Pues eso, que psé.

Peli de terror que aportará a tu vida poco más que eso: terror. Si te gusta el cine de terror porque te gusta la tensión del momento, disfrutarás como un niño en una tienda de chuches. Si te gusta el cine de terror porque a veces esconde grandes tramas, con grandes finales y grandes reflexiones, te decepcionará algo. Si no te gusta el cine de terror porque no te gusta que te asusten no sé que haces leyendo estas críticas.

Buena fotografía, pasables interpretaciones, guión flojito i "flashback" prescindible. Fácil de prever para el cerebro, no así para el corazón.

Está bien para verla con un cojín (o una chica) que se deje achuchar (o achuche). Muy poco más que eso, de verdad.

Tras el boicot al cava catalán por parte de los españoles no-catalanes, llevo una buena temporada haciendo una contracampaña cultural: me empapo de música, literatura y cine de mi tierra, Catalunya.

Así pues, después de haberme comprado los dos discos de Ix! (los compositores de la fantástica banda sonora de este film) y haber incluso llegado a conocer a sus miembros, me llega a los oídos que han musicado una película. Varios meses después, esa peli está en los cines.

He ido a ver "L'Estació de l'Oblit" sin saber más sobre ella que el nombre de los miembros del grupo que ha creado su música. He salido de la sala de cine (a parte de con 10€ menos) sabiendo de Christian Molina y Sandra Serna son unos directores con mucho futuro, Katia Klein una joven preciosa con un largo camino por delante y Nilo Mur lo peor de la película.

Una historia de una vida marcada por el mar, el amor y Cadaqués. La historia de un amor por el mar de Cadaqués.

El amor por una belleza escénica pocas veces vistas en este país, como pocas veces podemos ver lugares tan bellos como el Cap de Creus. Un mar de planos excelentes con fotografía más que notable y un guión de aprobado alto con un final de matricula de honor: Cadaqués.

Nunca una historia tan sumamente sencilla (por evitar el "simplona" o "repetitiva") había sido llevada hasta aquí.
El "qué" lo sabemos todos: zombies toman la ciudad. El "cómo", sorprende: con maestría.
Si bien el nombre incitaba a pensar en comedia barata (gran desatino en la "traducción", por cierto (que de hecho no es ni traducción porque sigue estando en inglés)), la banderita de la derecha y dos nombres en el reparto me hacían darle una segunda oportunidad a la cinta.
Tuve la suerte de poder ver Arma Fatal (Hot Fuzz) más de un año antes de su estreno en España y, además, en VO. Resultado: estuve a punto de replantearme mi orientación sexual y pedirle el matrimonio a Mr. Pegg.
El binomio Pegg-Frost me fascina y creo que fascinará a todos los amantes del humor con seso.
Sin duda, marcarán una época y, a mi parecer, se les adorará en el archipiélago británico como a los Monty o al señor Rowan Atkinson.

Espectacular desde el guión hasta la interpretación, pasando por la dirección, la música o la fotografía. Darren Aronofsky sabe hacer de una historia sencilla y cruda una película que pasará a la historia por haber dado un enorme salto del underground hasta las filmotecas de muchos cinéfilos gracias al boca a boca.

No apta para estómagos quisquillosos ni ojos de lágrima fàcil. Sin duda, una película que marca para siempre.

Y aunque suene ilógico y sea lo primero que ha pasado por mi cabeza, voy a dejar ese título. ¿Por qué? Pues... porque si lo que más se suele valorar de una película es su elaborada trama, su exquisito guión o lo requetebuenísimos que estan sus actores y actrices, en ésta, no.

Porque Don Michel Gondry y su amigo el de la María (y no me refiero a mi tía sino a la planta), logran crear ciento y pico minutos de belleza extrema. Una belleza surrealista pero fantástica.

Logran que la lógica de los sueños, o sea, aquella que no nos parece lógica en la vida real, se apodere de nosotros. Logran que disfrutemos de los sueños ajenos y suframos con las pesadillas de Stéphane, ese jovenzuelo majestuosamente encarnado por Gael García Bernal.

Una película mucho más estética que narrativa. El cine de la lírica y del verso, en el que importa poco el qué y mucho el cómo. El cine de pocos, lamentablemente.

Realmente muy recomendada a los que quieran pasar un muy buen rato disfrutando del placer de una preciosa película. Huíd los que queráis peli de sofá y palomitas para matar el tiempo.