Jake Gyllenhaal vuelve a sorprendernos. A lo largo de toda la película representa a la perfección a un luchador que tras tocar la gloria ha caído en desgracia. Vemos su evolución de manera perfecta, transmitiéndonos los sentimientos del personaje en cada momento de la película.

Jake Gyllenhaal es Billy Hope, un luchador que ha ganado todos los premios, lo cual le convierte en el mejor boxeador del mundo en su categoría. En este momento vemos perfectamente a un deportista que no se rinde, que lucha, que da todo lo que tiene por la victoria. Al mismo tiempo, vemos las partes negativas del personaje: le da igual su imagen, solo quiere ganar y deja de lado la educación y el respeto. La primera mitad de la película gira en torno a esta faceta del personaje, sus victorias y las consecuentes celebraciones.

A mitad de la película ocurre el acontecimiento central, mediante el cual cambiará el rumbo de la película y a los propios personajes. Tras este acontecimiento, Billy Hope cambia por completo y se encuentra en una situación límite: cambiar o perder. Ahora es donde se da la verdadera batalla de Billy Hope.

No se trata de una simple película en la que el héroe lo pierde todo y lucha por volver a conseguirlo. Tampoco se trata de una versión moderna de Rocky. Southpaw va más allá. Nos lleva a reflexionar y pensar que camino debemos de escoger en cada situación y el esfuerzo que conllevará. No hay una sola elección, hay infinitas. Billy Hope elige su propio camino, en el que sufrirá pero no se rendirá hasta conseguir su objetivo. ¿Lo conseguirá?

Tras mi tercera visualización, tengo que afirmar que me ha gustado más que las dos anteriores visualizaciones, pero manteniéndose los mismos errores o defectos. Porque está claro como Zack Snyder nos ha querido presentar el universo DC de manera rápida, lo cual provoca aburrimiento, y para los que es la primera interacción, no lo entenderán. Se puede decir que esta es una de las claves del error de la película, ya que una vez vas conociendo el universo DC, entiendes lo que te quieren explicar, dándote cuenta que su intención es realizarlo lo más rápido posible. Si quieres conseguir en una película lo que Marvel ha conseguido en nada menos que 10 años, dudo que lo consigas.

La primera parte de la película (los primeros 30 minutos) era ideal para una presentación de lo que podemos encontrarnos tanto a lo largo de la película como en futuras entregas, pero la elección fue presentarnos todo de golpe, de manera independiente sin ningún tipo de relación, lo cual nos transmite la sensación de que lo que nos quiere contar carece de sentido. Es como si se nos quiere contar cosas distintas sin ningún tipo de relación, lo cual claramente no es la intención de este film. Lo mismo ocurre con los sueños de Batman, los cuales no tienen ningún sentido en la historia. Es verdad que tienen importancia para futuras entregas, pero introducirlos en mitad de esta historia no hace más que dañar el argumento y rompiendo cualquier tipo de coherencia argumental.

Otro aspecto negativo de la película es que se exagera demasiado en todos los aspectos, dando la sensación de que se está forzando a los personajes. Sí, la batalla entre Superman y Batman puede ser épica, extraordinaria, superlativa, pero eso no conlleva a que escena tras escena se nos quiera exponer esa exageración. Porque esto lo único que nos transmite es un sinsentido general, ya que en distintas entregas de estos personajes no se ha exagera todo de la forma que se exagera en esta ocasión. Se ha querido buscar lo grandioso, pero se ha llegado a lo ridículo.

Por otro lado, cabe destacar los temas que se presentan a lo largo de la película, los cuales están centrados en el ser humano y la humanidad en general: bondad, creencias, humanismo, etc. todos ellos relacionados con los súper héroes y su relación con los demás humanos. El tratamiento de estos temas está bien realizado, dándole importancia a los sentimientos de los protagonistas. Pero una vez más, la incorrecta interpretación de Ben Affleck y Henry Cavill conlleva a no transmitir estas ideas de manera correcta, dando la sensación de exageración total.

Llegando al final de la película, nos encontramos con la batalla contra Doomsday, el cual es un personaje inapropiado para esta película, ya que su alto nivel es más correcto para una película sobre la Liga de la justicia. Dicha batalla es interesante, pero está exagerada, lo cual le quita la importancia que se merece. Aun así, estamos ante uno de los aspectos más importantes e interesantes de la película.

Tras esta tercera visualización, tengo que destacar que la versión extendida es mucho mejor, la cual enlaza todos los acontecimientos y les da una relación con sentido. Un ejemplo claro es el final con Luthor, ya que en la versión extendida sabes por qué está loco, pero sin ver esa versión, te da la sensación de que habla sin sentido alguno.

En general, Zack Snyder ha ido directo al contenido, sin buscar una explicación de las cosas, tiene sentido para quien conoce los cómics de DC, ya que los que no los conocemos, ha aspectos y momentos que carecen de sentido.

Como bien sabemos, esta película dio continuidad a la trilogía original, pero esta vez George Lucas se decidió dirigirse a un público más infantil, ya que en esta entrega nos expone el origen del propio Anakin Skywalker, es decir, su infancia. En comparación con la trilogía original, como bien he mencionado, es que esta nueva entrega tiene un aspecto infantil, que le resta puntos a su valoración general, pero debemos de tener en cuenta que está elaborada de una forma extraordinaria, ya que el propio Jack Lloyd interpreta a un Anakin niño de manera formidable y que en ciertos momentos llega a conectarnos con los propios sentimientos del personaje. Es verdad que en comparación con la trilogía original, este nuevo argumento que se expone es simple y contiene una calidad muy inferior, pero al mismo tiempo nos sirve para conocer el origen de uno de los personajes principales de dicha saga.
En cuanto a los efectos visuales, cabe destacar que esta nueva trilogía se realizó en una época en el que el avance tecnológico era significativo, por lo que el propio George Lucas aprovecho estos avances para producir tres nuevas entregas galácticas. Pero cabe afirmar que por muchos efectos especiales que tenga no conlleva a que la película sea muy buena, pero si ayuda a enfatizar con personajes ficticios, ya que los estamos viendo de manera diferente. Por lo tanto, este avance en el aspecto técnico da un empujón a la película, que tras la trilogía original, en la que los efectos especiales modernos no estaban, nos da un aire nuevo.
Otro aspecto que falla es la banda sonora. Pero no falla por su baja calidad, ya que John Williams es de los mejores compositores, sino que se realiza de una forma lenta y sin ese ritmo mostrado en la trilogía original. No se trata de un aspecto negativo, ya que sigue destacando por si sola y suma calidad a la película, pero está propuesta mediante un ritmo lento y pausado, cosa que no ocurría en anteriores entregas.
Dejemos de lado los aspectos negativos o mejorables de la película y centrémonos en los positivo, en ese final a cuatro acciones simultaneas que nos hace rememorar los grandes momentos de la saga. Llegados a los últimos veinte minutos de la saga, se nos presenta cuatro localizaciones distintas, en la que destaca la acción. Por un lado tenemos la batalla de Naboo, en la que ocurre la guerra entre el ejército Gungan y las fuerzas androides de la Federación de Comercio. Dicha batalla es insignificante y carece de importancia en la trama, pero nos muestra dos forma de actuar distintas, es decir, una metodología clásica (la de los Gungan) y otra moderna (la de los androides. La segunda localización es la de la reina Amidala y un pequeño comando que se introducen en el palacio de Naboo para hacer frente al Virrey de la Federación. Se trata de una acción importante que nos muestra la técnica de "ocultamiento" de la reina para lograr la victoria. En cuanto a la tercera localización, esta nos sitúa en el espacio exterior, mostrándonos a un Anakin novato con un caza luchando contra androides. Esta acción es una introducción clara a lo que nos va a venir a continuación, esas grandes acciones y aventuras en el espacio. Finalmente, se nos presenta la acción más importante e interesante, la lucha entre Qui-Gon y Obi-Wan contra Darth Maul. Se trata de una lucha épica y de gran interés, que nos hace recordar esos grandes momentos de combates con las espadas láser.
Por lo tanto, este gran final repleto de acción es lo que le da a la película un toque diferente, ya que si no fuera así, estaríamos ante una nueva entrega en la que predominaría el aburrimiento.
Las interpretaciones de los actores no están nada mal, ya que hay que tener en cuenta que estamos ante un reparto de gran calidad, en el que destaca un gran Liam Neeson. Una pena que sólo le veamos en esta entrega. El resto del reparto está a un nivel medio, ya que algunos de ellos aumentarán su importancia en las próximas dos entregas, pero no a gran escala. Pero siempre nos quedará la duda: ¿Qué ocultará Jar Jar Binks? Os dejo que reflexionéis.

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Otra obra maestra del universo Disney, en la que nos muestra una historia de superación, de como un joven por sí solo es capaz de afrontar un problema importante y seguir adelante cumpliendo sus sueños. Puede que sea un tema muy repetitivo en las películas que proponen esta atmósfera, pero en esta ocasión nos transmite el mensaje de diferente forma. Como bien sabemos, la forma de transmitir el mensaje es lo más importante, y en esta ocasión lo han acertado satisfactoriamente.
Hay que afirmar que el comienzo de la película no es o que más atrae, sino todo lo contrario. Nos va presentando a los personajes, y según los vamos viendo, no podemos evitar calificar a cada uno según su comportamiento. Según vaya transcurriendo la película iremos cambiando de opinión, pero para poder lograr ese cambio, tenemos que seguir las directrices que nos va dando la película. Este es un aspecto a destacar del propio film, es decir, nos va transmitiendo ideas, sentimientos y mensajes, los cuales nos van a influir en nuestra forma de ver a los personajes. Hay personajes que en un principio no nos vayan a gustar, ya que su forma de actuar no es adecuada, pero según va avanzando la historia esto va cambiando, hasta llegar al punto de encontrarnos impresionados por el valor y comportamiento de aquellos personajes que en un principio no nos gustaban.
Disney nos ha vuelto a sorprender con otro gran film, en el que hemos podido observar como los imposibles no existen, que pese a que se nos ponga todo en contra, siempre habrá algo que nos haga seguir adelante. Esto es lo que le sucede a Hiro Hamada, el protagonista de la película, que tras ocurrirle algo que puede marcarle de por vida, decide seguir adelante, superándose a si mismo y lograr objetivos que en un principio parecían imposibles.
Otro aspecto a destacar es el mundo que expone la película, el cual está relacionado con la mecánica, siendo este algo novedoso en las películas de Disney. Pero lo mejor de todo, y teniendo en cuenta que se dirige a los más pequeños, no utiliza un vocabulario técnico, sino que explica aspectos de la mecánica de forma clara y concisa, lo cual ayuda a entender estas cosas a todas aquellas personas que no lo conozcan.
Una vez vista la película, no podemos negar que su victoria en los premios Oscar a mejor largometraje de animación es merecida, ya que nos está contando una historia asombrosa y acercándonos a un mundo nuevo en el universo Disney. Por lo tanto, no es una película más, sino una gran película.

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El gran Genghis Khan en escena. Este film, con Genghis Khan como protagonista, nos narra la vida de este desde su infancia hasta que se convierte en el gran emperador que todos conocemos. Pero no se limita a contarnos su vida de forma simple, sino que nos expone los momentos más difíciles que tuvo que hacer frente y la manera magistral con la que los superó, lo que le ayudó a forjar su leyenda.

Sergey Bodrov nos expone una historia que se ha repetido en innumerables ocasiones en distintas película, pero lo realiza de forma distinta. Desde el comienzo nos encontramos con un Genghis Khan desconocido, un niño que tuvo que hacer frente a los peligros que el mundo le depara. Pero la forma de narrar estas hazañas y aventura le dota de una heroísmo inigualable, dando gran importancia a la forma en la que supera los obstáculos que se encuentra en su camino.

Podemos caer en el peligro de pensar que se trata de otra película sobre Genghis Khan y no prestarle la mínima atención. Pero si no hacemos esto, nos vamos a encontrar ante una gran producción que no escatima en ningún aspecto. El aspecto visual es magistral, exponiéndonos unos paisajes espectaculares y siempre relacionados con el espíritu superados. Por lo que los paisajes utilizados están acorde tanto con la historia como con los sentimientos de los personajes. Un ejemplo de esto es el momento en el que el joven Genghis Khan tiene que superar momentos difíciles mediante la huida, y esta escena es expuesta como si estuviera subiendo una pendiente, haciendo referencia a los obstáculos que nos pone la vida. Por lo tanto, estamos ante un metraje en el que el aspecto técnico está muy bien trabajado y que no escatima en ningún detalle.

En cuanto a las interpretaciones, el actor japonés Tadanobu Asano realiza una interpretación perfecta del emperador mogol, transmitiéndonos de forma clara y concisa los sentimientos que tiene en cada momento y representando de forma correcta la faceta humanada de una leyenda. Por lo tanto, estamos ante un gran actor que se mantiene en el nivel que se le exige.

De esta manera, Sergey Bodrov realiza una dirección correcta, pero que a lo largo de las dos horas de duración, hay momentos en los que se nos hace eternos, a causa de que en momentos la velocidad y el ritmo continuos se quedan atascados. Quitando este aspecto negativo, estamos ante una muy buena película que nos cuenta la vida del emperador Genghis Khan de una forma que no habíamos visto antes.