Me parece increíble que se haga una película sobre la vida de Muhammad Ali, con todo lo que ha sido y sobre todo lo que ha significado, con un Will Smith que da el pego desde el primer plano hasta el último y el resultado sea tan flojo.
No conozco la historia de esta película, pero tiene toda la pinta de que es un proyecto ideado por terceros y que la dirección del mismo fue un encargo para Michael Mann, que abordo como un mero tramite, por que de haber sido un proyecto personal de este o de cualquier otro realizador, la historia hubiese sido mucho mas brillante y emotiva. Si me equivoco y realmente esta película es un proyecto del propio Mann, he de decir que Michael Mann es bastante paquete.

No es que sea consciente de todos los detalles de la vida de Muhammad Ali, pero uno de las hechos que mas pueden definir el carácter y la personalidad de este mítico deportista, fue cuando, antes de ser profesional, gano una medalla de oro en los juegos olímpicos de Roma en 1960, que arrojo al río Ohio, por que no se le permitió la entrada a un restaurante exclusivo para blancos. Hecho que esperaba ver en la película y que me quede con las ganas, por que algún iluminado considero intrascendente y de poca importancia.

Y si el problema era por cuestión de metraje, es decir, que tuvieron que eliminar ciertos detalles de su vida, para que la película no durase 5 horas, es tan sencillo, como hacer dos partes, la primera la podían haber llamado “Clay” o “Cassius” y la segunda “Ali”.

“Las mejores películas son las que comentas después de verlas”, mentira, o al menos, no del todo cierto, ya que se puede hablar de una película para decir lo mala que es, como demostrare mas adelante. Las mejores películas son las que te sientas a verlas (una vez), te dejas empapar de toda la información visual y sonora proporcionada por sus creadores, sin pensar en otra cosa que no sea la historia que te están contando, y cuando acaba y salen los títulos de crédito, aunque tu no te veas, tienes esa cara de estúpido feliz con la boca entre abierta y pronuncias las palabras mágicas “que buena”, y si es realmente buena , cuando pase un tiempo razonable, la ves otra vez y descubrirás cosas nuevas que se te habían escapado y volverás a disfrutarla, incluso puede que mas que la primera vez, pero la idea general debe ser resuelta y bien asimilada por el espectador en su primer visionado. Con Donnie Darko no pasa eso, con Donnie Darko lo que pasa es que termina la película y se te queda cara de jili para todo el día, y entonces vuelves a mirar la puntuación que tiene esta película en filmaffinity y no puedes creértelo, piensas, ¿seré entupido? Cuando Doc le explico, en apenas cinco minutos, a Mcfly los problemas al crear una paradoja en el continuo espacio tiempo en “Regreso al futuro II”, no me pareció tan complicado y tan solo tenia 10 años. Pero claro, luego te lees algunas criticas de algunos usuarios que han valorado la película con un nueve o diez, y la mayoría de ellos, si no todos, la han visto varias veces, lo que explica su fracaso en los cines, los cuatro que la vieron en una sala me imagino que no estarían dispuestos a volver a pagar la entrada y el boca a boca haría lo demás “oye que si vas a ver Donnie Darko ten en cuenta que si quieres enterarte de algo, vas a tener que verla un par de veces” pues sí, esta el cine como para verme dos veces la misma película. Luego con el DVD, la cosa cambia, ahí puedes verla cien veces, pararla en la escena que quieras y discutir durante media hora con los colegas sobre cuestiones metafísicas, pero eso no la convierte en una gran película, si acaso, puede ser un gran pasatiempo impulsado por un montón de jóvenes seudo intelectuales, que sufren una extraña excitación sexual al escuchar expresiones como “agujero de gusano” y que sueñan con demostrar algún día que dos mas dos no son cuatro.

Reconozco que tenía muchísimas expectativas con esta película, ya que me la habían situado junto a obras de Quentin Tarantino o Stanley Kubrick, y claro, esto hizo que la viera con el cuchillo entre los dientes. Pero aunque mi juicio puede haberse visto influido por las comparativas, por Dios, no blasfememos.

Un par de apuntes más en el "spoiler", que aquí no caben.

Los niños de la época estábamos acostumbrados a disfrutar de las sobremesas de los fines de semana con las aventuras de los distintos personajes de dibujos animados que iban apareciendo por la televisión. Realmente no nos importaba demasiado que una serie terminara porque sabíamos que llegaría otra, con nuevos personajes y nuevas aventuras.
Lo flipamos con “Ulises 31” en sus viajes intergalácticos, con “Dragones y Mazmorras” aunque alguien decidió que el final no era apto para menores y nos quedamos a medias, con Willy Fog y su vuelta al mundo, con “Dartacan y los tres mosqueperros” resolviendo sus asuntos a sablazo limpio, e incluso con “David el Gnomo” y alguna otra mas infantil que fue bajando el nivel, pero siempre me hicieron mantener un interés por lo que fuera a pasarles a sus protagonistas. Hasta que llegaron estos hijos de una lechuga pocha, sabe Dios con que siniestras intenciones. Al principio parecía una campaña dirigida a los más pequeños, para que le cogiésemos el gusto a comer fruta, pero para la mayoría solo sirvió para que la cogiéramos asco.

Particularmente una de las cosas que más me descolocaba de la serie era el personaje de Gazpacho, que mira que lleva cosas el gazpacho, pero, ¿piña? Ya sabemos que la piña va bien con casi todo, pero jamás pensé que podría usarse para hacer gazpacho. Ahí no queda la cosa, encima con acento andaluz, ¿Cuándo vieron los creadores de ese esperpento piñas tropicales en Andalucía?

Existe una leyenda urbana que dice que dejaron de emitir estos dibujos, por que varios niños confundidos por la serie, intentaron comerse un cactus.

Aun así, me gustaría agradecer personalmente a Gazpacho, Mochilo y Pincho, su aportación, por que gracias a ellos, conocí una sana costumbre que es uno de los mayores placeres que puede disfrutar un ser humano, la siesta.

Gravísimo error en el intercambio de los papeles principales. Acostumbrados a ver a De Niro como mafioso peligroso con el que no se juega, verle de policía acomplejado y patético que no sabe comportarse con una mujer, y amedrentado por un capo que por lo general te hace reír (Bill Murray), es un ejercicio demasiado complejo para mi corto intelecto.

Lo siento, pero no lo entiendo. ¿Va en serio o es una parodia de algo que me he perdido?

Y por cierto, ¿Cuándo sale Chazz Palminteri?

Menuda jeta que tienen los Fraguels estos, todo el día de cachondeo con sus entupidas canciones, mientras los idiotas de los Curris venga a trabajar y trabajar, sin vacaciones, sin fines de semana, sin convenio ni sindicato, eso sí, bien equipados y cumpliendo con las medidas de seguridad. Estos Curris y auténticos héroes que hacían posible el mundo Fraguel construían estructuras de resina de rábano cuya única finalidad era servir de alimento para los Fraguels, que solo paraban la juerga para comer o para salir al mundo exterior a robar, sí sí, además de explotadores eran ladrones, robaban rábanos a unos pobres desgraciados que se creían emperadores del universo porque tenían una huerta, y encima nos los presentaban como los malvados de la historia, es que es muy fuerte.
Menudo ejemplo para los críos.

Lo peor de todo, es que se asemeja bastante al modelo social real.

¿Para cuándo un convenio laboral para los trabajadores de la resina de rábano? Que estamos en el siglo XXI, por dios.
CURRIS DEL MUNDO UNIOS.