Una de las mejores películas fantásticas de la historia del cine. Una cinta que se inspiraba en las obras fantásticas y de aventuras predecesoras y que al mismo sentaría las bases del cine que estaba por venir, tanto a nivel conceptual como a nivel técnico.

Y menudo nivel técnico. Unos efectos especiales que aun aguantan a días de hoy, más de 80 años después, por ser tremendamente consecuentes en su época, al mismo tiempo que totalmente innovadores.

Una película que creó género y que inspiró a varias generaciones de creadores cinematográficos y que sigue haciéndolo a día de hoy.

Sin duda, la novena maravilla del mundo.