Bendita sea la madre que parió a ese vecino arisco, patriota y racista. Malditos sean los que doblaron a los chinos, morenos y espaldas-mojadas.

En esas dos frases se puede resumir esta crítica. Crítica de alguien que salió del cine maravillado por lo que Don Clint Eastwood es capaz de hacer. Con una sonrisa perenne durante los 116 minutos de película por el excelente guión protagonista. Con un raro sabor agridulce no producido por la cantidad de comida asiática que pasó por sus narices, sinó por la sensación de tomadura de pelo en los doblajes.

Creo que una superproducción americana no se puede permitir tal desliz. No es un pequeño error que se pueda dejar pasar. No es una chaqueta con la cremallera subida a medias que en el siguiente plano está un par de dedos más baja. Son 116 minutos de penosos doblajes y tristes traducciones. De actores secundarios pésimos y extras insultantemente incompetentes.

En castellano, el 9 de mi nota se daría la vuelta, ofendido, y dejaría a la película con un penoso "interesante", probablemente porque a más de uno le podría interesar hasta que nivel puede llegar la estupidez de algunos españoles.

En inglés, el 9 puede que quiera crecer a 10. Pero no se lo permitiré. No hasta que personal decente vuelva a doblar este gran film. No hasta todos los hispanoparlantes podamos disfrutar de esta maravilla de película en nuestra lengua materna...

Así que me parece que el 9 va para largo...

Adivina, adivinanza: ¿qué se puede hacer con una casa y dos personas? ¡Un peliculón de la hostia!

Cuando solo se tiene dinero para pagar a dos actores, dos extras y el alquiler de una casa hay que tirar de lo que es gratis: una mente privilegiada del director y un talento sobrenatural de la joven protagonista. Estos son los ingredientes principales de Hard Candy que, junto con un poco de morbo y tensión, logran un resultado espléndido.

Si te ha, gustado otras pelis de Slade, te encantará Hard Candy. Si has alucinado con Ellen Page en Juno o Los Impostores, volverás a enamorarte de esta chavala. Si sabes apreciar una buena peli hecha con cuatro duros, verás que esta película merece bastante más que un seis y pico.

Copiar no es bueno para nadie: si un estudiante copia en el examen, suspenderá; si un internauta copia música, vendrá Ramoncín a sodomizarlo; si españoles y americanos se retan a duelos de copia, tenemos la Cola Hacendado y Quarantine.

Ninguna de las dos está mal: con la primera haces un calimocho decente y con la segunda pasas 80 minutillos entretenido, pero la formula secreta de la Coca-Cola está en una caja fuerte y la del terror en primera persona, en [REC].

No es un mal remake, ni mucho menos. No es una mala peli, no, no, no. Pero... le falta ese nosequé de su versión original: quizá sea una fotografía demasiado depurada, quizá sea un pelín de sobreactuación final de nuestra protagonista, quizá sea el cabrón del cámara que solo atina a enfocar como Dios manda cuando tira el aparato al suelo (qué casualidad, joder) o será que en [REC] había chinos y ahora hay morenos.

Supongo que si no has visto [REC], no te fijas en todo esto. Supongo que si no has visto [REC], no vas al videoclub a alquilar una película cuya puntuación en Filmaffinity apenas alcanza el 4. Supongo que si has visto [REC], te has quedado como yo.

Película muy entretenida con un trabajo del director muy logrado. Esos movimientos en el tiempo o los flashes, fantásticos.

Estamos ante la peor película de Jason Reitman. Y no por poco.

Supongo que el contratar a George Clooney obligó a recortar gastos en guionistas. ¿Resultado? Ni un ápice de humor en el mucho, mucho diálogo de la película. Apenas un par de bromas tontas (absurdos juegos de palabras, no como en "Juno", donde el juego con el lenguaje dan lugar a un sinfín de, si no carcajadas, buenas sonrisas), crítica social fácil (crítica hecha desde la ética, no como en "Gracias por fumar", donde se critica a la hipocresía de los éticos) y, eso sí, un espectacular papel protagonista (como en las otras dos, de eso no nos quejaremos).

Así que tachar a esta película de "la peor de Reitman" no es de gran gravedad. Pero, colega, esfuérzate un poco más. Cuando esperábamos una nueva obra maestra del humor del siglo XXI, nos has soltado una nueva americanada de la romanticomedia cutre de toda la vida.