Formo parte de esa legión de cobardes que antes de escribir su crítica lee las de los demás.
Y también formo parte de ese ejército de tristes figuras que se ven reflejadas en cada tormento, en cada tortura y en cada abandono. Me faltó, quizás, un tío como el de J.R.
A Clooney le caen del cielo esas memorias, y hasta el cielo eleva a sus personajes, sin apenas esfuerzo.
Puesta en escena (un puto bar), banda sonora, y poco más. El Universo del film gira en torno a Affleck, cuyo satélite (JR) tiene una órbita elipsoidal que se aleja para acercarse posteriormente. Solsticios y equinocios de un ser abandonado, traicionado y engañado, que para el bien de la Humanidad goza del Amor de algo parecido a una familia.
Amor y Confianza como cimientos del futuro.
Efectivamente, es un sueño, una utopía, una alucinación. Nadie se cree la historia narrada, y más tan azucarada.
Pero muchos humanos y no humanos si creen en su mensaje, detallado con maestría:
La Esperanza.

La Agonía, para la gran mayoría de los Seres Humano, es la antesala de la Muerte. Sin embargo, los judíos usan esta palabra para referirse a la persecución y matanza étnica que les infligieron los alemanes durante el mandato del psicópata Hitler y su banda de endemoniados secuaces. Quedémonos con esta última acepción de AGONÍA.
Yorgos Lanthimos sufre ese tipo de agonía, esa que se debe a la persecución y tortura intelectual por parte de los críticos. Ya no se valora la originalidad, ni el cuestionamiento de las formas (la evolución de todo el Saber humano es fruto de cuestionarlo, de igual forma el Arte, y si no que se lo digan a Kant), ni, por supuesto, la genialidad.
Es magistral cómo aborda el eje temático central... la Soledad. La historia es original y planteada con un buen manejo de cámara, con elegancia en las imágenes y en el montaje.
Precisamente, el otro día, en otra crítica, apuntaba el hecho de que apenas se filman historias distópicas originales. Los directores mediocres (en esa crítica vapuleaba a Mr. Bay) tienden a querer mejorar (pffffffff) distopías antiguas.
O sea, se dedican a este noble arte por amor al dinero de la taquilla, del merchandasing, etc. Lo puedo entender... nadie trabaja por amor al Arte... o casi nadie.
Lanthimos ha echado mano de una historia distópica original, pero necesariamente irreal, excesivamente inverosímil. Era necesario, porque el film es una Fábula, y las buenas fábulas se personalizan siempre con seres irreales, o carentes de ciertas facultades humanas. Nunca nos vemos tanto a nosotros mismos como en el reflejo nuestro que vemos en los demás... y si es en animales, mejor... o en niños, o en autómatas. Habernos dado una conferencia visual sobre la Soledad sí que hubiera sido aburrido. Presentarla a través de ese escenario social, de esos personajes, y de sus avatares faunísticos es regalarnos la clave para entender, observar, reflexionar y actuar.
Aquellos espectadores que esperan sangre a raudales, sustos o risas, no han hecho los deberes, son unos irresponsables, y son injustos con sus prejuicios.
La pareja protagonista interpreta magistralmente. A mí Farrell me tiene desconcertado, pero es un prejuicio, sin duda. El actor irlandés mejora día a día, y despunta como un mito viviente del Cine.
Sobre Weisz no albergo duda alguna... es una Bestia interpretativa.

A mí personalmente me encanta esta película por su conjunto, es decir, sumando todos los parámetros existentes.
En primer lugar, nos encontramos con una ambientación genial... la de un Hotel antiguamente de lujo, y ahora redil de la clase paria, de los inadaptados que han creado en su interior su microcosmos, su baluarte como defensa de la agresión de los tiempos que corren.
En segundo lugar, no cabe duda de que el film goza de una producción mítica. Una idea original de Bono, el cantante de U2, a la que se suma Nicholas Klein para escribir el guión original. En la producción también participa Mel Gibson, que por cierto realiza una interpretación de lujo, con unas improvisaciones que causaron la admiración de Wenders... una suerte de Robocop estático y casi mecánico, del cual los huéspedes del hotel ya comentan que se trata de un policía del futuro, y lo imitan como si de un robot se tratase. Y como colofón de la participación de Bono, esa Banda Sonora maravillosa, ideal para musicalizar semejante historia de amor, en la que también participa Brian Eno. En ocasiones da la impresión de que sea la música quien lleva el peso argumental y marca los ritmos emocionales del film.
Brutal el papel de Jeremy Davies, comunicando a través de sus movimientos.
El resto de personajes proceden de una concepción genial, como mosaico de diferentes carácteres, asumiendo cada uno de ellos su particular objetivo vital, siempre alejados de la realidad... Ese surrealismo que Wenders nos vende siempre como real, necesariamente, tras el desmoronamiento del sueño americano.

Comedia + Road Movie = Perfecta combinación en este caso.
Un viaje iniciático donde nuestros héroes superan trabas episódicas que van perfilando su espíritu hacia un modelo transgresor, sin duda, pero también, y principalmente, igualitario, liberal y tolerante.
Me encantó el color de la película, aspecto fundamental para tratarse de una Comedia.
Me encantó su BSO, aspecto fundamental para tratarse de una Road Movie.
Magnífica manera de estrenarse, los realizadores con esta Opera Prima, y el personaje protagonista, con ese grandísimo ejemplo para una pandilla de inadaptados que encuentran su sitio en la Tierra gracias a un mágico viaje de tres días por sus karmas.
De vez en cuando alguien nos da una lección de cómo con una historia sencilla, incluso poco original, se puede hacer Cine/Arte.

Pues eso, que me ha fascinado, y realmente lo veo... veo que no es una obra maestra, que ni siquiera es notable, pero la música de este truhán circense es bestial. Y como llevo unos meses de capa caída, utilizando la música para machacarme, pues ha llegado este musical y me ha retorcido la fibra hasta dejarla temblando. Y más cuando el circense abre su alma y da el visto bueno a un biopic honesto (hasta donde se puede ser honesto cuando eres un mito viviente).
O sea, cinematográficamente, todo normalito tirando al 4,5.
Pero tenemos la parte musical. A mí los musicales siempre me han deprimido (a excepción de The Wall), incluso Tommy, Hair, A Star is Born, El Rey Leon, Sombrero de Copa y la madre que los parió. Y mira tú... hoy me han gustado, porque me ha dado la gana, y porque esa música tan brutal ha sido adaptada de tal forma que hoy, porque me ha dado la gana, me ha retorcido la fibra y la ha dejado temblando.
Película 4,5... Musical 8,5.... total=6,5, y como no me gustado el actor protagonista me como medio punto... 6.