Es cierto que Ken Loach tiene un punto de vista parcial en esta historia (como en sus otros films, no nos debería de sorprender tal hecho), no obstante, es difícil encontrar filmes en dónde el director o el guionista, no nos dé su propio punto de vista de la historia, por no decir… muy escasas. Y es que la imparcialidad casi no existe.
En cierto modo, admiro que Loach se posicione en un punto de vista que podría resultar políticamente incorrecto, lo que hace al film, más interesante aún.

La película no deja indiferentes a nadie, y es que la crítica está servida. Loach nos da su punto de vista, pero nosotros, como espectadores inteligentes tenemos el poder de estar o no de acuerdo. La mayoría discreparemos en ciertos puntos (es casi improbable estar de acuerdo al 100% con lo que se nos plantea), haciendo que el motor de nuestra mente se revolucione hasta límites insospechados, es decir, haciéndonos pensar.
Y es que las películas de Loach tienen ese atractivo para nuestro ser: nos hacen pensar, nos hieren, puede que incluso nos disgusten.... pero no tratan al espectador como a un ser unineuronal que se traga cualquier cosa.

"The wind that sakes de barley" cuenta con un guión sólido, que retrata de manera magistral a los personajes que intervienen en la historia. Cillian Murphy, como siempre, más que correcto… soberbio. Padraic Delaney y Liam Cunningham están grandiosos también. La fotografía, sencilla pero muy cuidada, atención a los trajes, muy cuidados.
Es interesante ver cómo los personajes evolucionan, cómo cambian sus inquietudes e incluso, en las contradicciones en las que llegan a caer.

Un film necesario, no nos deja impasibles y nos hace pensar en lo absurdo de la violencia en todos lo ámbitos. Cómo, la violencia y el caciquismo no engendra más que violencia y caos, repercutiendo en la clase más desfavorecida (la clase llana) de una manera devastadora.