Mr. JAMES CAMERON es el artífice del título que nos ocupa y el caso es que esta es una de las pocas veces en el panorama cinematográfico en el que se aúna el imaginario propio de un realizador/autor con el ideario inherente a una saga, y sin chirriar.
Hoy día, a diferencia de la primera película, esta cinta resulta un tanto anticuada y con menos nervio, y esto se debe fundamentalmente a dos motivos:
*Fue un hito en el cine de acción, con excelentes decorados, apabullantes efectos técnicos y lustrosa (y resultona)banda sonora. En su día llegó a ser una portentosa aventura fílmica, de incansable visionado y que unía acción con angustia de modo magistral, sin dejarnos respirar prácticamente.
Y precisamente ahí radica su primera diferencia con la antecesora (y que la alejan del status de clásico). Como buena cinta de acción en el más puro estilo hollywoodiense, esta ALIENS hay que verla en un contexto temporal concreto, que resalte en efecto sus virtudes, como son los avances en FX, su pulso narrativo frenético, muy usado en los ochenta y noventa (como búsqueda de emociones alternativas a la creciente oferta de soportes audiovisuales y la competencia que ofrecían), su culto al físico y la carnalidad al contrastar unos personajes con otros (impagables los marines estelares, con esa andrógina VÁSQUEZ), huyendo de las interpretaciones poco naturales o elaboradas, con el fin de identificarse con los sectores más inconformistas y "pandilleros" de la juventud.
Sin embargo, todo ello resulta muy alejado de los canones actuales en las artes...más pendientes de innovar y proferir el tipico discurso pedante que de ofrecer un espectáculo solvente y sin pretensiones más allá de las lúdicas al espectador.En el caso de su precuela, esto se solucionaba a base de utilizar una de las armas narrativas más eternas y subyugantes que existen: EL SUSPENSE
*Por otro lado, el guión, fruto de la pluma del propio Cameron, pinta desfasado en algunos puntos, como son, por ejemplo, la compleja trama de sabotajes y demás argucias gubernamentales que, gracias a dios (aunque le perjudique en cuanto a coherencia discursiva), se subrogan al elemento de acción neta y genuinamente américana.
En la original ALIEN, el apunte a la trama de intereses ocultos de alto grado militar se combinaba a la perfección con el terror de la nave, pues huía de los arquetipos políticos como del mismo diablo, dejando en suspenso multitud de datos sobre los ejecutores del encargo del robot Ash.
En resumen,una frenética obra deudora de las cintas más dinámicas y palomiteras de las recientes décadas, más que de su propia base cinemáografica en la saga....y no carente de ciertos puntos innovadores (¿Quién no recuerda el antológico enfrentamiento final, el mejor de toda la saga?).

Mucho más mecánica que su antecesora.
En esta cinta el filigranero John Woo se explaya de lo lindo con la cámara, ofreciendo un lamentable ejercicio de vacuidad argumental, tan preciso y medido como un mecanismo de reloj. No obstante, reloj barato.
Aburrida en ciertos tramos, no encaja ni la chica (Thandie Newton está perdida en un papel sin pies ni cabeza) , ni Cruise, ni la historia de amor sin chispa de ambos.
Y no digamos de los gazapos del guión en puntos claves. La ambientación es primorosamente videoclipera pero sin rigor alguno (la susodicha Sevilla "fallera").
Aún así, el film funciona como ejercicio estilístico y tiene ciertos toques de tensión verdadera.
Pasable.

He leido de todo sobre esta película, y más ahora, tras los Razzies.
Primeramente decir que no me parece un trabajo horroroso, como he visto por ahí...simplemente falla en sus objetivos.
Ya desde un principio me sorprendió que se llevara a cabo el rodaje de este INSTINTO BÁSICO 2, ya que la anterior era una cinta muy buena, en la que una de sus virtudes giraba sobre la idea del final abierto y a elección del espectador. El simple hecho de que exista esta nueva peli da al traste con tan nobles pretensiones anteriores.
Por otro lado, hacer de una "viuda negra" puntual, que iluminó la precuela con su personaje por ser crucial en la trama, pero siempre sabiendo que nos encontrabamos ante cine negro del bueno, con una historia que acabaría ahí...un mito moderno de la feminista, contar sus periplos por el mundo con trazo grueso y volverla ridícula en su espléndida madurez, caricaturizando su anterior personaje, me ha parecido un flaco favor a la cinta y a la señora Stone, merecedora de mejores papeles, como ha demostrado en los últimos tiempos.
La historía se hace farragosa y repetitiva, subrogada siempre a ese personaje omnipresente de la escritora/sexy-psicóloga, como si de una ana obregón de diván se tratara, y además tiene un sospechoso tufillo a "déja-vu"....bueno, más que un tufillo, es un desesperado plagio de la anterior con el propósito de escandalizarnos, o de sacarnos pasta....o las dos cosas.
De todos modos, echaba de menos a la Trammell, y me divertí de lo lindo viendo la película, pese a que le falta la carga erótica de su antecesora, mejor guión y más elaborado, y le sobra un poco de vulgaridad. Una peli del monton, en la línea de las que nos vienen desde hace un tiempo, que nos toman por inútiles y dejan claro en varias millas alrededor de la sala que sólo pretenden llevarse algo al bolsillo.
Vamos, que ya parece una adicción de las productoras....sin riesgos, claro.

Imágenes sobrecogedoras que embargan los sentidos...Esa sería la mejor definición, y más certera, que podría ofrecer de la obra.
La cinta sorprende en un visionado inicial, subyuga, desconcierta. No es solo la estética dual (naturalismo/realismo romántico con hiperbólica simbología), ni la inquietante narración en si. Ni siquiera las interpretaciones más allá de la media sustancial en el panorama cinematográfico.

No. Es en realidad ese lirismo que exhala la obra, esa incatalogable amalgama de géneros, cada cual mejor avenido con el resto. Se trata de una obra deudora de la mejor tradición del cine fantástico, aquella de EL MAGO DE OZ, EXCALIBUR, etc. Un tipo de cine que hacía volar la imaginación a base de portentoso pulso fílmico, carente de pedantería y subrogado a las más profundas pasiones del ser humano desde la tierna infancia, así como a sus miedos.

Si se ve más de una vez, la película de DEL TORO resulta aún más fascinante, brillante y explicita...y hoy día, este hecho en el cine es como para esperar con los brazos bien abiertos. Una película que huye de la vulgaridad y el " seguidismo" del cine actual como si del mismísimo demonio se tratara...

GRACIAS, DEL TORO, por esos 114 minutos de nostálgica niñez.

Los desmembrados estados de la antigua Yugoslavia han sido motivo y escenario de diversos documentales y trabajos cinematográficos, desde Paskaljevic hasta Kusturica.
Esta vez, Jasmila Zbanic retrata uno de los espinosos asuntos que menos se ha dado a conocer ante la opinión pública mundial...y ahí lo dejaré, con el fin de no desvelar parte del enigma sobre el que gira la trama.
Eligiendo la bellísimamente oscura Sarajevo como fondo, la cinta elabora un sencillo y sentido discurso alejado de sentimentalismos y cualquier otro atisbo de moralina o ética de usar y tirar.
Como conocedor de la realidad bosnia y de los paises eslavos, siempre deudores de un resquebrajado sentido democrático, además de aislados del "bienpensante" occidente, podría afirmar sin temor a equivocación, que la fidelidad de la obra de Zbanic con respecto al punto central (y aterrador) que pretende poner sobre la mesa, el alarido de justicia que estas mujeres desterradas emiten a los más altos cielos, es irreprochable. Eficientemente basado su guión en auténticos testimonios, no resulta un relato tendencioso en ningún momento.
El ritmo es solemne y pausado, fresco y demoledor...su final está admirablemente bien encajado en el conjunto y las interpretaciones son, básicamente, excelentes.
Se ha dicho que narra esta obra un problema genuinamente balcánico, o más concretamente bosnio. Nada más lejos de la verdad. ¿Por qué recomendaría el visionado de la cinta?
Pues en pocas palabras, porque su argumento nos hace recapacitar acerca de uno de los más recientes y vergonzosos capítulos de Europa, es decir, de nuestra historia. Porque las guerras se suceden y se repiten, porque muchos seres aún son vulnerables al despotismo de unos pocos y porque conocer mejor nuestra historia nos hará conocernos mejor a nosotros mismos.
En resumen, una película magnifica que merece la pena disfrutar...o sufrir, según se mire.
Por cierto, en Grbavica se levantó un campo de prisioneros, de ahí el título original.