama al suelo en la próxima estación de este año. E intuyo que experimentará un 'efecto gaseosa' dentro de los mismos que la subieron a los altares, quedándose en un escueto "Meh" al escarbar en sus memorias buscando algún recuerdo vago de ella. Simple y llanamente...


...O a lo mejor yo me equivoco en cada letra invertida en redactar esta crítica y como sostiene Papa Cuervo (chistoso apodo) en la película: "No sé si serán los móviles, las dietas o Netflix... pero ya no capto muchas esencias estos días"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Moonface
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
4 de junio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
De cuando en cuando nos encontramos ante películas que hacen cuestionarnos cual fue el motivo de realizarse. En muchos casos la brillante idea o el argumento que tanto apuntaba quedó deslavazado en manos de un realizador mediocre. No parece ser este dicho exclusivo caso. Más que nada porque todo falla aquí. La dirección, los actores, el argumento (una bizarrada sin pies ni cabeza), la cuota de tensión y/o terror, los efectos especiales, los diálogos e, incluso, el ritmo o la coherencia del conjunto de la trama.

El reclamo más importante es la presencia de Robert Englund, en ese periodo de años en que se daba por enterrado definitivamente a Freddy Krueger. Sin embargo Englund, aquí maquillado a brocha gorda y encarnando al Marqués de Sade, no hace sino intentar repetir a Freddy bajo otro disfraz. El resultado roza lo patético.

En resúmen, una película mala que ni siquiera entretiene o hace reir por lo cutre. Un despropósito totalmente prescindible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Moonface
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
30 de agosto de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para gustos los colores, pero mi favorito, de todos los clásicos (si así se puede osar a denominar) de la peculiar factoría Troma, es sin duda "El sargento Kabukiman". Sí, por encima incluso de "El vengador tóxico" y sus secuelas.
Esta especie de Robocop cutre, a ratos detective desastroso, a ratos superhéroe Kabuki, es la mar de carismático y mucho más creíble, aunque eso poco valor entrañe dentro de la pervertida fantasía que caracteriza a la Troma, que por ejemplo el célebre Toxie.

La película funciona como excelente parodia del cine de superhéroes. Además se atreve a ridiculizar con acertado tino los clichés del cine policíaco y de acción tan de moda por aquel entonces y que, por cierto, tantos réditos reportarían a los videoclubs.
Como cabía esperar, también reserva un tramo hacia la recta final para una no menos cómica historia de amor entre los protagonistas principales.

Si algo puede decirse a favor de Troma es su falta de pretensiones y su voluntad de no engañar a nadie. Sabes a lo que te expones desde el primer minuto. Más penoso resulta disponerse a ver producciones de mayor presupuesto y entidad y acabar encontrándote con subproductos tan abominables como ofensivos.
La premisa clave de esta productora es no tomarse en serio siquiera a si misma.

"El sargento Kabukimen" puede que se trate de la obra cumbre de Troma. No deja títere con cabeza y provoca sinceras (y ya debido al paso del tiempo tiernamente inocentes) carcajadas casi a cada instante.

Ideal si te gusta el humor absurdo, paródico y ácidamente irreverente, especialmente si ya llevas un bagaje a cuestas con el cine de esta productora y aún te falta por descubrir a "El sargento Kabukiman". No te decepcionará.
Moonface
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 21 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow