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España España · Barcelona
Críticas de Eduardo
Críticas 1.293
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
8 de marzo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vidocq es un personaje legendario de la historia de Francia. Ladrón, estafador, contrabandista, probablemente asesino, mil veces capturado y mil veces fugado, terminó trabajando para la policía y creó lo que hoy se llama la Seguridad Nacional, amén de fundar la primera agencia de detectives privados. El cine no tardó en adaptar su figura, existe incluso una película muda, pero las dos más comentadas son la de Pitof, con Gérard Depardieu en el papel protagonista, barroca pero mediocre, y sobre todo El asesino poeta, hermosa cinta de Douglas Sirk con el gran George Sanders (cuando le daba la gana) como Vidocq. Prueba suerte ahora Jean-François Richet, niño mimado del cine galo, de quien nunca me cansaré de recomendar el díptico de Mesrine. Creo que circula, o circulaba, en DVD. Le sale una película sórdida, de una violencia gratuita y desagradable, apenas basada en hechos reales, aunque eso da igual si la obra es sólida. Lleva a cabo una esforzada reconstrucción del París de la época, tanto de sus abismales suburbios como de sus lujosas residencias, presenta una serie de personajes históricos de renombre, entre los que descuella Fouché, en magistral aunque breve encarnación de Fabrice Luchini, aprovecha ese rostro inquietante de Cassel para plasmar el terror que inspiraba entre sus correligionarios del hampa, y el envoltorio acaba aplastando al contenido, sin dejarnos otra cosa que una serie de imágenes, unas bellas, otras acongojantes. No termina de cuajar la mezcla, y ni tan sólo la aparición, escasa, de Olga Kurylenko anima la función. Por tanto, un pequeño fracaso de su autor.
Eduardo
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2
7 de marzo de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por más ternurita que uno sienta por el pobre Godzilla, no es de recibo ser abofeteado, insultado, befado, mofado y escupido con semejante pestiño. Y eso que salen también Rodan (Los hijos del volcán), Mothra y la madre que los parió a todos. El guión no existe, no sabes muy bien qué sucede, existe un mensaje vagamente ecológico entre cuyos delirios creí percibir que, devolviendo la Tierra a los monstruos para que exterminen a la raza humana, el planeta volvería al paraíso primigenio; o algo así, porque los actores, de lo peorcito visto en mucho tiempo, se gritan frases de manual de autoayuda que sonrojarían a un camionero. Da pena ver a Sally Hawkins y David Strathairn, por no mencionar a la adorable Zhang Yiyi, batallar con un libreto escrito con el culo,que aspira a videojuego para adolescentes descerebrados antes que a guión cinematográfico. La música no se percibe, casi mejor, entre el fragor de rugidos, berridos, balidos, bramidos, explosiones, colisiones y toda la parafernalia habitual del "mucho ruido y pocas nueces". No creo que los amantes de aquellas entrañables películas japonesas, de inocentes efectos especiales, sientan mucho amor por esta franquicia,. que esperemos concluya pronto con el inevitable enfrentamiento entre Godzilla y King King. ¿Acabarán convertidos en pareja de hecho? ¿Copularán y tendrán descendencia? Grandes misterios que me dejan postrado en el sanatorio hasta que me den el alta. De momento, estoy sedado, sujeto con correas a una cama, y convertido en un acerico de IV. Eso me pasa por ver determinadas cosas. Grrrrrrrr....
Eduardo
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6
6 de marzo de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La banda es una película humilde, silenciosa, sin pretensiones, probablemente muy sentida. Un joven músico que vive en Londres, y cuyo objetivo es ser contratado por una orquesta sinfónica importante, vuelve a su pueblo valenciano natal para asistir a la boda de su hermano. Durante esos breves días, se producirá una catarsis cuando se reencuentre con la novia de su mejor amigo, a la que ama desde hace tiempo. Además de todo lo dicho antes, La banda es una película barata, un poco rohmeriana, en que los personajes se describen a través de lo que dicen y, sobre todo, de lo que callan. Esos largos silencios que inundan la cinta, aunque uno a veces piense que esa generación no habla porque no sabe qué decir, son el síntoma de lo que anida en el interior de Edu, algo que pugna por salir o que sólo se pondrá de manifiesto en ese abrazo final tan explícito, tan sanador. Aviso de la existencia de esta película porque no esperaba gran cosa y me llevé una agradable sorpresa. Ópera prima como director y guionista de Roberto Bueso, espero y confío en que se vuelva más locuaz y escriba nuevos guiones que confirmen la buena impresión recibida. Los actores, desconocidos para mí, interpretan como si vivieran sus papeles, y en más de una ocasión diría que improvisan sobre unos apuntes. Ni rastro de ella en los Goya, por eso me resulta más valiosa todavía.
Eduardo
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6
5 de marzo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La llegada de Miguel Picazo al cine, con La tía Tula bajo el brazo, significó un hálito de esperanza para el cine español, necesitado de calidad e inteligencia. Pero Picazo se lo tomó con calma. Tardó 4 años en rodar su siguiente largo, Oscuros sueños de agosto, una cruel decepción, y otros nueve para presentar el tercero. Para entonces, las esperanzas ya se habían diluido, y se decía aquello de que "sonó la flauta...", pues ese mismo año de 1977, para pasmo de propios y extraños, se arrimó al cine de destape con Los claros motivos del deseo, donde se follaba mucho y se decía bien poco. Picazo clausuró su carrera con esta Extramuros, basada en la novela de Jesús Fernández Santos, que recibió el Premio Nacional de Literatura. Cuenta la historia de un convento que va a ser cerrado y sus monjas dispersadas. Dos hermanas, cuyo amor mutuo sobrepasa el mero afecto fraterno, pero sin llegar al goce carnal, se inventan una historia para que no las separen. En el mundo cerrado y claustrofóbico de la España posterior a Felipe II, con la Inquisición campando por sus respetos, y los nobles dando por el saco como de costumbre, su plan saldrá trágicamente mal, como no podía ser menos. Picazo firma con una corrección que a veces traspasa la frontera del tedio para caer en el aburrimiento puro y duro. Deduzco que la novela debía ser mucho mejor, pero no la he leído, no puedo opinar. La narración se apoya en las esforzadas interpretaciones de Carmen Maura y Mercedes Sampietro, que lo entregan todo, y de una Aurora Bautista muy lejos de aquellas Agustina de Aragón, Juana la Loca y Teresa de Jesús con la que nos flagelaba en su primera etapa. Hasta que llegó Picazo, precisamente, y le regaló La tía Tula, para que, en el segundo tramo de su carrera, pudiera ponerse estupenda y hasta despelotarse, gesto muy de agradecer. El entrañable Manuel Alexandre tiene un pequeño papel, y también se asoma Assumpta Serna, que por una vez no enseña el felpudo. En definitiva, Extramuros es una película correctísima, bastante televisiva y previsible, pero las actrices defienden con uñas y dientes sus papeles. Algo es algo.
Eduardo
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5
4 de marzo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dato para amantes de mitos: última película de Romy Schneider, muy tocada por la muerte de su hijo David, que intentaba sobrellevar a base de pastillas y alcohol. Poco después de participar en esta cinta, la encontraron muerta en su domicilio. La falta de autopsia impidió determinar si fue suicidio o eso que llaman muerte "natural". ¿Y qué más da? La actriz murió, el mito nació. Por desgracia, Testimonio de mujer no es un gran título, está rodada de manera pedestre por Jacques Rouffio, con un guión endeble y cogido con imperdibles, en esa modalidad de flashbacks intercalados con escenas actuales. La idea de ejecutar a un insufrible nazi siempre predispone al público en favor de la obra, pero en ningún momento es creíble lo que está sucediendo.Algunos personajes deambulan por la cinta sin grandes cosas que decir, como el de Helmut Griem, o incluso el de Gérard Klein. Piccoli asume el rol con su desenvoltura actual, es decir, sin expresar grandes sentimientos, y a ella se le nota algo ausente. Le sobraban los motivos. Triste canto del cisne de una de las actrices más bellas e inteligentes que nos ha dado el cine europeo, el cine a secas. Sólo por ello vale la pena asomarse a sus imágenes.
Eduardo
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